Jota Abril: «La ciudad, la noche, los bares y la calle me dan mucha energía»

A partir del 4 de septiembre, presentará en la autonómica Telemadrid, junto a Minerva Piquero y María Gracia, el nuevo programa de las tardes. El título, Disfruta Madrid, parece hecho a su medida, pues disfrutar de su ciudad adoptiva es lo que ha intentado hacer desde que llegó a los 17 años, dejando atrás el Jaén de su infancia y adolescencia. De carácter jovial y extrovertido, con la sonrisa a flor de piel, Jota Abril ha conseguido adaptarse con facilidad a todo tipo de situaciones y circunstancias.

Se considera polivalente, «porque no soy experto en nada», pero puede presumir a sus 47 años de haber conseguido ganarse la vida trabajando en lo que más le gusta:  la radio, la televisión y la presentación de eventos sociales. Menor de siete hermanos, lleva con orgullo el haber sido pregonero en 2014 de las fiestas de San Lucas, evocando ese añorado Jaén al que vuelve en cuanto puede para reunirse con los suyos y organizar encuentros familiares multitudinarios. «Nos juntamos a comer 35 o 40 personas, entre hermanos, sobrinos y parejas. Eso es una maravilla. Lo que me ha hecho ser como soy», afirma en Fuera de micrófono.

En esta entrevista, Jota Abril – el nombre de pila, José Joaquín, ya solo lo usa en los documentos oficiales – habla de su trayectoria profesional, de sus viajes de ida y vuelta por Telemadrid y de lo feliz que se siente levantándose a las cinco de la mañana para preparar el programa despertador de Melodía FM, Parece mentira.

También recuerda las noches de fiesta por Madrid, sus inicios en la radio municipal, su paso por las mañanas de la tele – primero en Telemadrid, con Buenos días, y posteriormente en La Mañana de La 1, con Mariló Montero y María Casado, y en la edición veraniega de Espejo público, de Antena 3 –, así como las escapadas en familia a la sierra madrileña, descubriendo otros escenarios naturales.

PREGUNTA.- ¿Jota es el nombre abreviado o el nombre artístico?

RESPUESTA.- Mi madre me contó que, cuando nací, un amigo íntimo de mi padre llegó al hospital y dijo: «José Joaquín, Jota Jota». Me quedé con Jota Jota, hasta que se redujo a Jota. Salvo en los documentos oficiales, me resulta extraño que me llamen José Joaquín.

P.- Viniste de Jaén a Madrid con la ilusión de estudiar periodismo.

R.- Llegue a Madrid con 17 años. Tenía muy claro que el centro neurálgico para hacer lo que yo quería hacer – periodismo, comunicación, radio, tele, etc. – era Madrid. Madrid era el lugar donde tenía que estar, si quería dedicarme a este mundo.

P.- Madrid es además una ciudad acogedora.

R.- Es verdad que Madrid es de todos. Cuando llegas, no sólo te acoge, sino que te dice: tú formas parte de aquí, tú haces Madrid. Yo me he sentido así siempre. Me he involucrado en muchos aspectos y luego, al trabajar en Telemadrid, he conocido mucho mejor lo que ofrece esta Comunidad.

«Soy como los caballos, siempre me ha gustado tirar para adelante»

P.- ¿Nunca te planteaste volver a Jaén, una vez terminados los estudios?

R.- No soy muy de hacer planes. Tengo un punto inconsciente, que afortunadamente me ha venido muy bien. Yo me propongo algo y voy pensando que va a salir. Que luego no sale, pues ya veremos. En el camino encontraremos otras cosas. Siempre me ha gustado tirar para adelante. Soy como los caballos de los toros. Nunca he tenido muchos planes B. Eso sí, siempre que puedo, vuelvo a Jaén.

P.- Primero fue la radio, un medio que sigues compaginando con la televisión. ¿Qué tiene la radio que no tenga la televisión?  

R.- Me gusta cómo me has planteado la pregunta, porque generalmente me preguntan: ¿Qué te gusta más, la radio o la televisión? Para mi vida, son complementarias. Es verdad que, en buena parte de mi carrera, he conseguido compaginarlas. Empecé en IMEFE, la emisora del Ayuntamiento de Madrid, que es donde aprendí a hacer radio, luego seguí en Canal 7. Yo había sido disc jockey en bares y en bodas, para sacarme unas perras, y cuando llegué a la radio se me dio tan bien que al año siguiente me ofrecieron quedarme de profesor.

P.- ¿La radio es una buena escuela para hacer después televisión?

R.- Es verdad que la radio te curte. Te deja explayarte, no estás tan condicionado por los tiempos.

P.- Durante seis años presentaste en Telemadrid Buenos días. Eso también curte.

