ERC y PNV no se dan por satisfechos: sospechan que «hay más espiados»
Los socios de Sánchez consideran un cierre en falso el pleno de Pegasus y admiten estar «decepcionados e insatisfechos»
El Gobierno no ha logrado aplacar el enfado de sus socios parlamentarios por el espionaje del escándalo Pegasus o, al menos, lo ha hecho solo en parte. Tras cinco horas de debate monográfico en el Congreso, fuentes de ERC y PNV admitían en privado salir «decepcionados e insatisfechos» de una sesión en la que el presidente confirmó la información adelantada por THE OBJECTIVE para aprobar dos nuevas leyes, Secretos Oficiales y Ley reguladora del CNI, pero evitó dar explicaciones sobre los espionajes con medias verdades «y alguna mentira», como que el Gobierno no conozca las decisiones operativas del CNI o que se hayan acabado los tiempos de las cloacas policiales.
Ambas formaciones, socios preferentes de legislatura, creen que, pese a las cesiones a ambas, lo de este jueves fue un cierre en falso que no cierra la crisis y que demuestra que «en Cataluña este asunto es muy sensible y nos pone contra las cuerdas a los moderados». Por ello creen que, lejos de pasar página, el escándalo del espionaje no ha hecho más que empezar porque temen que trasciendan nuevos casos en el corto plazo. La sospecha de PNV y ERC es que «van a salir más espiados y no son independentistas», según fuentes consultadas por este periódico que va en línea con las informaciones anticipadas por THE OBJECTIVE.
Fuentes consultadas por este periódico esperan la inminente publicación de estos nuevos casos que demostrará que el escándalo del espionaje «no está cerrado», y habrá que seguir tomando nuevas iniciativas que arrojen luz sobre este asunto. Sobre todo porque esgrimen que «el presidente ha mentido al decir que no están operando las cloacas policiales desde su llegada al Gobierno», como deslizó Pedro Sánchez este jueves en el pleno monográfico.
Ley de Secretos, ¿antes del verano?
Desde el Ejecutivo discrepan del pesimismo que desprenden sus aliados parlamentarios y consideran que el mero reconocimiento de un cierre en falso «implica el reconocimiento de un cierre en sí» que, si bien no resuelve la crisis, pueda devolverle al menos algo de tranquilidad a la legislatura.
Fuentes gubernamentales confían en que el anuncio de una Ley de Secretos Oficiales sirva para atemperar los ánimos y para ello prevén un calendario relativamente cercano. La idea inicial es que al tratarse de un Proyecto de Ley pueda aprobarse por el Consejo de Ministros y remitirse a las cortes antes del verano, a la espera de iniciar su tramitación parlamentaria en el próximo periodo de sesiones después del verano.
En el caso de la Ley Reguladora del Centro Nacional de Inteligencia, se trataría de una Ley Orgánica, según fuentes gubernamentales, que requiere de informes preceptivos de los órganos consultivos: el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial.
Algo que ralentizaría el trámite legislativo en un año electoral, el último de la legislatura, y hace casi imposible su aprobación en esta legislatura. «Hoy se ha expresado la voluntad política, luego vendrán los técnicos y después la concreción jurídica», esgrimen fuentes del Ejecutivo que abogan por «mirar hacia adelante» para afrontar el futuro de una legislatura que el presidente del Gobierno tiene la determinación de agotar pese al distanciamiento de sus socios.
El PP más cerca; ERC, más lejos
Sin ir más lejos, este jueves el Gobierno volvió a evidenciar su soledad respecto a la alianza Frankenstein en la votación de la Ley Audiovisual que salió adelante gracias al PP, y con el rechazo de ERC, pese a que el Gobierno lleva semanas negociando intensamente con sus socios republicanos.
Cierto es que el Gobierno no ha perdido aún una sola votación pero también lo es que las negociaciones con el PP son inversamente proporcionales a los acuerdos con ERC, como evidenció también la votación hace una semana de la Ley de Seguridad Nacional o la alianza puntual PSOE/PP para rechazar las dos comisiones de investigación sobre Pegasus que han solicitado Podemos y los independentistas.
Entretanto, se suceden las advertencias de los tradicionales aliados de Pedro Sánchez. En el debate monográfico de este jueves, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, valoró positivamente el guiño de aceptar sus dos proposiciones legislativas sobre el CNI y la reforma de la Ley de Secretos Oficiales, aunque ello no fue óbice para lanzar su advertencia: «Señor presidente, usted dice que no existe el ‘deep state’, pero permítame que discrepe. De hecho, explica por qué pasan muchas cosas en España. Usted no lo admitirá pero lo sufren día a día en muchos ámbitos. Por eso no creo que sea buena idea hacer el Tancredo porque en algunos casos se lo lleva el toro por delante».
En el caso de ERC, el portavoz Gabriel Rufián pasó de las advertencias a las amenazas: «Permítame una sugerencia, ni siquiera es una amenaza. El fracaso de la mesa de negociación no es el fracaso del independentismo. Es el fracaso de la izquierda española. Mientras ustedes arrastran los pies a a esa mesa de negociación, el independentistmo ha subido asi que háganselo mirar según que actuaciones.