Defensa achaca el cambio del desfile en Madrid a la remodelación de Almeida en la Castellana
Rechaza que sea para alejar al público de la tribuna de Sánchez y evitar así posibles abucheos como otros años
La ministra de Defensa, Margarita Robles. | Europa Press
Las suspicacias que habían provocado los cambios introducidos en el trazado habitual del desfile militar del 12 de octubre en Madrid, trasladándose la tribuna de autoridades de la zona de Santiago Bernabéu a la Plaza de Neptuno, han llevado al Ministerio de Defensa a emitir una nota aclarando que se debe a «circunstancias sobrevenidas en la vía urbana ajenas» al departamento dirigido por Margarita Robles. Rechaza, así, que sea para alejar al público del palco donde estará el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y evitar así posibles abucheos como viene ocurriendo en años anteriores.
El Gobierno alude en su comunicado «a las obras realizadas a lo largo del Paseo de la Castellana, desde plaza de Cuzco hasta Nuevos Ministerios, donde con motivo del nuevo carril bici, y de otros cambios de mobiliario urbano, se han instalado semáforos, isletas y medianas en la calzada central del Paseo, que impedían la ejecución del desfile con normalidad», atribuyendo así el nuevo itinerario a las obras del Ayuntamiento de Madrid que dirige José Luis Martínez-Almeida.
Sea o no a propósito, lo cierto es que en el desfile será más difícil escuchar los posibles pitos al líder socialista. Al cambio de ubicación de la tribuna de autoridades se une la novedad de la ausencia de gradas para el público entre los paseos del Prado y Recoletos, así como la colocación de unas vallas que alejan a los ciudadanos unos 200 metros del lugar en el que se colocarán la Familia Real y los representantes políticos, tal y como publica este miércoles TH OBJECTIVE.
El número de plazas es «insuficiente» para la cantidad de peticiones que han llegado en los últimos días a Defensa, subrayan las citadas fuentes. Sánchez quedará ‘aislado’ en el momento de su llegada a la plaza de Neptuno ya que las vallas que alejan a la gente se han colocado a la mitad del Museo del Prado, por un lado, y a la altura del Museo Naval, por el otro.
Tampoco se podrá acceder a la plaza de la Lealtad en la que se encuentra el monumento a los caídos por España. De ahí que la distancia en la que se colocará la gente del centro neurálgico, un radio de unos 200 metros, dificultará a los viandantes la visión de lo que ocurra en la zona del desfile.
Las protestas a Sánchez se han repetido en los últimos años tanto en el momento de su llegada como en el instante de abandonar la zona, pese a los intentos de Defensa por evitar los abucheos.
