Montero consolida su amistad con ERC: viaja a Cataluña a un acto del Govern e ignora a Sumar
Podemos ha empezado a pedir oficialmente el voto para Sumar después de semanas de silencio
La ministra de Igualdad, Irene Montero | Europa Press
La ministra de Igualdad, Irene Montero, viajó el pasado viernes a Barcelona para asistir en un acto del Govern de Cataluña. Se trata de una demostración de amistad de la número dos de Podemos con la formación de Pere Aragonès y Gabriel Rufián, que se escenifica en plena campaña electoral y ante la tibieza de la ministra y otros referentes de la cúpula morada a la hora de pedir el voto para Sumar. El perfil oficial en redes de Podemos mencionó directamente a Sumar por primera vez el pasado jueves. Pero hasta ahora, tanto Montero como Pablo Iglesias mantienen un perfil bajo.
Montero aceptó la invitación de la consejera de Igualdad Tania Verge (ERC) en un encuentro moderado por la portavoz del ejecutivo catalán Patricia Plaja que se celebró el viernes en el Palau Robert de Barcelona. Llama la atención la presencia de Montero, porque hasta ahora la ministra ha rechazado participar a entrevistas en medios de comunicación y tan solo ha acudido a eventos oficiales organizados por su ministerio y al plató de la televisión de Pablo Iglesias, Canal Red.
En Podemos admiten que la presencia de Montero en Cataluña con representantes del Gobierno de Pere Aragonès tiene un sabor a provocación. ERC pugna con los Comunes de Ada Colau, que forman parte de la coalición de Sumar, por el mismo espacio político. Es más, el candidato Gabriel Rufián ha manifestado a lo largo de la precampaña electoral duras críticas con la formación de Yolanda Díaz, que han enojado al entorno de la ministra de Trabajo. El pasado 4 de julio, Rufián dijo que le preocupaba más Díaz que Santiago Abascal, y reprochó a Sumar haber quitado de su programa electoral la defensa del derecho a decidir.
Entente con ERC y Bildu
Podemos lleva tiempo consolidando su entente con ERC y Bildu. El acercamiento del partido de Iglesias y Montero con los partidos nacionalistas de izquierdas en el País Vasco y Cataluña ha sido uno de los ejes de su actividad parlamentaria en la última legislatura. Y los morados a menudo han pedido a Díaz no alejarse de esa línea política. Díaz, sin embargo, quiere afianzar una estrategia propia con los nacionalistas, apostando por una sustancial desconexión. A pesar de eso, Podemos decidió confluir en Sumar a principios de junio tras una negociación dolorosa en la que Montero tuvo que asumir el veto de Díaz ante su presencia en las listas electorales.
Aun así, en Podemos no quiere que se les tache de traidores. Y por eso, desde el jueves, el partido morado ha pedido oficialmente a sus votantes respaldar a Sumar. El viernes, el portavoz nacional Pablo Fernández ha reiterado esa idea en una entrevista en el Canal Red. Pero las fuentes de Podemos consultadas sostienen que se trata de un respaldo medido y táctico para evitar ser señalados como los culpables de un pinchazo de Díaz: «Han basado la campaña en que no les puedan acusar del mal resultado», comentan en el partido morado para referirse a las decisiones que está tomando al dirección estatal.
Pero la presencia de Montero en un encuentro con los consejeros de ERC lanza el mensaje de que Podemos está más cerca de los republicanos catalanes que de los Comunes de Colau. «Parece que su referente en Cataluña sea ERC y no los Comunes», admiten las fuentes consultadas.
Alianza electoral
Los Comunes de Colau llevan meses detectando movimientos sospechosos de Podemos en Cataluña. La ministra ha realizado ya varios viajes para encontrar a miembros del Gobierno catalán y ha aceptado entrevistas con medios vinculados a ERC. En plena negociación para las listas electorales, los Comunes acusaron a Podemos de estar negociando en secreto con ERC una alianza electoral, que, sin embargo, finalmente no cuajó.
Colau, al igual que Alberto Garzón, se descolgó de las listas electorales de Sumar. Y esa decisión puso a Montero entre la espada y la pared, puesto que Díaz defendía la necesidad de que las figuras más conocidas de los partidos que participaban en Sumar dieran un paso al lado. Montero no quería renunciar a su puesto en las listas electorales, pero finalmente aceptó el diktat de Díaz en el medio de una lucha interna que está lejos de resolverse.
En Podemos, además, hay quien pronostica que después de la votación del 23 de julio, los diputados morados que entren en el Congreso tendrán la tentación de descolgarse de Sumar para tener un grupo parlamentario propio. Y en esa operación podría ser necesario el apoyo de ERC, que puede prestar unos diputados para que los de Podemos alcancen el número mínimo exigido para formar su equipo independiente en el hemiciclo.
