Se busca culpable de que Catalunya Ràdio y Rac1 hayan perdido más de 100.000 oyentes
El locutor estrella de la emisora del Conde de Godó da explicaciones en las redes ante las acusaciones de que su giro editorial les ha hecho perder audiencia
El exjugador del FC Barcelona Gerard Piqué en una entrevista en RAC1. | Europa Press
El malestar del independentismo con el cambio editorial de las principales emisoras de Cataluña, Rac1 y Catalunya Ràdio, tras el fracaso del procés rupturista, ha propiciado que los independentistas más acérrimos se fijen ahora en los datos de audiencia para cargar contra las cadenas. El primer Estudio General de Medios (EGM) del año revela que las dos emisoras han perdido cada una de ellas más de 100.000 oyentes.
Rac1 ha caído de los 967.000 oyentes hasta los 855.000, y Catalunya Ràdio ha descendido a los 531.000 seguidores, respecto a los 644.000 que tenía.
Como informó THE OBJECTIVE, esta tendencia no es nueva. En diciembre de 2022 también culminaron el año con un notable descenso. Respecto al ejercicio anterior, Rac1 había perdido 86.000 seguidores, mientras que Catalunya Ràdio sufrió una caída más suave, de 29.000 oyentes. En total, significó una cifra de 115.ooo fieles menos de 2021 a 2022.
Jordi Basté da explicaciones
A la espera de cómo evolucionen las audiencias en los próximos trimestres del año, esta caída ha motivado que se busquen culpables. El cantautor y exdiputado de Junts, Lluís Llach, ha arremetido contra Catalunya Ràdio y Rac1 por «abaratar los contenidos» en un comentario en Twitter que sugería que el abandono de las tesis independentistas sería el motivo del descenso.
«Que Rac1 y Catalunya Ràdio hayan perdido más de 100.000 oyentes cada una debe tener explicaciones. Los buenos profesionales, que lo son, deberían reflexionar. Abaratar los contenidos quiere decir que mucha gente que les seguía se descuelga. Algunos por desinterés, otros por vergüenza», abundaba.
Tras su comentario, el locutor estrella de la emisora del Conde de Godó, Jordi Basté, salía al paso negando la mayor: «Te lo explico, Lluís. Hace un año salíamos de la pandemia del coronavirus y empezaba una guerra y, claro, había mucho más interés informativo. Como en 2017 y 2018 con el procés. Esta es la explicación. Cuantas más informaciones atractivas, más interés de la audiencia. Saludos, maestro».
Sus explicaciones, sin embargo, no convencieron a muchos usuarios de la red social. Acérrimos independentistas protestaron por el giro de ambas cadenas y las señalaron como «sucursales del Estado español».
Pese a la bajada en audiencia, ambas emisoras siguen siendo líderes en Cataluña. La Cadena Ser es la tercera (con 354.000 oyentes), seguida por la Cope (256.000) y Onda Cero (140.000).
Si los viejos se van muriendo y en Catalunya lo único que cada vez hay más, son moros y subsaharianos, es de esperar que cada vez menos gente escuche esas radios. Independientemente de los contenidos que ofrezcan. Y no necesariamente por el idioma, precisamente.
Lo lógico sería que la población rechazase un idioma de odio utilizado como palanca de una limpieza étnica aunque lo dudo. La racionalidad de los catalanes ha demostrado sobradamente lo limitada que está.