El Govern se une a la moda del 'sangrado libre' con su plan de «equidad menstrual» en colegios
La Generalitat reparte 1.200 copas menstruales en varios centros escolares a niñas y «personas menstruantes» de la ESO
El Gobierno de la Generalitat de Cataluña ha asumido parte de la agenda que en su momento promovió la CUP tras su llegada a las instituciones. La semana pasada, el Ejecutivo de Pere Aragonès inició su «plan de equidad menstrual» con la acción de «Mi regla, mis reglas», consistente en el reparto de 1.200 copas menstruales entre chicas y «personas menstruantes» de 24 escuelas públicas de la región.
«Cuando tengo la regla, tengo la copa, las bragas menstruales y la compresa reutilizable. Son las opciones más sostenibles, modernas y económicas. Con mi kit menstrual de la Generalitat de Cataluña, las tengo todas», explican en la web creada para la campaña, que une algunas de las reivindicaciones del nuevo gobierno que lidera ERC, como es la sostenibilidad mediante otras formas de higiene personal así como el alineamiento con las tesis de algunos colectivos LGTBI de que no existe el sexo biológico.
El actual Govern fue el primero en crear la Consejería de Igualdad y Feminismos -en plural- en un gesto de posicionarse a favor de los nuevos feminismos que confrontan al feminismo clásico. Su consejera es Tània Verge, vinculada a movimientos como ‘On són les dones?’ (Dónde están las mujeres), y visitó algunas de las escuelas donde se repartió este material de higiene íntima.
«Absorben mi flujo»
Las bragas menstruales «me las pongo como cualquier otra braga y absorben mi flujo. Están hechas de algodón orgánico y las puedo lavar hasta 100 veces sin que pierdan sus propiedades», explican en su web.
En la descripción sobre la utilidad de la copa menstrual exponen que «es beneficiosa para mi cuerpo porque recoge la sangre en lugar de absorberla. Está hecha de silicona médica y es hipoalergénica. Es fácil y cómoda de usar y la puedo llevar usada hasta 12 horas».
Como última alternativa a los productos de plástico y de un solo uso añaden la compresa de tela: «La compresa reutilizable es suave, cómoda, transpirable y resistente al agua. Me la pongo en mis bragas como cualquier compresa. ¡La abrocho con el botón y listo!».
Formación sobre la regla
Desde el Govern también informan de que «1.200 chicas y personas que menstrúan tendremos nuestro lote mensual sostenible» y que «2.600 estudiantes de tercero de la ESO» recibirán «formación sobre la regla y los productos menstruales».
El Departamento de Igualdad y Feminismos ha lanzado una campaña paralela de contenido promocionado en algunos medios catalanes para explicar este «cambio de paradigma» en cómo se trata la cuestión del periodo en las menores de edad. «Garantizar la disponibilidad y el acceso a los productos menstruales reutilizables, como las compresas de tela o las bragas menstruales, ayudaría a reducir la pobreza menstrual que sufren actualmente casi una de cada cinco mujeres en la Unión Europea», argumentan.
De acuerdo con sus cálculos, el 57,8% de las encuestadas asegura no haber tenido educación menstrual o que esta fue parcial, «insuficiente para prepararlas para su primera regla». Además, añaden que el 42% se ha sentido discriminada o juzgada por tener la menstruación en algún momento.
Bajas por menstruación
La primera iniciativa de repartir copas menstruales fue de la CUP en 2016. La formación anticapitalista llevó al pleno del Ayuntamiento de Manresa una moción para poner a disposición de las mujeres «métodos alternativos de recogida de sangrado».
Esta iniciativa llega poco después de que el Gobierno aprobara el anteproyecto de Ley del aborto, que incluye la posibilidad de tener derecho a una baja por menstruación incapacitante. La mujeres que sufran esta dolencia deberán tener un diagnóstico médico previo para poder acogerse a esta medida.
La primera institución de España en regular las bajas menstruales fue el de Ayuntamiento de Gerona. En este caso, era una baja voluntaria y debía recuperarse durante otros días y solo abarcaba a las funcionarias del consistorio (553 mujeres en plantilla de un total de 1.047 empleados).