Las bases de ERC rechazan otro referéndum y presentarán una enmienda alternativa
La militancia crítica con la dirección presentará en el próximo congreso del partido un cambio para «no enterrar el 1-O» ni «instalarse en el procesismo perpetuo»
Marta Vilalta, Pere Aragonès y Oriol Junqueras en el Consell Nacional de ERC | ERC/ Marc Puig
Las bases críticas de ERC, organizadas bajo el Col·lectiu Primer d’Octubre, han rechazado categóricamente la propuesta de ERC de celebrar un nuevo referéndum de autodeterminación en Cataluña. Esta parte de la militancia ha anunciado este martes que presentará una enmienda de modificación de la actual ponencia política propuesta por la dirección del partido.
Con este movimiento, las bases de ERC se unen al resto de partidos independentistas que no dan crédito a la iniciativa de ERC de que el Gobierno de España vea con buenos ojos la convocatoria de una nueva votación sobre el futuro político de Cataluña.
Si la CUP considera que la propuesta «no va más allá de la retórica», los militantes republicanos consideran que es «enterrar el 1-O» e «instalarse en el procesismo perpetuo», expresión que se usa entre los críticos con el nacionalismo hegemónico de querer vivir el procés sin avanzar hacia la autodeterminación.
Junqueras se perpetúa al frente de ERC
En la carta pública del Col·lectiu Primer d’Octubre cargan contra la propuesta de ponencia política que la dirección someterá a votación en el próximo Congreso del partido por, a su juicio, ser «un tiro en el pie del independentismo».
Como informó THE OBJECTIVE, las bases hace tiempo que expresan su malestar por el hecho de que Oriol Junqueras avanzara el Congreso Nacional del partido con el fin de evitar candidatos alternativos y que cambiaran los estatutos para que él y Marta Rovira puedan revalidar sus cargos por un cuarto mandato consecutivo.
Pero la propuesta formulada este lunes por la dirección de llevar a la mesa de diálogo con el Gobierno central la propuesta de referéndum ha elevado las tensiones internas. Los más críticos creen que es una tomadura de pelo. E insisten en que el único diálogo con el Estado debe ser para ver cómo repartir «los activos y pasivos» de la secesión declarada en 2017.
También abogan por con la «presencia de árbitros internacionales» para dirimir la cuestión. Es decir, no quieren dejarlo solo a la voluntad de entente entre la administración catalana y Moncloa.
Contra el 55% de ‘síes’
En su misiva reprochan que la dirección pida «un mínimo del 55% para el ‘sí’». Afirman que no les parece «democrático dar más peso al voto emitido por un ciudadano que vota ‘no’ (contraviniendo el principio democrático de ‘una persona un voto’), sino que este resultado sobradamente favorable ya lo tuvimos el 1 de octubre de 2017, cuando más del 90% de los votos escrutados fueron a favor del sí a la independencia».
Por lo que respecta a la segunda condición, que haya una participación del 50%, reprochan que «los datos oficiales de participación del referéndum del 1 de octubre no se han publicado nunca de forma oficial». Y «están seguros» de que en «algún sitio debe constar el número de votos emitidos y, por el motivo que sea no se ha publicado, pese a que en un primer momento se difundió la cifra de 3.130.000 votantes».
En la misma línea, critican que deba formularse una pregunta clara, porque entienden que no hubo pregunta más clara que la del 1-O. En este sentido, instan a la cúpula de la formación a recuperar la vía unilateral y que «el proceso de negociación» sea a escala internacional, para culminar lo que se empezó en 2017.
Con todo, hay muy pocas probabilidades que la modificación de estas bases prospere. La dirección de ERC ha descartado cambiar el rumbo de su vía pragmática consistente en alcanzar pactos con el Gobierno. En su momento, ya hubo corrientes internas que pidieron la destitución del portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, por su «deriva españolista». Pero la dirección ha logrado compactar el partido más allá de la posición de una parte de sus militantes.
