Los yihadistas detenidos en Madrid buscaban granadas y fusiles para una “grave acción terrorista”
Con la detención de los dos jóvenes, llevada a cabo por agentes de la Policía Nacional el pasado 28 de diciembre, las fuerzas de seguridad consiguieron desarticular la célula terrorista “operativa” y neutralizar la amenaza de atentado. Sin embargo, las brigadas antiterroristas sigue investigando el recorrido de las armas que pretendían comprar y el “adoctrinador” del grupo continua siendo desconocido. Ambos arrestados, Edrissa Ceesay Sanuwo y Samir Sennouni Mouh, de 18 y 25 años, de nacionalidad española pero de origen marroquí y gambiano, se radicalizaron en una escuela coránica de Madrid. Las fuentes aseguran que llevaban mucho tiempo detrás de la célula y decidieron practicar las detenciones por la peligrosidad que suponían los sospechosos ante la proximidad de las fechas navideñas, donde los momentos de masificación en las calles ofrecen escenarios de especial vulnerabilidad. Además, los presuntos yihadistas, a las que ya les fueron confiscadas diferentes armas en el momento de la detención, contaban con grandes medidas de seguridad para no ser atrapados y mantenían contactos con otros delincuentes.
Los dos presuntos terroristas del Estado Islámico detenidos la semana pasada en Madrid pretendían comprar granadas, dos fusiles de asalto kalashnikov AK-47 y numerosas cajas de munición, según han informado a Efe fuentes de la lucha antiterrorista. Según señalan los agentes consultados, los presuntos yihadistas planeaban realizar una “grave acción terrorista” en la capital.
Con la detención de los dos jóvenes, llevada a cabo por agentes de la Policía Nacional el pasado 28 de diciembre, las fuerzas de seguridad consiguieron desarticular la célula terrorista “operativa” y neutralizar la amenaza de atentado. Sin embargo, las brigadas antiterroristas sigue investigando el recorrido de las armas que pretendían comprar y el “adoctrinador” del grupo continua siendo desconocido. Ambos arrestados, Edrissa Ceesay Sanuwo y Samir Sennouni Mouh, de 18 y 25 años, de nacionalidad española pero de origen marroquí y gambiano, se radicalizaron en una escuela coránica de Madrid. Las fuentes aseguran que llevaban mucho tiempo detrás de la célula y decidieron practicar las detenciones por la peligrosidad que suponían los sospechosos ante la proximidad de las fechas navideñas, donde los momentos de masificación en las calles ofrecen escenarios de especial vulnerabilidad. Además, los presuntos yihadistas, a las que ya les fueron confiscadas diferentes armas en el momento de la detención, contaban con grandes medidas de seguridad para no ser atrapados y mantenían contactos con otros delincuentes.