El 'ataque' a la estatua de la Legión en Madrid fue orquestado por un experto en montajes
El vídeo que acredita el supuesto acto de vandalismo al busto fue grabado por Fiacha O’Donell Pina, conocido por difundir montajes en el pasado
Estatua en honor a la Legión Española inaugurada el pasado mes de noviembre en Madrid. | Europa Press
La estatua en honor a la Legión Española, inaugurada en Madrid el pasado 8 de noviembre por el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, fue vandalizada este pasado domingo, primer día de 2023, por un grupo de activistas «antirracistas» y «anticolonialistas». Así lo aseguraron distintos medios, que documentaron la gesta con fotografías y vídeos, pero lo cierto es que nadie en el Ayuntamiento de Madrid se atreve a corroborar el episodio. Según ha podido saber THE OBJECTIVE por fuentes consistoriales, hubo una llamada que alertó a la Policía Municipal, pero para cuando la patrulla llegó, el grupo ya se había retirado y ahí no había ninguna señal de vandalismo.
Estos indicios, junto al perfil del autor del vídeo, hacen creer a un veterano legionario que forma parte de la Plataforma Patriótica Millán-Astray, y que se desplazó el domingo hasta el busto, que se trata de un «montaje fotográfico de la extrema izquierda», cuyo objetivo es «elevar la moral de su público, tan deprimido últimamente por las malas expectativas en todos los órdenes».
Tal y como denuncia Guillermo Rocafort, Fiacha O’Donell Pina es el «prestidigitador de las imágenes y los vídeos» que aparece como autor del vídeo en el que varios activistas con mascarilla «fingen colocar un busto de Franco en la punta de la bayoneta de la escultura». «Es un vídeo que despierta muchas sospechas, por cuanto el fondo es un decorado sin movimiento, la escalera que aparece en el suelo en una fotografía no encajaría con la usada y porque las fotografías que han trascendido huelen a Photoshop a distancia, amén de que ni la Policía Municipal ni el Ayuntamiento de Madrid tienen constancia del vandalismo», subraya.
El autor del vídeo, según el veterano legionario, es un «doctor en fakes», como se acredita en su tesis doctoral. Esta, en su página 82, reza lo siguiente: «El fake es un recurso utilizado en infinidad de contextos, desde el político al artístico, pero en general consiste en manipular documentos con el objetivo de hacer creer una realidad que no existe (…). No solo la mayor parte de lo que vemos es susceptible de pertenecer a un montaje, sino que la propia idea de realidad se construye desde los convencionalismos culturales más hegemónicos».
El miembro de la Plataforma Millán-Astray se refiere a O’Donell Pina como «un auténtico fenómeno y experto de las mentiras visuales con fines meramente políticos». De este modo, desacredita el supuesto boicot realizado el pasado 1 de enero a la estatua. Para más inri, el propio autor del vídeo admite en su tesis doctoral (pág. 83) que organizó un fake que llegó a tener trascendencia penal, denominado Comando 28. Este bulo logró penetrar en una investigación policial antiterrorista.
«El artista Fiacha O’Donnell construye todo un universo ficticio en internet sobre un grupo antisistema denominado Comando 28. Ni los personajes ni las acciones que realizan estos individuos son reales, todo se formaliza a través de videomontajes y fotomontajes publicados en la red con el objetivo de dar a entender que el comando está operativo y que las intervenciones que realizan son reales, pero todo pertenece al ámbito de la ficción», dice de sí mismo en su tesis.
Otro de sus fakes más destacados consistió en difundir imágenes falsas de unos cocineros que se dedicaban a eyacular en sus platos. Esto, bajo el pretexto de «abrir un debate sobre los límites que separan la realidad de la ficción». El debate lo zanjó la Fiscalía en 2016, cuando condenó a O’Donell a seis meses de prisión por un atentado contra los sentimientos religiosos por la simulación de una bomba que se colocó detrás de un confesionario de la Iglesia de Quijorna.
La estatua
La estatua, ubicada en la calle Vitruvio, junto al Estado Mayor de la Defensa, fue inaugurada el pasado mes de noviembre, con motivo del 100 aniversario de la Legión. El monumento de seis metros de altura y 20 toneladas de peso fue financiado por crowdfounding (micromezenazgo) y construido por el escultor Salvador Amaya.
La estatua ha soliviantado a la izquierda política y mediática, pero el propio Amaya, en conversación con este periodista, tildó de «absurda» la polémica, dado que el busto solo podría molestar a «alguien que no sabe de lo que está hablando». Y es que no hay ningún motivo para impedir la colocación del monumento, ni siquiera por razones vinculadas a la Ley de Memoria Histórica: esta es retrospectiva hasta 1936 y el busto representa a un legionario genérico de la época fundacional, previa a la Guerra Civil.
