Un hombre en Guipúzcoa, condenado a 12 años tras admitir haber violado a su sobrina 13 veces
El testimonio de la tutora que descubrió las agresiones fue clave para cercar al tío de la víctima, que las sufrió cuando tenía entre 12 y 13 años
Un varón, acusado de violar a su sobrina en su domicilio particular en Guipúzcoa, ha admitido durante su declaración haberla agredido sexualmente en más de una docena de ocasiones. Los hechos sucedieron entre finales de 2020 y mediados de 2021, cuando la niña tenía entre 12 y 13 años de edad.
Al tío de la víctima se le acusa de un delito continuado de agresión sexual con penetración a una menor de 16 años de edad. En un principio, se pedían 18 años de cárcel para el acusado, pero la declaración voluntaria del mismo durante el juicio ha resultado vital para una reducción de su condena. De esta manera, se le ha condenado a 12 años y medio de prisión.
Por ello, el individuo ha admitido durante su declaración que agredió sexualmente a su sobrina en múltiples ocasiones, así como haber dicho declarar estas cosas «libremente», ante las continuas preguntas del Fiscal. Estos hechos ocurrieron entre noviembre del año 2020 y abril del 2021, y el sujeto lo realizó con el objetivo de «satisfacer» con ella sus «deseos sexuales», tal y como redacta el Ministerio Público en su acusación.
Crucial intervención de la tutora del colegio
La tutora del centro escolar de la víctima, ha participado en la vista oral y ha declarado todo lo que le confesó la menor en la época de los hechos. Así, ha admitido haberle preguntado a su alumna debido a que encontraba sospechosas ciertas actitudes que ésta tenía en el colegio.
Ha destacado que la menor buscaba «demandar su atención», y que esto, sumado a extraños comportamientos, le llevó a preguntarle qué le ocurría. Aunque en un primer momento la niña rechazó la propuesta de su tutora, argumentando que «no estaba bien» y que «quería marcharse», finalmente accedió y le relató los hechos, que dejaron abrumada a su profesora.
Tanto es así, que la tutora ha admitido «no haber visto nada igual en sus 41 años de docente», y que el relato de los hechos le resultó «muy duro». La primera agresión sexual sucedió una tarde en la que la menor regresaba a casa, en la que convivía con su tío, y llegó con «agujetas», y el sujeto se ofreció a darle un masaje.
De esta manera, aprovechó para levantarle el jersey y besarle los pechos a la niña. Además, mientras su sobrina regresaba al colegio, el acusado le preguntó «a ver cuándo lo hacían», insinuando querer realizar el acto sexual con la menor de edad.
Amenazas a la sobrina
Al parecer, el individuo aprovechaba los ratos en los que se encontraba solo con su sobrina en el interior de su domicilio, para tener relaciones sexuales completas con ella, en contra de la voluntad de la menor. Además, también existían amenazas por parte del acusado en el caso de que su víctima revelase algo de lo que sucedía entre ellos dos en el domicilio.
Así, la niña temía «por la integridad física de su madre y de su hermano», ante las amenazas verbales de su tío, que le avisaba de que «podría ocurrir algo» en caso de que la niña contase algo. Por esto, y tal y como revela el escrito de acusación del Ministerio Público, la menor de edad sufrió «afectación psicológica derivada de la situación padecida», que se concretó en «un cuadro ansioso depresivo reactivo a un estresor vital importante y amenazante». Por su parte, la menor y su madre han declarado por separado. Las declaraciones de ambas han sido emitidas a puerta cerrada en la sala, durante la fase de instrucción y como prueba preconstituida.