El vecino que denunció el hotel de la familia de Aragonès exige el derribo de la sexta planta
Ángel Abella destapó que el Hotel Golden Costa Salou contaba con una planta de más y lamenta que todavía no se haya corregido
Imagen promocional del Hotel Golden Costa Daurada.
La denuncia por infracción urbanística del Hotel Golden Costa Salou, propiedad del padre y los tíos del presidente de la Generalitat Pere Aragonès, sigue su curso. A principios de año, una delegación de la Policía Judical se personó en el Ayuntamiento de Salou para pedir información sobre el caso que lleva la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo. Esta visita logró pasar totalmente desapercibida y no trascendió a la prensa local. Ahora, según ha podido saber en exclusiva THE OBJECTIVE, de nuevo el pasado junio hubo otra visita de la comitiva judicial al consistorio para recabar «papeles que faltaban» sobre la licencia otorgada a la compañía hotelera por parte del consistorio.
El hecho de que la sexta planta del complejo hotelero no se haya derribado entera -pese a que el consistorio confirmó en un primero momento que incumplía con los parámetros de construcción- no ayuda a rebajar la tensión entre el denunciante, el equipo municipal y algunos de los técnicos del ayuntamiento.
«Sigue habiendo infracciones»
Ángel Abella, el vecino que sacó a la luz la construcción de una altura más en el Golden Costa Salou, exige el derribo completo de esa planta. En conversación con este diario denuncia que «se siguen produciendo infracciones urbanísticas» y lucha para que no pasen por alto.
El hecho de que Pere Aragonès se haya convertido en presidente de la Generalitat ha provocado una suerte de silencio informativo respecto a este asunto, afirman las fuentes consultadas. Pese a que el mandatario catalán no tiene responsabilidad directa en el asunto y se ha desvinculado de los negocios familiares desde que empezó a militar en las juventudes de ERC, nadie parece querer poner bajo el foco a la familia del president.
Por su parte, el equipo municipal actuó en un primer momento cuando comprobaron que las obras en el Hotel Golden Costa Salou no coincidían con la licencia otorgada inicialmente y se les obligó a derribar la sexta planta.
«Una pequeña parte quedó sin derribar, que correspondía a una pequeña sala donde hay la instalación eléctrica, pero ya no quedan alojamientos en esta planta», explicaron en su momento a instancias de THE OBJECTIVE.
No obstante, el consistorio validó posteriormente la reformas realizadas por el hotel pese a que no se había tirado de forma completa esta última planta que excede a los parámetros urbanísticos estipulados en su origen. Ante esta dejación, el denunciante quiso conocer de primera mano si la compañía hotelera había abordado la reforma exigida por el consistorio: «El resultado no es el que estaba previsto, y ellos lo saben», lamenta.
«Trato de favor»
Este vecino de Salou se reunió con el alcalde de la localidad, Pere Granados. En 2019, le reprendió por no haber enviado a la Policía Local a detener la actividad del hotel. Abella sospecha «trato de favor» al no revisar si la reforma se había llevado a cabo correctamente. También afirma que no fue del agrado del alcalde que decidiera llevar el tema ante Fiscalía, después de pedir al consistorio que abriera una expediente de infracción.
«Le comenté al alcalde que las obras que han realizado de eliminación de esa sexta planta no cumplen con la legalidad. Y que además han puesto maquinaria en ese sexto piso. Le adjunté un comunicado de Urbanismo en el que se dice que se debe derruir la sexta planta o de lo contrario no se podrá ocupar el hotel», abunda.
Abella también es crítico con el papel de la arquitecta municipal por conceder al hotel la primera ocupación tras el derrumbe parcial de la sexta planta: «No comprobó ni hizo caso a la Altura Reguladora Máxima, que dice que no puede pasar ni un centímetro de la altura». Debe ser de 18,20 metros en la carretera de la costa y de 15,15 metros en la calle Vaporet.
El denunciante asegura que la técnica del ayuntamiento tiene que conocer el resultado del informe topográfico, y que en base a este no debió aprobar la ocupación del hotel. Con todo, lamenta esta connivencia «entre las autoridades públicas y los negocios» de la familia del presidente de la Generalitat.
Un imperio hotelero
El hotel investigado forma parte del grupo Golden Hotels & Experiences, que engloba a siete hoteles de cuatro estrellas y cuatro superior en la Costa Brava (Girona) y la Costa Daurada (Tarragona). Josep Aragonès Montsant, abuelo del actual mandatario catalán, fue un empresario hotelero y textil de éxito, que amasó una gran fortuna durante la dictadura franquista.
Llegó a ostentar la titularidad del hotel más grande de España en aquella época, el Taurus Park, de 1963. Tres años después fue alcalde franquista de Pineda de Mar, localidad donde nació y se crio Pere Aragonès. El progenitor del actual presidente de la Generalitat y su hermano Enric heredaron la profesión de empresario hotelero de su padre y su fortuna. El tío de Aragonès logró engrandecer el negocio hasta levantar lo que hoy es el imperio turístico Golden Hotel.
