La Fiscalía marroquí destapa una red que utilizaba parapentes para volar a Ceuta
La investigación se inició tras interceptarse a varios migrantes en una zona montañosa usada como punto de partida

Un parapente se eleva bajo un cielo despejado. | Safal Prakash Shrestha (Zuma Press)
La investigación abierta en Marruecos sobre una red clandestina dedicada a organizar vuelos en parapente hacia Ceuta ha vuelto a poner el foco en las rutas migratorias que operan en el entorno del Estrecho. Según informan medios marroquíes, la Fiscalía del Rey en el Juzgado de Primera Instancia de Tetuán ha ordenado el procesamiento de cinco personas relacionadas con un grupo que utilizaba la cima de un monte en Belyounech como punto de despegue para migrantes que buscaban alcanzar la ciudad española. El caso ha salido a la luz tras la intervención de la Gendarmería Real de Fnideq, que sorprendió a cinco migrantes africanos cuando se preparaban para iniciar uno de estos vuelos y les incautó el material utilizado.
Las autoridades marroquíes sostienen que uno de los acusados habría dirigido la fabricación de los paracaídas que luego vendía a los migrantes, coordinando con ellos los preparativos para el despegue desde zonas altas próximas a la frontera. El resto de los implicados está siendo investigado en libertad, según información local. La operación policial llevó a intensificar las patrullas en el interior de los bosques de la zona y en los accesos a Belyounech, para evitar que nuevos grupos alcanzaran la cima utilizada como plataforma de vuelo. También se han reforzado los controles ante la sospecha de que algunos de los equipos de parapente puedan proceder de comercios clandestinos en el norte del país.
Una tendencia al alza
Según la información obtenida por THE OBJECTIVE, el descubrimiento de la red coincide con una serie de episodios registrados en Ceuta el mes pasado, cuando dos migrantes lograron sobrevolar el perímetro fronterizo utilizando parapentes. En el primer caso, la Guardia Civil detectó el vuelo, aunque el migrante consiguió llegar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes tras abandonar el equipo en una zona montañosa. El segundo episodio se produjo a finales del mes, cuando un joven subsahariano aterrizó en la ciudad durante una jornada de viento y lluvia. Fue detenido al llegar a tierra y posteriormente entregado a Marruecos.
Las autoridades españolas ya habían observado movimientos similares en semanas previas, aunque con intentos frustrados en territorio marroquí. En ambos casos confirmados en Ceuta hay documentación gráfica, y en los días posteriores se difundieron vídeos grabados por los propios migrantes desde las zonas altas del entorno de Benzú, donde mostraban los preparativos antes de iniciar el vuelo. Estos contenidos, difundidos en TikTok, ilustran no solo la forma de operar, sino también la existencia de una mínima preparación y de cierta logística, ya que los parapentes son adquiridos entre los propios migrantes que, según esas grabaciones, se entrenan para manejarlos. Estos contenidos digitales que alcanzan miles de visitas hacen ver a los interesados en esta operación una manera más de entrar irregularmente a España.
Este método no es reciente. Melilla ya había registrado dos entradas en parapente, en diciembre de 2022 y octubre de 2023. Sin embargo, la concentración de casos estas semanas en Ceuta ha activado la alerta sobre una posible consolidación de esta vía. La Guardia Civil no considera, según explican a este medio, por ahora, que se trate de un fenómeno masivo, pero reconoce que se ha reactivado un modo de entrada que antes parecía aislado y que ahora se repite con mayor frecuencia. Además, está cargado de gran peligrosidad para el que se decide por esta vía.
La aparición de los parapentes se suma a las rutas más conocidas: el salto de la valla, cuya permeabilidad varía según la presión en cada momento, y las entradas a nado, que en algunos periodos registran un aumento significativo debido a la menor actuación de las autoridades marroquíes. La particularidad del parapente es que esquiva ambos dispositivos y aprovecha la orografía del norte de Marruecos, donde existen alturas desde las que es posible planear hasta la ciudad autónoma.
Aumenta la presión al norte de África
El crecimiento general de las entradas por vía terrestre en Ceuta da contexto a esta vía emergente. Hasta mediados de noviembre, la ciudad ha recibido más de 3.000 migrantes, superando las cifras de 2024 y multiplicando por dos los registros de hace dos años. Aunque las entradas por mar han descendido, la presión sobre el perímetro terrestre ha aumentado. Melilla también ha visto un repunte, aunque en magnitudes muy inferiores a las de Ceuta. A escala estatal, las llegadas irregulares se han reducido respecto al año anterior, pero las dos ciudades autónomas muestran una tendencia diferente, con un claro desplazamiento de los flujos hacia los pasos fronterizos del norte de África.
Los episodios de octubre llevaron al Partido Popular a presentar hace unos días una batería de preguntas al Gobierno en el Congreso. La formación quiere saber si las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado disponen de medios adecuados para detectar e interceptar estas entradas aéreas, si se ha procedido a la devolución a Marruecos de todos los casos y si se está investigando, en colaboración con Rabat, las redes que facilitan estos vuelos. El interés político se suma al operativo que mantienen Guardia Civil y autoridades marroquíes para frenar una modalidad que, aunque minoritaria, ha demostrado ser viable y capaz potencialmente de sortear controles terrestres.