R.- Sí. Digamos que mi puesta de largo en televisión fue Buenos días, Madrid, un magacín que era una maravilla. Tenía una parte informativa, pero luego venía un médico a hablar de salud; David Bisbal, para hablar de su disco, o unos tíos que tocaban los bongos en El Retiro y acababas tocándolos tú. Era perfecto para mí.  Yo creo que ha sido el programa más completo que he hecho, donde mejor me lo he pasado y donde mejor he desarrollado lo que creo que sé hacer.

P.- Algo muy distinto a la presentación de Telenoticias 1, en el que también estuviste un tiempo.

R.- Ahí eres un conector de las noticias. Las cuentas, pero detrás hay un equipo editorial y unos compañeros de redacción que son quienes hacen el trabajo. Tienes menos margen de improvisación. Te limitas a contar noticias. No es el sitio donde me siento más a gusto, pero me gustó la experiencia y aprendí un montón.

«Me gusta la polivalencia, porque no soy experto en nada»

P. ¿Ser tan versátil o polivalente, tiene más ventajas que inconvenientes?

R.- Desvelas un poco mi trampa. Me gusta la polivalencia porque no soy experto en nada. Me gusta comunicar, ser el canal que cuenta las cosas. Y, si un día hay que contar noticias, se cuentan noticias, y si otro día hay que entrevistar a un grupo musical, se entrevista, y si tienes que hablar de un suceso o hacer un directo, lo haces, como así hicimos cuando la visita del Papa a Madrid o con motivo de los cien años de la Gran Vía. A mí me gusta probar un poco todo. Me siento muy cómodo ahí. Creo que no serviría para hablar de especialización en algo. Hay gente a la que admiro porque eso lo hace muy bien.

P.- Después de haber presentado Buenos días, en Telemadrid, pasaste por La Mañana de TVE, con Mariló Montero y María Casado, y por Espejo Público de Antena 3.

R.- Sí, te podría decir que estoy especializado en programas matinales de televisión. No los he hecho todos, pero he hecho La 1, Antena 3 y Telemadrid. También hice por la mañana en Mediaset un programa patrocinado por Land Rover. Sumando este, puedo decir que he estado en todas las grandes cadenas.

P.- ¿Es más relajado trabajar en una cadena pública que hacerlo en una privada, más condicionada por la audiencia?

R.- No nos engañemos. Ese yugo de la audiencia lo tiene todo el mundo: pública, privada, local, nacional o lo que quieras. Y así debe ser. Es nuestra droga y también nuestra condena: levantarte y a las ocho mirar a ver cómo ha ido la cosa. Yo no he notado la diferencia entre cadena pública y cadena privada. Al final, hay detrás una redacción y la forma de trabajar es muy parecida. Sí es cierto que, a veces, puedes tener más medios en una que en otra, pero, a nivel de trabajo, yo me he sentido muy cómodo en las dos.

P.- Si hubieras trabajado en Informativos, quizá hubieras tenido más presiones en una televisión pública.

R.- Y en una privada. La presión está en todos los lados. Cada televisión tiene su línea editorial. Es cierto que hay presiones políticas en la pública, aunque se diga que no las hay, y se debe luchar contra ello. Es un juguete maravilloso para un político tener una televisión y, cuando la han tenido que utilizar, la han utilizado. Luego, depende de ti el jugar o no esa partida. Pero en la televisión privada también existe una línea editorial y un director que te dice: por aquí, por allí o por allá. También depende de uno: si quieres tener esa independencia y si puedes tenerla. Mi paso por informativos ha sido bastante residual, frente a lo que hago de entretenimiento o magacín. Aquí existe menos presión.

P.- A partir del 4 de septiembre, Disfruta Madrid pasará a emitirse por las tardes, de lunes a viernes. Cuéntanos las novedades.

R.- Esta temporada Disfruta Madrid ha ido muy bien. Es un programa atípico, para bien. Principalmente, porque es positivo, algo que ahora se echa en falta. Y los madrileños han dicho: esto nos gusta. Yo llevo ya treinta años en Madrid y he descubierto un montón de sitios de Madrid que no sabía que existían. La cadena nos ha dado ahora la oportunidad de tener un programa diario, bajo el mismo título. Con Minerva Piquero, que es ya mi pareja de hecho, y María Gracia, que se incorpora. No ha podido ser mejor la elección.

«He disfrutado mucho la noche de Madrid y ahora disfruto el Madrid de día»

P.- Disfrutar de Madrid es casi una obviedad. ¿Cómo lo disfrutas tú?

R.- Se disfruta, pero te tienen que guiar, porque te puedes perder. Hay tantos planes diferentes, que te puedes agobiar, si quieres estar en todo. Yo he disfrutado mucho de Madrid. Cuando llegué, disfruté mucho la noche de Madrid. Luego, cuando empiezas a tener algunos años más, disfrutas del Madrid de día. Y ahora, que soy padre, disfruto de otros planes que hay, no solo en la capital sino en la Comunidad.

P.- Eres vicepresidente de la Academia de Televisión. ¿Cuál es el reto que tiene ahora mismo la institución?

