El Govern destina 45.000 euros a impulsar un 'PIB de la felicidad' en Cataluña
La Consejería de Presidència se inspira en el índice de la ONU que calcula la felicidad de España y otros 145 países, pero no de las regiones subestatales
Pere Aragonès encabezando la reunión del Consell Executiu. | Jordi Bedmar/ERC
El Govern de la Generalitat de Cataluña ha impulsado la creación de un índice que mida la felicidad de los catalanes, que tomará como modelos el Índice Global de Felicidad de las Naciones Unidas y el Better Life Index de la OCDE. Para ello, el Departamento de Presidència ha adjudicado a la empresa Netquest un contrato por valor de 45.000 euros para la elaboración del trabajo de campo, consistente en 4.000 encuestas, para conocer la percepción de bienestar en varios ámbitos de las personas que viven y trabajan en Cataluña.
Estos indicadores que el Ejecutivo catalán eleva como ejemplo se inspiran en el concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNC) o Felicidad Interna Bruta (FIB) que considera que el crecimiento económico, que se mide a través del PIB, no debe ser la única pauta para calcular el bienestar de una sociedad. Se trata de un índice propuesto por Jigme Singye Wangchuck, rey de Bután, en 1972, como respuesta a las críticas de la constante pobreza económica de su país. Este concepto se aplicaba a las peculiaridades de la economía de Bután, cuya cultura estaba basada principalmente en el budismo.
Bautizado como Índice de Bienestar de la Persona (IBP), servirá para saber cómo se sienten los catalanes y qué factores contribuyen más a un buen nivel de satisfacción personal con el fin de analizar qué provoca el estado subjetivo de la felicidad. Con los resultados, se buscará «impulsar políticas públicas» que promuevan el bienestar en la vida.
Políticas para «la felicidad de la sociedad»
El estudio estará compuesto de tres fases. La primera consistirá en obtener una muestra representativa de la población catalana a través de sondeos a 4.000 personas mayores de 18 años elegidas aleatoriamente. Existe la opción que esta encuesta se complemente con «estudios focales» de colectivos sociales específicos con el fin de ampliar la representación de la muestra. Los resultados estarán ultimados antes del verano y permitirán disponer de una primera magnitud sobre el nivel de felicidad de los catalanes.
En la segunda fase se monitorizará mediante olas periódicas la evolución en el tiempo de bienestar con el objetivo de saber si las políticas del Govern inciden de manera positiva en la felicidad de la sociedad. Finalmente, la tercera fase integrará el indicador de «bienestar percibido» de la sociedad catalana en un sistema de indicadores globales para conocer el estado de bienestar en Cataluña.
Una vez se obtengan las conclusiones servirá para compararlos con la de otros territorios como Reino Unido o Nueva Zelanda, que en sus estudios demoscópicos oficiales preguntan directamente a la ciudadanía si son felices. Las preguntas son «científicamente ya validadas en el ámbito internacional», explicaron desde el Govern durante su presentación.
Finlandia lidera la felicidad
El informe Índice Global de Felicidad 2022 que publica la Organización de las Naciones Unidas (ONU) refleja que Finlandia es el país donde más ciudadanos se perciben como felices por quinto año consecutivo. Le siguen Dinamarca e Islandia.
Por contra, España ocupa la posición 29, por detrás de Rumanía. El país cuyos habitantes de consideran menos felices del mundo es Afganistán. La empresa Gallup elabora el informe a partir de encuestas a personas de 146 países. Las variables que se combinan son la percepción de felicidad con datos como el PIB por cápita, la esperanza de vida saludable, la libertad de tomar decisiones significativas o la corrupción.
La ONU solo calcula la felicidad en los países reconocidos internacionalmente y sin desglose por regiones, lo cual no permite conocer la percepción de felicidad en Cataluña. El nuevo índice que impulsa Cataluña permitirá a las autoridades políticas conocer su propio nivel de bienestar.
