Termina la costera del bonito con «escasas capturas» y con la mitad de la cuota consumida
La flota artesanal del País Vasco informa de que la pesca ha descendido un 33% respecto al año pasado
Bonito del norte. | Archivo
La campaña de bonito del norte de bajura de este año ha concluido con «escasas capturas» y solo el 51,5% del total de la cuota consumida, según Kofradia Itsas Etxea de San Sebastián. Informan que el pescado ha estado lejos de las costas vascas este año y la flota de pesca artesanal del País Vasco ha visto cómo sus capturas se redujeron en un 33% en comparación con el año anterior.
La costera de bonito de 2024 comenzó a mediados de mayo y se extendió hasta finales de octubre. A pesar de un comienzo «esperanzador», con un pico de capturas entre el 10 y el 22 de julio, la situación cambió drásticamente a partir de esa fecha. El pescado comenzó a dispersarse y alejarse, haciendo más difícil su captura. Como resultado, la flota de cacea terminó su temporada muy al norte, más cerca de las aguas irlandesas que de las propias aguas vascas.
A pesar de la notable disminución en las capturas, el precio medio en las lonjas ha alcanzado los 4,13 euros por kilo, una cifra que supera el precio medio del año pasado. Este aumento en el precio podría reflejar la escasez de bonito disponible en el mercado. Por otro lado, la flota de debo vivo, que también participó en la costera del bonito, ha finalizado su temporada en aguas gallegas, aunque con capturas muy limitadas.
Una vez concluida la costera del bonito, la flota de artes menores ha cambiado su enfoque hacia la pesca de variado y algas. Mientras tanto, en la flota de cerco, algunos barcos continúan faenando principalmente a la sardina, mientras que otros han decidido terminar el año y ya han comenzado las tareas de mantenimiento anual de los barcos.
Esta temporada ha presentado desafíos significativos para la flota artesanal del País Vasco, reflejando cambios que podrían tener impactos a largo plazo en la comunidad pesquera local. La reducción en las capturas y el desplazamiento de las especies hacia aguas más distantes son indicativos de cambios que requieren atención y posiblemente, adaptaciones en las estrategias de pesca para las próximas temporadas.
