Valencia impone en una de sus pedanías el 'modelo Ikea' de parkings ante futuras danas
En La Torre siete personas murieron ahogadas en el garaje del edificio cuando trataban de salvar sus coches

Destrozos materiales tras el paso de la dana en el barrio de la Torre. | Rober Solsona (Europa Press)
El Ayuntamiento de Valencia ha decidido tomar una medida urbanística sin precedentes en una de sus pedanías más golpeadas por la dana del 29 de octubre de 2024: La Torre. Allí, donde siete personas murieron ahogadas en un garaje subterráneo convertido en trampa mortal por las inundaciones, las nuevas edificaciones deberán contar con aparcamientos en altura para evitar que se repita una tragedia de tal magnitud.
El acuerdo ha sido anunciado este viernes por el portavoz del gobierno municipal, Juan Carlos Caballero, tras ser aprobado en la Junta de Gobierno Local. Se trata de una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) específica para esta zona de la ciudad, que obligará a que los aparcamientos de los nuevos edificios no se sitúen bajo tierra, sino sobre rasante. Con ello, el consistorio pretende blindar esta zona frente a futuras inundaciones provocadas por fenómenos extremos como las danas.
«De todas las catástrofes también se aprende», ha afirmado Caballero. «Hemos tenido el ejemplo durante la dana de que muchos garajes subterráneos se han anegado por completo, pero ha habido un modelo que ha resistido. Lo vimos, por ejemplo, en Ikea, en Alfafar, donde los aparcamientos en altura evitaron daños mayores. Y por eso lo hacemos: por sentido común y porque así nos lo pidieron expertos en la comisión de estudio para la reconstrucción de la dana», añadió.
Próxima a El Poyo
La Torre es una pedanía del sur de Valencia, próxima al cauce del barranco del Poyo. Durante la fatídica tarde del 29 de octubre, una tromba de agua anegó en cuestión de minutos varias pedanías de la ciudad y su área metropolitana. En La Torre, siete vecinos perdieron la vida dentro de un garaje comunitario que carecía de salidas seguras a la finca. Las dos puertas peatonales del aparcamiento daban directamente a la calle y no pudieron ser abiertas debido a la presión del agua. Varias de las víctimas habían bajado al garaje alertadas por la lluvia para intentar poner a salvo sus vehículos. Quedaron atrapadas sin posibilidad de salir.
«Papá, esto está muy jodido», le dijo Rubén Lima, agente de la Policía Local de Valencia, a su padre minutos antes de ser arrastrado por la corriente. Rubén estaba junto a cinco personas más, tres vecinos y una pareja que también utilizaba ese aparcamiento. El tsunami terrestre que se desbordó desde el barranco irrumpió por la única puerta para vehículos y lo inundó por completo. Una séptima víctima fue absorbida por la corriente cuando intentaba salir de casa. La escena, que conmocionó al país, ha marcado un antes y un después en la política urbanística de la capital valenciana.
El concejal de Urbanismo, Vivienda y Licencias, Juan Giner, ha explicado que el nuevo modelo urbanístico permitirá a los promotores situar las plazas de aparcamiento en las plantas primera y segunda, por encima del nivel de la calle. Esta medida, conocida como «modelo Ikea» por su similitud con el diseño de grandes superficies comerciales, tiene una doble ventaja: protege los vehículos de las inundaciones y no penaliza la edificabilidad, ya que las plantas de aparcamiento en altura no computarán en el cálculo urbanístico, al igual que sucede con los garajes subterráneos.
«El reto que nos deja esta tragedia es diseñar edificaciones más seguras, con especial atención a los espacios públicos, jardines, dotaciones e infraestructuras situadas en zonas vulnerables a inundaciones», ha destacado Giner. «Las soluciones que planteamos son habituales en otros países y han demostrado su eficacia».
También semisótano elevado
Además del aparcamiento en plantas superiores, el plan contempla una segunda alternativa para las nuevas construcciones: el semisótano elevado. En este caso, los aparcamientos se situarán a más de 1,5 metros sobre la rasante de la calle, formando una plataforma elevada a la que se accederá mediante rampas. Así, tanto el acceso al garaje como a la torre del edificio estarán a salvo del nivel habitual de acumulación de agua en episodios de lluvias torrenciales.
Estas modificaciones no afectarán a las edificaciones ya existentes, pero marcarán un estándar exigente para todo lo que se construya a partir de ahora en la zona. El consistorio ha querido dejar claro que no se trata de una solución estética, sino de una medida de protección ciudadana ante lo que ya no se considera una excepción meteorológica, sino un riesgo recurrente.
El uso del «modelo Ikea» como referencia no es casual. Durante la misma dana que arrasó La Torre, el centro comercial de Alfafar —situado en una zona también propensa a inundaciones— resistió sin apenas daños gracias a su diseño: aparcamientos elevados, estructuras ventiladas y plataformas de acceso sobreelevadas. Este ejemplo ha servido a técnicos y urbanistas como referencia práctica en la elaboración del nuevo planteamiento urbanístico.
Fuentes municipales han indicado que este cambio en el PGOU de La Torre podría ser el primero de varios ajustes normativos en barrios especialmente expuestos a fenómenos extremos. En paralelo, se estudian medidas complementarias para mejorar los sistemas de evacuación de agua, la instalación de sensores de alerta temprana y la revisión de las ordenanzas sobre salidas peatonales en garajes subterráneos.
En ese sentido, el Ayuntamiento aspira a que sirva de punto de inflexión para revisar un urbanismo que, hasta ahora, no contemplaba la amenaza creciente de las lluvias torrenciales. Como expresó uno de los padres de las víctimas tras enterrar a su hijo: «A mi hijo no me lo van a devolver, pero que esta desgracia sirva para que no le pase a nadie más».