R.- La Academia de Televisión no es un colegio profesional. Somos un punto de encuentro. Lo que queremos es preservar lo que ha sido y lo que es la televisión, y enfocar lo que puede ser en su futuro inmediato, porque los cambios son muy rápidos. Estamos ahí, con un montón de proyectos: un museo de la tele, los Premios Iris, los Premios Talento, los Premios Concha García Campoy… Se están haciendo también un montón de charlas especializadas sobre el mundo de las series y otros muchos temas.

P.- Además, en la radio diriges y presentas el morning show de Melodía FM, Parece mentira. 

R.- Me levanto a las cinco y cuarto. A las siete empiezo el programa, hasta las diez, y esas tres horas son las mejores del día. Luego, sigo activado. Yo presento radio, presento televisión, pero en un evento en directo es donde me siento más feliz. Esas son las tres patas.

«Haces un programa que va muy bien y luego haces el siguiente y es un chasco»

P.- Tengo un amigo que dice que es bueno tener los huevos colocados en distintos canastos… ¿A ti qué te parece?

R.- No sé si lo cumplo. En marzo de 2020, la pandemia me pilló sin tele y sin radio. Entonces, no había cestas, no había huevos, no había eventos… No había nada. Me tuve que reinventar un poco. Lo solucioné a través del mundo digital.

P.- En la televisión dependes de la audiencia y tampoco garantiza estabilidad.

R.- Hay muchos factores. Si alguien de este sector me pidiera consejo, le diría tranquilidad, porque, aunque seas la persona más templada del mundo, vas a tener momentos en los que vas a decir: aquí se acaba mi carrera. Pero al acabar esta frase todo puede cambiar otra vez. Nuestro mundo es así. No es lineal. Entras, sales; entras sales. Haces un programa que va muy bien y luego haces el siguiente y es un chasco. Son fases. Algo que forma parte de nuestra profesión. Hay muchos momentos de incertidumbre.

P.- A pesar de tus múltiples ocupaciones, ¿tienes tiempo de volver a Jaén para reencontrarte con tu gente?

R.- En Jaén tengo amigos del colegio, del Instituto y otros con los que sigo conectado cada día desde los 17 años. También tengo una familia de siete hermanos – yo soy el pequeño, el mimadito -; una familia muy unida, y siempre nos encontramos en Jaén. Tenemos una casa en el campo y allí es donde nos vemos. Somos muchos. Contando sobrinos y parejas, nos juntamos 35 o 40 para comer. Eso es una maravilla y lo que me ha hecho ser como soy.

P.- Creo que uno de los momentos más emocionantes de tu vida fue el pregón que diste hace unos años en las fiestas patronales de Jaén. ¿Te pusiste nervioso?

R.- Me puse muy nervioso. Fue muy emotivo. Para mí era una responsabilidad, pero también una satisfacción importante, dar el pregón desde el balcón del Ayuntamiento de la ciudad donde nací. Lo centré en mis recuerdos del Jaén de mi infancia y juventud. Mi padre había ya fallecido y lo recordé allí… Fue un momento fantástico, que tengo grabado en la memoria. También he tenido la suerte de dar el pregón de Las Rozas (Madrid), que es el pueblo donde vivo aquí.

«El cambio en Andalucía era necesario. Está bien que entre alguien a limpiar la casa»

P.- ¿Qué te parece el cambio político que se ha producido en Andalucía, después de tantos años de gobierno socialista?

R.- Los cambios siempre son positivos. A nivel político, permanecer tanto tiempo en una institución, al final, provoca grietas o fallas. Está bien que entre alguien a limpiar la casa, y luego ya veremos. El cambio político en Andalucía creo que era necesario. Los cambios políticos son sanos, y más ahora que el espectro político está mucho más polarizado y hay muchas opciones.

P.- ¿No crees que en las redes sociales se refleja una crispación y un enfrentamiento que no existe en la calle?

R.- Pienso y creo que las redes sociales no son para nada una representación de la sociedad. No hay más que darse un paseo por ahí y lo ves. Pero, desgraciadamente, sí influyen en la sociedad. Mi madre no es asidua a las redes sociales, pero las consecuencias de lo que pasa en ellas le acaban llegando y le genera un miedo infundado. Cada vez me gustan menos las redes sociales. En Twitter soy más espectador que participante. Me gusta dar buenas noticias. No suelo hablar de política. Ahora se ha politizado mucho más todo. Si eres del PP, no puedes tener un amigo del PSOE, si eres del PSOE no puedes tener un amigo de Vox, y si eres de Vox no puedes tener un amigo de Podemos, cuando al final las personas son personas.

P.- ¿Cuál es tu lugar preferido de Madrid?

R.- El ocio y la alegría de Madrid tienen que ir en vena. La ciudad, la noche, los bares, la calle, eso que está siempre tan vivo, me da mucha energía. Pero, con la edad, estoy descubriendo el extrarradio de Madrid.  Estoy descubriendo lo que es dar un paseo por Collado o por cualquier sitio de la sierra madrileña, como La Cabrera.