García-Gallardo inaugura ‘Pegatinas del Odio’, una muestra sobre la propaganda terrorista
‘Pegatinas del Odio’ es una muestra de la propaganda utilizada por las bandas terroristas para intimidar, señalar y ganar apoyo social
El líder de Vox en Castilla y León y vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, inauguró ayer en el Museo de la Evolución Humana de Burgos una exposición en la que se reúnen más de 600 pegatinas utilizadas por las bandas terroristas ETA y Grapo para llevar a cabo campañas de propaganda e intimidación de las víctimas del terrorismo.
La exposición ‘Pegatinas del Odio’, según la información a la que hemos tenido acceso en THE OBJECTIVE, podrá verse en el Museo de la Evolución Humana de Burgos y está organizada por la Fundación Víctimas del Terrorismo y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, con la colaboración de la Junta de Castilla y León.
El vicepresidente de la Junta ha querido señalar que «estamos comprometidos en la defensa de las víctimas, y reclamamos para ellas memoria, dignidad y justicia», a la vez que ha recordado que su departamento es el competente en la coordinación de esta materia.
García-Gallardo ha resaltado que, además, «en Castilla y León somos especialmente sensibles» porque ésta es la segunda comunidad más castigada por el terrorismo de ETA, con 138 víctimas, sobre un total de 850. Y también ha resaltado que todavía están pendientes de resolver 379 asesinatos, cuyas familias esperan justicia». «Estas exposiciones son más necesarias que nunca», recalcó el vicepresidente.
García-Gallardo ha lamentado que «los partidos herederos del terrorismo sean los socios del actual Gobierno de la nación y que todavía hoy se celebran en el País Vasco homenajes a terroristas, a quienes se trata como héroes, como en las pegatinas de la exposición».
Exposición de pegatinas
Las pegatinas que se exhiben en el museo burgalés proceden del coleccionista particular Fernando Iñigo Aristu, que ha dedicado 47 años de su vida a recoger muestras de esta peculiar y perversa forma de propaganda política. En total su colección consta de 60.000 ejemplares, de las que en la exposición de Burgos se exhiben 600 a través de expositores y paneles.
La gran mayoría de los ejemplos corresponden a ETA y su entorno, que generaron una masiva y muy variada producción de este tipo de adhesivos propagandísticos, pero también hay muestras de otros grupos terroristas como el Grapo, así como de otros grupos extremistas violentos, tanto de extrema izquierda como comunistas y neonazis, con algunas pegatinas explícitamente antijudías, por ejemplo.
La selección que puede verse en el Museo de la Evolución Humana muestra hasta qué punto las pegatinas de estos grupos radicales violentos se aprovecharon de los mejores recursos del arte gráfico y del diseño de la época para ponerlo al servicio de sus fines criminales y violentos.
El presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, ha explicado que las pegatinas empiezan a usarse como recurso propagandístico en los años sesenta, aunque alcanzan su apogeo en los años setenta y siguientes.
El filósofo y experto en violencia política Martín Alonso, citado en los paneles de la exposición, identifica cinco elementos en el discurso del odio. El primero, establecer una oposición tajante entre ‘nosotros’ y ‘ellos’, sobre la que se asienta una idea de superioridad moral, pues ‘nosotros’ somos los buenos.
El segundo elemento es la utilización de una agresividad extrema contra el otro, al que se deshumaniza y se convierte en un enemigo a batir, no sólo en un rival político.
El tercer ingrediente es presentar la confrontación como algo inevitable, e incluso deseable, animando a golpear fuerte. Una cuarta clave apunta a la convicción de que la batalla la libra un grupo selecto de individuos comprometidos. Y una quinta idea esencial es la que asume que el fin justifica los medios y que, por tanto, la salvación vendrá de la mano de la violencia.