Desánimo en el PSOE de Madrid: «Sánchez ha prostituido las primarias»
«Hemos vuelto al error de los fichajes estrella», denuncian fuentes socialistas, «con la diferencia de que con Pepu Hernández no dimos este espectáculo»
Pedro Sánchez. | Europa Press.
El PSOE en Madrid se ha sumido en la depresión y la apatía. Ni siquiera hay conato de rebelión porque se asume que no serviría para nada. Sin embargo, el malestar y la indignación es notable. Primero, porque «se han prostituido las primarias» y segundo porque «le hemos regalado la campaña a Almeida», explican fuentes socialistas a THE OBJECTIVE. Diferentes cargos y dirigentes madrileños lamentan el «espectáculo» que ha ofrecido la dirección en la búsqueda de un candidato sin lograr evitar que trasciendan los nombres de los rechazos de Carmen Calvo, Luis García Montero, María Teresa Fernández de la Vega y Pilar Llop, adelantados por este periódico.
«Hemos vuelto al error de los fichajes estrella», denuncian estas fuentes, «con la diferencia de que con Pepu Hernández no dimos este espectáculo». «Se hizo con discreción y se anunció», aseguran, sin evidenciar la realidad de que el PSOE no tiene un candidato fuerte con el que presentarse a las urnas en la capital de España el próximo mes de mayo de 2023. «Después de esto, necesitaríamos un Obama para remontar y no tenemos un Obama», se lamentan.
Culpan directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el antaño candidato de las bases y primer secretario general elegido por primarias, que ha recurrido a un dedazo múltiple, con propuestas a al menos cinco candidatos, para sortear la decisión de la militancia. Una «prostitución de las primarias» que, recuerdan, «también se hizo con la decisión de encumbrar a Mercedes González como candidata por Madrid». La actual delegada del Gobierno logró la bendición de Sánchez para hacer tíquet electoral con Juan Lobato, el líder de los socialistas madrileños, éste candidato para la Comunidad de Madrid.
Tras la dimisión forzada de Ángel Gabilondo y José Manuel Franco hace un año, en las elecciones de mayo de 2021, Sánchez tomó las riendas y maniobró para reorganizar una federación hundida tras la debacle de los socialistas en Madrid y puso a disposición de la delegada del Gobierno en Madrid la plataforma gubernamental para la conformación de la Agrupación Madrid Ciudad, precuela de su candidatura a la capital. En ella contó con el apoyo de miembros de Moncloa y Ferraz que incluso formaron parte de su Ejecutiva: desde el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, hasta la jefa de gabinete de Félix Bolaños, Esther de la Mata. Y se retorcieron los estatutos acortando los plazos para la presentación de candidaturas a la nueva agrupación, lo cual fue tildado de «cacicada» por la mayoría del partido en Madrid.
Nadie se presentó entonces. «¿Quién se va a presentar contra ella sabiendo que Pedro Sánchez es su mentor?», alegaba un dirigente en Madrid. Pero Sánchez se la dio y Sánchez se la quitó. A finales de septiembre, el nombre de Mercedes González pasó a sumarse a la larga lista de estrellas fugaces de Sánchez en Madrid, que antes ocupó Hana Jalloul, ex ‘número dos’ de Ángel Gabilondo. Un apuesta fallida más del presidente, un nombre quemado más con el que el partido dijo haber «aprendido la lección de los fichajes estrella». Pero no han hecho más que tropezar una vez más sobre la misma piedra.
Guerra entre Lobato y González
Según relatan estas fuentes, la caída en desgracia de González no ha rebajado sin embargo la guerra entre la delegada del Gobierno y el líder del PSOE-M, Juan Lobato, que tiene lugar desde el principio de sus nombramientos. «Lobato ha conseguido el apoyo de Ferraz y Moncloa y se ha venido arriba, pero Mercedes se resiste a venirse abajo y está dando batalla». Un ejemplo de ello es lo acontecido hace una semana tras la reunión de la ejecutiva socialista, en la reunión entre los secretarios generales del PSOE-M. Allí, la agrupación Madrid Ciudad anunció la constitución de su propio Comité Electoral con autonomía respecto al órgano regional. Pero. desde la dirección del PSOE-M. se le comunicó que esta agrupación «no tiene competencias» para actuar con autonomía y que se pondrá a las órdenes del Comité Electoral regional en todo lo referido a la campaña.
Una reunión en la que alguno de los presentes también entonó las críticas contra la intervención de Moncloa y Ferraz: «Nos han aplicado un 155». Una queja elocuente ante la que tuvo que salir al paso el líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, quien dijo asumir personalmente la decisión sobre el candidato en el ayuntamiento de Madrid y responsabilizarse de lo que ocurra en mayo del 2023, ya que el líder del PSOE-M lleva semanas defendiendo que fue él quien dio nombres al presidente del Gobierno sobre los que se tomó la decisión que se conocerá en los próximos días.
Batalla interna y cascada de renuncias para liderar la candidatura, una mala combinación y augurio de un fracaso anticipado para las fuentes consultadas por este diario. Los socialistas madrileños son plenamente conscientes de que «vamos al abismo». «No hay ninguna opción de ganar, ni siquiera de ser líderes de la oposición como segunda fuerza, puesto que encabeza Más Madrid». La aspiración más realista de los socialistas madrileños es quedar terceros, mejorando resultados y sumando cerca de cinco concejales, lo cual les permitiría pasar de 8 a 13 miembros en el consistorio. «Sólo podemos aspirar a empezar la remontada mirando a 2027 porque 2023 está perdido». Una plaza maldita para el PSOE donde la militancia asiste con desánimo, enfado y frustración a las maniobras de un exlíder de la militancia que ahora da la espalda a las bases del partido.
