El repunte de fallecidos obliga a la DGT a diseñar un ‘Plan de Choque’ en Castilla y León
En el primer trimestre del año se han registrado 25 accidentes mortales que se saldaron con 26 fallecidos
Los datos de siniestralidad vial en España durante 2023 fueron similares al año anterior, mientras que en el territorio castellano y leonés, el repunte de siniestros en los que hubo fallecidos ha sufrido un repunte que ha obligado a las autoridades a reestructurar las medidas vigentes, según la información a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
En el territorio nacional, durante 2023 fallecieron 1.145 personas en las carreteras, de las que 849 fallecieron en siniestros que tuvieron lugar en vías convencionales, mientras que en las vías de alta capacidad los fallecidos han disminuido respecto al año anterior, concretamente en 2023 murieron 296 personas, 24 menos que en 2022.
En lo que va de año, se han registrado en las Carreteras de Castilla y León un total de 39 accidentes mortales que se han saldado con 41 fallecidos, cifra que se mantiene estable en relación al mismo periodo del año anterior, siendo la provincia de Valladolid donde más ha aumentado la mortalidad, tras pasar de dos a cinco muertos.
Balance de Siniestralidad
El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, acompañado por la coordinadora autonómica de la DGT, Inmaculada Matías, y por el teniente coronel jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil en Castilla y León, Francisco González Iturralde, ha presentado este martes la aplicación en la Comunidad del ‘Plan de Choque’ que la Dirección General de Tráfico activará en las carreteras de titularidad estatal como respuesta inmediata al incremento de la siniestralidad grave y mortal.
Durante el primer trimestre del año se han registrado 25 accidentes mortales en las vías autonómicas, siete más que en el mismo periodo del año anterior, que se han saldado con 26 fallecidos -21 circulaban en turismo, cuatro en motocicleta y uno en camión-, lo que representa seis víctimas más. El número de heridos hospitalizados -con un ingreso de más de 24 horas- en estos tres primeros meses del año ha alcanzado los 70, 15 menos que en el primer trimestre del 2023.
Esta tendencia al alza, generalizada en todo el territorio español y que ha empujado al Ministerio de Interior a actuar con «más fuerza y contundencia» con el objetivo de revertir una situación que, en palabras del delegado, es «inasumible. Es por ello que desde la DGT se van a poner en marcha un plan con hasta ocho medidas que pretenden reducir la siniestralidad en nuestras carreteras», ha señalado Sen.
El ‘Plan de Choque’, que viene a complementar las medidas previstas en la Estrategia de Seguridad Vial 2030, contempla la instalación de nuevos dispositivos de control de la velocidad en las carreteras. Concretamente, en Castilla y León se instalarán ocho nuevos cinemómetros, dos radares fijos y seis de tramo. Una medida motivada, según ha recordado, por el «importante» aumento de los accidentes por velocidad inadecuada.
Más vigilancia
El nuevo plan del Gobierno incluye además una mayor vigilancia en las autovías y autopistas, con el objetivo de frenar la tendencia al alza de la siniestralidad en este tipo de vía, que se ha visto incrementada en un 67% en este primer trimestre del año, con cinco fallecidos.
Además, en toda la red viaria se reforzarán las actuaciones con el incremento de la información a través de paneles informativos, una mayor vigilancia mediante cámaras en las zonas de mayor afección, más seguimiento por parte del Centro de Gestión del Tráfico y un mayor control aéreo.
Asimismo, «se aumentará la plantilla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, con la incorporación de 61 efectivos a lo largo de 2024, lo que elevará la cifra de agentes hasta alcanzar los 1.377 y, por ende, la presencia efectiva en las carreteras de Castilla y León. En el conjunto nacional se prevé la incorporación de 150 agentes a las Agrupaciones de Tráfico».
Otra medida es «el refuerzo durante los fines de semanas del control de motos, intensificando las campañas de control y vigilancia, aumentándose la vigilancia con el uso de motos camufladas de la Guardia Civil y la vigilancia de medios aéreos en las zonas de mayor tráfico de motoristas».
Por último, «se reforzarán los controles preventivos de alcohol con hasta 400.000 pruebas nuevas en el conjunto español, hasta alcanzar los seis millones, y los 120.000 controles de otras drogas, y se intensificará la vigilancia al transporte especial y en furgoneta, especialmente en los días laborales».