Hospitalizado el joven saharaui que se encontraba en huelga de hambre en Bilbao
El presidente de Zehar Errefuxiatuek asegura que el activista «está dispuesto a llegar hasta el final»
El joven saharaui retenido en el aeropuerto de Bilbao desde hace 12 días y al que el Ministerio del Interior ha denegado el asilo ha sido hospitalizado esta madrugada, tras iniciar este pasado miércoles una huelga de hambre para denunciar el riesgo que corría de ser expulsado, según ha informado el abogado y presidente de Zehar Errefuxiatuek, Javier Galparsoro.
La Audiencia Nacional denegó este jueves la medida cautelar solicitada por Zehar Errefuxiatuek en un recurso con el que pretendía evitar la deportación a Marruecos del joven saharaui, activista de 23 años de edad, al que se le ha denegado la petición de asilo político y que permanece desde hace 12 días retenido en el aeropuerto de Bilbao. Como consecuencia, el solicitante de asilo iba a ser previsiblemente devuelto a Tánger a las tres de la tarde de este viernes en un vuelo desde el aeropuerto de Bilbao.
En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, Galparsoro ha dicho que el abogado que atiende al joven saharaui fue requerido «urgentemente» anoche en el aeropuerto de Bilbao porque «se encontraba muy mal y le iban a hospitalizar». Ha dicho desconocer el centro médico al que ha sido trasladado y ha asegurado que «la preocupación es máxima».
Asimismo, ha recordado que el joven saharaui se declaró en huelga de hambre «antes de conocer la decisión de la Audiencia Nacional, como una manera muy expresiva de reivindicar la necesidad que plantea, y que nosotros, como organización, estamos apoyando, porque le consideramos una persona candidata y merecedora de protección internacional».
Galparsoro, que ha precisado que, oficialmente, el joven saharaui «no está privado de libertad», sino que estaba retenido en la sala de «retornados» del aeropuerto, ha dicho que desde su ingreso hospitalario se ha cortado la comunicación «directa» que mantenía con el retenido y ya no sabe «ni dónde ni cómo se encuentra», aunque ha asegurado que el pronóstico es «grave». «Está en huelga de hambre y está dispuesto a llegar hasta el final si su situación no se resuelve», ha afirmado.
Permitir su entrada
Javier Galparsoro ha subrayado que no están pidiendo un reconocimiento del estatuto de refugiado, sino que se le permita la entrada para «poder aportar el resto de las pruebas que puedan demostrar o no su verdadera condición de refugiado y luego hablamos». Tras señalar que el auto de la Audiencia Nacional no se puede recurrir, Galparsoro ha criticado que se ha tomado la decisión «en un tiempo récord sin ninguna argumentación jurídica convincente».
Según ha explicado, además de tratar de conocer dónde está ingresado, los abogados y la ONG están valorando otras actuaciones para evitar su deportación «claramente injusta y que no se adecua a la ley de asilo ni a la convención de Ginebra». «Un abogado jamás debe de decaer en su petición legítima de intentar, hasta el último minuto del partido, todo lo que sea posible en favor de su cliente. No podemos claudicar porque está en peligro la vida de una persona, y sobre todo, un derecho sacrosanto como es el de pedir protección internacional», ha concluido.