El Gobierno catalán ha endurecido este lunes las restricciones a partir del día 7 y durante 10 días ante el auge del coronavirus, con el establecimiento de confinamiento municipal cada día y cierre de centros comerciales y gimnasios, al tiempo que empezará a vacunar ya a los sanitarios, en paralelo a los ancianos en las residencias.
Lo más importante: así lo ha explicado la consejera catalana de Salud, Alba Vergés, en una rueda de prensa junto con el titular de Interior, Miquel Sàmper, en la que ha anunciado esta «nueva parada social» para tratar de «mantener al virus a raya».
Sobre la administración de las vacunas, los expertos sanitarios urgen a la Generalitat a acelerar la campaña de vacunación, donde hasta este domingo solo se han puesto unas 7.700 dosis de las 60.000 que ha enviado en una primera remesa la farmacéutica Pfizer/BioNTech.
Hasta este domingo han recibido la vacuna 7.774 personas, todas ellas residentes y trabajadores de geriátricos.
Se ha administrado, pues, apenas un 13% de las vacunas recibidas, un porcentaje muy inferior al previsto, pues la Generalitat contaba con tener vacunadas en dos semanas a las 104.000 personas que viven y trabajan en las 1.408 residencias de Cataluña.
Según han explicado fuentes de Salud, varios problemas logísticos y dificultades en los trámites han provocado esta situación.