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Andalucía

Récord de incautaciones del combustible que utilizan las narcolanchas del Estrecho

La Guardia Civil decomisó más de 359.000 litros de gasolina en el primer semestre de 2025, una cifra histórica

Récord de incautaciones del combustible que utilizan las narcolanchas del Estrecho

Embarcación semirrígida intervenida por la Guardia Civil. | Antonio Sempere (Europa Press)

La batalla contra las redes de abastecimiento de combustible que alimentan a las narcolanchas en el sur de España se ha intensificado en 2025. Los datos del Ministerio del Interior consultados por THE OBJECTIVE revelan que en los seis primeros meses del año se han intervenido 359.248 litros de gasolina, lo que supone un incremento del 79,6% respecto al mismo periodo de 2024. El aumento refleja la presión de Guardia Civil y Policía Nacional sobre un engranaje logístico que se ha consolidado como pieza clave para la actividad del narcotráfico en las costas andaluzas.

Este fenómeno, conocido como «petaqueo», consiste en trasladar carburante mediante pequeñas embarcaciones hasta las lanchas rápidas que transportan hachís o cocaína desde Marruecos. Sin ese suministro constante, las planeadoras no podrían realizar los trayectos que conectan el norte de África con el litoral gaditano y onubense. De ahí que Interior considere a los petaqueros como un eslabón estratégico en la cadena de las mafias.

Presión policial

La muerte en febrero de 2024 de dos guardias civiles en Barbate, arrollados por una narcolancha, supuso un punto de inflexión. Tras aquella tragedia, Interior creó un grupo de trabajo junto al Ministerio de Justicia para intensificar la persecución de estas estructuras de apoyo logístico. A pesar de los incesantes reclamos por parte de los agentes por endurecer la ley, la laxitud ante este asunto se perpetúa. Las operaciones se han multiplicado. Solo este verano, la Guardia Civil decomisó 25.000 litros de combustible y diez embarcaciones de recreo en la costa de Huelva, desmantelando un grupo criminal dedicado a distribuir material y carburante. La actuación incluyó 24 arrestos y 15 registros.

En Cádiz, los agentes localizaron una nave industrial en la Zona Franca que albergaba una «narcogasolinera flotante», preparada para surtir a las lanchas en alta mar y con capacidad de sustituir tripulaciones o hacer reparaciones. La intervención acabó con cuatro detenidos acusados de pertenencia a organización criminal.

Cantera del narco

Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil llevan tiempo alertando de que el «petaqueo» se ha convertido en una escuela para futuros narcotraficantes. Jóvenes que comienzan transportando bidones en lanchas de recreo acaban dando el salto a estructuras más complejas del negocio de la droga. La Fiscalía comparte ese diagnóstico y en sus memorias ha definido este fenómeno como el primer escalón en el narcotráfico en el sur peninsular.

Las cifras avalan esta preocupación. En 2018 apenas se requisaron 2.350 litros de gasolina vinculada a estas redes. Un año después fueron más de 42.000, y en 2020 superaron los 121.000. Tras la pandemia, el volumen creció aún más: 284.854 litros en 2021, 244.565 en 2022 y 124.233 en 2023. En 2024, las incautaciones alcanzaron un récord de 437.744 litros. Ahora, con más de 350.000 intervenidos en solo medio año, todo apunta a que 2025 cerrará con una cifra histórica. Según explican guardias civiles a este medio, no parece que este escollo tenga su resolución cerca.

El refuerzo policial no es el único frente abierto. En abril de este año, la Audiencia Provincial de Cádiz abrió la puerta a considerar el «petaqueo» como delito, basándose en el artículo 568 del Código Penal, que castiga con penas de hasta ocho años la tenencia y transporte no autorizado de sustancias inflamables. Hasta entonces, muchos procedimientos acababan archivados o tratados como faltas menores. La Fiscalía de Cádiz ha decidido asumir de manera centralizada todas las causas relacionadas con el abastecimiento de narcolanchas, con el objetivo de impulsar peticiones de cárcel y evitar la impunidad.

El Partido Popular, especialmente desde la provincia gaditana, reclama además que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, comparezca en el Congreso para dar explicaciones sobre lo que considera un «incremento desmedido» de esta práctica. Los populares sostienen que el Gobierno ha retrasado la aprobación de una ley que endurecería las penas, bloqueando el debate en la Mesa del Congreso con sucesivas prórrogas. A su juicio, se trata de un problema enquistado que está fortaleciendo a las mafias y comprometiendo la seguridad de los agentes.

Industria paralela

El abastecimiento de carburante a las narcolanchas empezó a detectarse hace apenas cinco años. En un principio se interpretaba como episodios puntuales, pero poco a poco surgieron grupos especializados en dar este «servicio» de gasolina, víveres y repuestos mecánicos. Hoy se trata de una verdadera industria paralela que funciona de manera coordinada en la logística que sostiene el tráfico de drogas. Los registros policiales han llegado a encontrar furgonetas cargadas no solo con bidones, sino también con comida, bebidas, tabaco y hasta teléfonos móviles destinados a las tripulaciones.

Las imágenes que circulan en redes sociales y medios de comunicación muestran la magnitud del fenómeno: trasvases de garrafas en plena playa, lanchas de recreo convertidas en cisternas improvisadas o planeadoras reabasteciéndose en alta mar. Todo ello a plena luz del día y ante bañistas sorprendidos.

Una lucha que no cesa

El Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, lanzado en 2018, nació para frenar la entrada de hachís en la comarca gaditana. Con el tiempo se ha extendido a toda la costa andaluza y a los ríos Guadalquivir y Guadiana, utilizados también como rutas alternativas por los narcos. La Guardia Civil explica que cada vez que se presiona sobre una zona, las organizaciones criminales desvían sus operaciones hacia otro punto. De ahí la insistencia de Interior en mantener una estrategia amplia y sostenida que perdure en el tiempo.

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