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Comunidad Valenciana

El Valencia Basket se plantea jugar a puerta cerrada ante el Hapoel Tel Aviv por seguridad

Valencia será el primer termómetro sobre la participación de equipos israelíes en competiciones deportivas

El Valencia Basket se plantea jugar a puerta cerrada ante el Hapoel Tel Aviv por seguridad

La policía tratará de evitar incidentes en Valencia de los radicales como en Madrid | Jesús Hellín / Europa Press

El Valencia Basket sopesa disputar a puerta cerrada el partido de Euroliga previsto para el próximo 15 de octubre ante el Hapoel Tel Aviv, debido a las crecientes tensiones políticas y sociales generadas por la presencia de equipos israelíes en competiciones deportivas internacionales. La entidad naranja, según ha confirmado su director general Enric Carbonell, ya ha establecido contactos con la Delegación del Gobierno y con la Euroliga para coordinar un plan de seguridad ante un evento que, salvo giro de última hora, será considerado de alto riesgo.

El club valenciano será el primero en España en recibir a un equipo israelí en la actual edición de la Euroliga, cuya primera jornada arranca el 30 de septiembre. A falta de un mes para ese encuentro, el nuevo pabellón del Roig Arena se prepara para un contexto extraordinario que ha llevado a sus responsables a considerar repetir el modelo aplicado en abril, cuando en las semifinales de la Eurocup frente al mismo rival no se pusieron entradas a la venta para evitar altercados por parte de los más radicales. Aquel partido, que se saldó con victoria del Hapoel, ya se celebró bajo grandes medidas de seguridad.

El precedente de La Vuelta

La alerta del Valencia Basket ha venido creciendo tras los incidentes recientes durante La Vuelta a España, especialmente la cancelación del pasado domingo 14 en Madrid, cuando manifestaciones propalestinas boicotearon el final de la competición por la participación del equipo ciclista Israel Premier-Tech. Al día siguiente, lunes 15 de septiembre, el club valenciano contactó con la Delegación del Gobierno, encabezada por Pilar Bernabé, para abordar la gestión del dispositivo de seguridad.

El contexto no ha dejado de tensarse desde entonces. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se pronunció este lunes a favor de expulsar a los representantes israelíes de las competiciones deportivas, lo que ha avivado el debate sobre la continuidad de clubes como el Hapoel Tel Aviv o el Maccabi Tel Aviv en torneos europeos. No obstante, la Euroliga carece de competencia para adoptar una decisión de ese calibre. Solo organismos internacionales como el Comité Olímpico Internacional o la FIBA podrían intervenir para modificar la composición de los participantes, como ya ocurrió en el pasado con los equipos rusos tras la invasión de Ucrania.

«No decidimos qué equipos juegan»

En una conferencia de prensa celebrada este jueves, el director general del club valenciano, Enric Carbonell, ha subrayado que el Valencia Basket no tiene poder de decisión sobre la participación de clubes como el Hapoel Tel Aviv: «La Euroliga decide qué equipos juegan y qué equipos no juegan. Nosotros no estamos invitados a esa mesa», ha explicado.

Carbonell ha insistido en que la prioridad absoluta es la seguridad, tanto de los jugadores como de los aficionados.
«Nuestro objetivo es garantizar la seguridad de los aficionados que vengan al partido, y por supuesto de los jugadores. Desgraciadamente, poco más podemos hacer», ha afirmado . Entre las opciones sobre la mesa, una de las más probables es no vender entradas para el encuentro, tal y como ocurrió el pasado mes de abril: «No tenemos la decisión tomada, pero tenemos los antecedentes de la pasada campaña cuando decidimos no vender entradas para asegurar la seguridad, para que nadie entre buscando otras cosas que no sea disfrutar del baloncesto», ha recordado.

Partidos fuera de Israel

En paralelo, el Valencia Basket mantiene una comunicación constante con el Basket Manresa, que también recibirá en su cancha al Hapoel Jerusalén durante esa semana. Ambos clubes, explica Carbonell, están siguiendo una estrategia similar. «Estamos teniendo mucha comunicación entre los dos clubes para, si el otro hace algo bien, hacerlo igual», ha explicado. Esta cooperación busca coordinar protocolos de actuación que minimicen riesgos y refuercen la respuesta ante posibles protestas.

Mientras tanto, cabe destacar que los equipos israelíes están disputando sus partidos locales fuera del país. En el caso del Hapoel Tel Aviv, los encuentros en casa se jugarán en Sofía (Bulgaria), mientras que el Maccabi Tel Aviv lo hará en Belgrado (Serbia). Los partidos como visitantes, sin embargo, continúan programados con normalidad, lo que obliga a los clubes anfitriones a preparar dispositivos especiales.

Un clima más crispado que en abril

El duelo del 15 de octubre en el Roig Arena tendrá lugar en un entorno mucho más tenso que el vivido el pasado abril, cuando el Hapoel eliminó al Valencia Basket en las semifinales de la Eurocup. Aunque ya entonces se desplegó un importante dispositivo de seguridad en el anterior pabellón de Fonteta, el clima social actual, marcado por las imágenes de Gaza y la presión política, añade una dimensión distinta al problema.

«El Valencia tiene que ser igual de coherente ahora que hace 20 años», apuntó Carbonell, recordando el precedente de 2004, cuando el club se negó a viajar a Tel Aviv por las amenazas del grupo terrorista Hamás tras el asesinato de su líder espiritual.
«Entonces pedimos el aplazamiento del partido por seguridad, pero la Euroliga lo mantuvo y nos lo dieron por perdido. Lo importante es actuar con sentido común y coherencia», subrayó.

A menos de un mes del choque frente al Hapoel, todo apunta a que el partido será declarado de alto riesgo, lo que implicará una movilización especial de las fuerzas de seguridad del Estado. El club, por su parte, sigue trabajando con discreción y prudencia, evitando alimentar polémicas pero tomando medidas preventivas.

«Hablar de otras cosas es hablar por hablar. Es algo que, sinceramente, se nos escapa», ha concluido Carbonell. En sus palabras resuena la sensación de estar en medio de una tormenta política y mediática que el club no controla, pero que le obliga a actuar con responsabilidad y a valorar medidas excepcionales como disputar el partido a puerta cerrada.

La decisión final, en cualquier caso, deberá tomarse pronto. El reloj corre, y Valencia será el primer termómetro en España del conflicto entre deporte y política internacional.

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