Las pymes de Gibraltar alertan de riesgos laborales y fiscales cuando caiga la Verja
El sector reclama orientación clara para enfrentar la incertidumbre en comercio, movilidad y costes operativos

Una tienda en Gibraltar. | Nono Rico (Europa Press)
El acuerdo alcanzado entre Reino Unido y la Unión Europea que permitirá eliminar la Verja de Gibraltar a partir de enero de 2026 ha generado una mezcla de expectativas y preocupación entre los pequeños empresarios del Campo de Gibraltar. La medida, catalogada como histórica por las autoridades, promete agilizar el tránsito de personas y mercancías y abrir nuevas oportunidades económicas, pero también plantea desafíos importantes tanto para los comerciantes del Peñón como para los vecinos de La Línea de la Concepción.
La Federación de Pequeños Negocios de Gibraltar (GFSB), según adelantó Europa Sur, ha mostrado inquietud ante los posibles efectos de este acuerdo, especialmente en términos de fiscalidad y costes laborales. La organización analizó el panorama para las empresas locales y destacó que aunque el acuerdo da cierta certeza tras años de incertidumbre, aún existen numerosas incógnitas sobre su aplicación práctica.
Entre los aspectos más destacados figuran la introducción del Transaction Tax, un impuesto sobre transacciones que reemplazará parcialmente los aranceles de importación. Según la federación, en algunos sectores este gravamen podría superar en un 17% los derechos de importación actuales, aumentando significativamente los costes operativos para muchas compañías.
Ante todo, incertidumbre
La GFSB subraya que no existe todavía una guía clara sobre cómo se aplicará el impuesto ni cómo se verificarán las importaciones, lo que genera preocupación por posibles interrupciones en la logística diaria y la fijación de precios. Aunque algunas empresas podrían beneficiarse de un comercio más fluido con la UE, otras se enfrentarán a mayores gastos sin obtener ventajas inmediatas. Este desequilibrio podría crear caos en el sector. Por ello, los pequeños empresarios piden una orientación oficial detallada que les permita planificar con antelación.
Además, los pequeños empresarios denuncian un aumento sostenido de los costes laborales y de la seguridad social. La subida del salario mínimo, combinada con el incremento de las cargas fiscales, genera presión sobre sectores como hostelería, turismo y comercio minorista, en los que los márgenes de beneficio son estrechos. La federación solicita mecanismos de apoyo que permitan mantener la contratación flexible sin perjudicar a los empleadores y propone destinar parte del superávit presupuestario de Gibraltar a subvencionar los costes derivados del nuevo impuesto y la presión laboral.
Otro desafío se vincula con la seguridad social, especialmente la de los trabajadores a tiempo parcial o con contratos eventuales que implican costes fijos significativos para los empleadores, independientemente de las horas trabajadas. Esta situación dificulta la contratación legal de personal temporal, tan habitual en temporada alta, y afecta la capacidad de los negocios para adaptarse a los picos de demanda.
El posible beneficio
El acuerdo también abre oportunidades para atraer a ciudadanos británicos que residan en Gibraltar y puedan acceder al espacio Schengen. La GFSB considera que un sistema de residencia ágil y bien regulado podría atraer contribuyentes netos, estimular la demanda de viviendas y propiedades comerciales y compensar posibles efectos negativos derivados de la apertura de la frontera.
La creación de empresas, la normativa flexible y el régimen de autorizaciones convierten a Gibraltar en un destino atractivo para el emprendimiento digital y el trabajo remoto, aunque los beneficios dependen de una aplicación rápida y eficiente. El anuncio del ministro principal, Fabián Picardo, sobre la formación de una comisión para revisar el sistema de residencia fue recibido con entusiasmo por la federación.
La vivienda, bajo mira
Como informó recientemente THE OBJECTIVE, en La Línea de la Concepción la eliminación de la Verja preocupa especialmente por su impacto en el mercado inmobiliario. El Ayuntamiento advierte de que la apertura de la frontera podría aumentar la presión sobre la oferta de viviendas, tanto en venta como en alquiler, dado que la ciudad se presenta como una alternativa más asequible frente a los altos precios de Gibraltar, donde el metro cuadrado supera los 7.400 euros.
Con un coste medio en La Línea de 1.330 euros por metro cuadrado, la ciudad gaditana atrae a quienes buscan residir o trabajar cerca del Peñón, pero esta demanda podría encarecer los precios y dificultar el acceso a la vivienda para los sectores más vulnerables.
La Línea se activa
El alcalde, Juan Franco, ha señalado que la ciudad afronta un desafío sin precedentes, comparando el impacto de la eliminación de la Verja con un aumento repentino de la población a 120.000 habitantes, al sumar residentes de La Línea, Gibraltar y parte de San Roque. Para mitigar los efectos, el consistorio prepara un plan de vivienda pública y actualiza su Plan de Ordenación Urbana, con medidas para generar suelo destinado a promociones asequibles y regular el alquiler turístico, evitando fenómenos especulativos que puedan perjudicar a los vecinos.
En paralelo, La Línea ha elaborado un memorándum que recoge el impacto previsto del acuerdo post-Brexit sobre el municipio, incorporando la participación de colectivos locales, y planea remitirlo al Ministerio de Asuntos Exteriores en septiembre. El alcalde reclama una reunión oficial para conocer los detalles de la operación, dado que las instalaciones de la Verja se encuentran dentro de su término municipal y la eliminación de la frontera le afecta directamente.