The Objective
Comunidad Valenciana

El jefe de Gabinete de Mazón asegura que le avisó a las 17 horas del día de la dana de Utiel

Cuenca defiende que la gestión de la emergencia fue técnica y que ni él ni Mazón tomaron decisiones operativas

El jefe de Gabinete de Mazón asegura que le avisó a las 17 horas del día de la dana de Utiel

José Manuel Cuenca, a su llegada a los juzgados de Catarroja. | Jorge Gil (Europa Press)

José Manuel Cuenca, jefe de Gabinete del presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón e integrante de su «núcleo duro», ha asegurado este miércoles ante la juez de Catarroja que minutos antes de las 17 horas del 29 de octubre de 2024, día de la catástrofe de la dana, informó por WhatsApp al president de que la situación en Utiel se estaba «complicando». En ese momento, según relató el propio testigo, Mazón se encontraba comiendo en el restaurante El Ventorro junto a la periodista Maribel Vilaplana.

Cuenca, citado como testigo por su proximidad al presidente —además de responsabilidad institucional, comparte vivienda con él—, ha comparecido ante la magistrada para esclarecer las comunicaciones cruzadas entre Presidencia, la consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, y otros altos cargos durante las horas críticas de la riada que dejó 229 fallecidos.

Según ha explicado, su primer contacto relevante ese día con Pradas se produjo a las 13.19 horas, cuando la entonces consellera le comunicó que, ante la activación de la situación 1 de Emergencias, tenía previsto desplazarse a la comarca de la Ribera Alta de Valencia, foco inicial de las lluvias torrenciales. Pradas le pidió expresamente que se lo trasladara al presidente. Cuenca ha afirmado que así lo hizo, aprovechando que él permanecía en el Palau revisando documentación de la jornada.

Conversaciones clave

El jefe de Gabinete ha relatado que a las 16.48 horas volvió a hablar con Pradas, quien le informó de que la atención se centraba ya en Utiel, donde se estaba desplegando la UME. Ocho minutos después, a las 16.56, mantuvieron una tercera llamad. Cuenca quería saber si era posible acceder en coche al municipio para valorar un eventual desplazamiento del presidente junto a la consejera. Pradas le dijo que no era posible pues incluso la UME estaba encontrando dificultades de acceso.

Es tras estas comunicaciones cuando, según su testimonio, Cuenca escribe a Mazón por WhatsApp: «Va a empezar el Cecopi y la situación en Utiel se complica. Cuando acabe podríais ir». El presidente —según la versión del testigo— le respondió con un «perfecto», mostrando la intención de desplazarse allí después de la reunión.

Cuenca ha aclarado ante la juez que en ningún momento consideró necesario que Mazón acudiera al Cecopi, porque se trataba de un órgano estrictamente técnico: «La emergencia funcionaba con normalidad y era coordinada por la Consejeria. No pensé que el presidente tuviera que ir allí, sino a Utiel cuando acabara el Cecopi».

La comida con Vilaplana

Sobre la comida en El Ventorro, elemento central en la investigación, Cuenca ha precisado que solo él conocía con exactitud dónde y con quién comía Mazón, pues fue quien sugirió y cerró la reserva, igual que había hecho —explicó— con otros posibles perfiles para la dirección de À Punt. Ha afirmado que nadie más en Presidencia sabía con quién se reunía el presidente y que los escoltas únicamente tienen comunicación con la directora general de la Secretaría del Gabinete del presidente de la Generalitat, Pilar Montes, que les indica la localización, pero no la identidad del acompañante.

El testigo ha insistido en que Mazón utilizaba un único teléfono móvil, su línea personal, tanto para asuntos privados como institucionales. «Nunca ha tenido una segunda línea; siempre le he localizado en su teléfono de toda la vida», indicó.

Cuenca ha explicado que tras su mensaje a Mazón a las 17 horas ya no volvió a hablar con él hasta las 19.41 horas, cuando el presidente lo llamó para preguntarle dónde estaba. El jefe de Gabinete regresaba desde Xàtiva, donde había acudido por un asunto personal y desde donde pretendía volver en un cercanías previsto a las 19 horas. Pero la estación advirtió de que el tren quizá no saldría, y decidió tomar un taxi.

El trayecto se convirtió en un punto ciego con retenciones severas en Carlet, desconocimiento de la magnitud real de la emergencia y dificultades de comunicación. Según relató, la llamada perdida con Pradas a las 18.25 pudo deberse a falta de cobertura. La devolución de llamada posterior se produjo a las 19.07, cuando —según ha recordado— la consejera le dijo que no podía hablar porque estaba en pleno despliegue de emergencia y a punto de intervenir el director de la CHJ, Miguel Polo.

Durante su viaje en taxi, explicó que contactó con varios alcaldes —como los de Alginet y Torrent— para intentar canalizar peticiones de maquinaria o derivar avisos al 112. También habló con el director de Emergencias, Emilio Argüeso, para informarse del desbordamiento del río Magro, información que no trasladó a Mazón.

A las 19.41, Mazón lo llamó y le informó de que iba a desplazarse hasta La Eliana. Le indicó que, cuando lograra llegar a Valencia, acudiera allí. Más tarde, ya desde La Eliana, lo llamaron de nuevo para pedirle que gestionara una comunicación con Telefónica ante la caída de las líneas.

Cuenca subrayó que en ningún momento recibió aviso alguno de que el presidente estuviera ilocalizable: «Nadie me dijo durante la tarde que no se pudiera contactar con Mazón».

ES-Alert y conocimiento de la situación

A preguntas del Ministerio Fiscal, Cuenca declaró que se enteró de la alerta roja en el coche por la mañana, camino del Palau, porque la consejera Pradas se lo comunicó ese mismo día a primera hora. Aseguró que no recibió ninguna alerta hidrológica directamente, pues la gestión correspondía a la Consejeria y al 112.

Sobre el ES-Alert, dijo haberse enterado cuando lo recibió en su móvil, y que en ese momento asumió que estaba vinculado a la alerta por la presa de Forata en riesgo de rotura. No avisó al presidente ni a ningún otro departamento.

El jefe de Gabinete reconoció que pasó la noche atrapado en el área industrial de Carlet, llegó a Gandía de madrugada y no pudo alcanzar Valencia hasta las 10.00 del día 30. Aseguró que no conoció la magnitud del desastre hasta la mañana siguiente. Cuenca insistió en que, durante las horas críticas, la gestión de la emergencia fue técnica y que ni él ni Mazón tomaron decisiones operativas: «El presidente estuvo localizable en todo momento y nadie le reclamó para una decisión concreta».

Publicidad