Primera querella grupal contra Billy El Niño por delitos contra la humanidad
Es la primera vez que varios querellantes se unen en una única acción judicial para acreditar «la sistematicidad y generalidad en la utilización de la tortura» durante el tardo-franquismo
Cinco afectados por presuntas torturas de Antonio González, alias Billy el Niño, y otros miembros de la Brigada Político Social del franquismo han interpuesto en Madrid la primera querella acumulada que se tramita en España por esos delitos contra la humanidad, para acreditar que eran algo sistemático.
Jesús Rodriguez Barrio, Enrique del Olmo García, Francisco Javier Maestro, Esteban Cabal y Roser Rius Camps han interpuesto este jueves en los juzgados de Plaza de Castilla una querella por delitos de tortura en un contexto de crímenes contra la humanidad dirigida contra Antonio González Pacheco y otros siete expolicías franquistas más. Todos los hechos denunciados ocurrieron entre 1971 y 1976.
Se trata de la primera vez que varios querellantes se unen en una única acción judicial para acreditar «la sistematicidad y generalidad en la utilización de la tortura contra los opositores políticos durante el denominado tardo-franquismo», según ha explicado la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina contra los Crímenes del Francisco (Ceaqua).
Ceaqua, que ha acompañado a los denunciantes, ha incidido en que esos crímenes «formaban parte de un ataque planificado, sistemático contra la población civil organizado desde los aparatos de la dictadura franquista».
Esta querella se suma a las 12 anteriores interpuestas en Madrid contra los mismos demandados. En toda España hay 36 querellas por delitos de torturas en un contexto de crímenes contra la humanidad durante el tardo-franquismo cometidos por miembros de la policía política y la Guardia Civil.
Los cinco afectados de la querella conjunta presentada este jueves eran en los años 70 militantes de la Liga Comunista o de sindicatos estudiantiles declarados ilegales que fueron detenidos por repartir pasquines o manifestarse. Ninguno había denunciado previamente, pero ahora lo consideran necesario y creen que unidos tendrán más fuerza.
Roser Rius Camps vivía en Madrid en 1974 y fue arrestada tras el atentado de la calle del Correo, perpetrado junto a la Dirección General de Seguridad y en el que murieron 13 personas. Pertenecía a la Liga Comunista Revolucionaria y fue acusada de asociación ilícita y propaganda ilegal.
«Durante tres días me torturaron, me pegaron sobre todo en los pies y no podía calzarme ni andar», ha recordado tras reconocer que no había denunciado antes porque los mandos policiales del franquismo continuaron luego en puestos altos, pero ahora cree necesario que se condene «que querían que toda la juventud no se moviera» y para que «aquello no vuelva a pasar».
En la misma línea, Enrique del Olmo, detenido en el año 1972, ha asegurado que «la querella colectiva es un acto de dignidad de los cientos de miles de personas que lucharon por acabar con un régimen infame, que torturaba y detenía por cosas que en cualquier parte del mudo eran legales, y un acto de reconocimiento para los que lucharon».
Esteban Cabal era menor cuando en octubre de 1976 le arrestaron y le torturaron durante siete días en la Dirección General de la Policía por pertenecer a una federación de estudiantes clandestina, y además Billy el Niño le amenazó con matarle si le denunciaba por esas agresiones, según ha recordado este jueves en declaraciones recogidas por Efe.
Por su parte Jesús Rodríguez Barrio sufrió tres detenciones en 1972, 1974 y 1975 acusado de manifestación, reunión y asociación ilegales. En una de ellas llegó a ser encañonado con un arma y ahora, cuando «la sociedad está concienciada», cree necesario denunciar «como acto de dignidad humana» con todos los que lucharon contra el franquismo.
Javier Maestro también fue detenido y torturado tres veces -en 1971, 1974 y 1976- y cree que aún hay miedo, por lo que anima a denunciar para realmente se cierre un etapa.