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Política

El PSOE ve «difícil» sostener a Espadas si cae por debajo del millón de votos 

Moncloa y Ferraz apuestan por su continuidad y «darle tiempo para consolidarse», pero temen una revuelta en el partido

El PSOE ve «difícil» sostener a Espadas si cae por debajo del millón de votos 

«Estamos estancados y esto no hay quien lo mueva». Con estas palabras resumen fuentes del PSOE a THE OBJECTIVE la parálisis demoscópica en la que se ha sumido la candidatura de Juan Espadas, a la búsqueda de un revulsivo que le permita cambiar la tendencia y movilizar a su electorado potencial. Sin embargo, el único cambio que registran en el quirófano demoscópico de Ferraz es una fuga de voto al PP que podría acentuarse en las dos semanas de campaña electoral, arrebatándole al PSOE su bandera del voto útil para frenar a Vox. 

Una tendencia que preocupa a los estrategas socialistas, que han diseñado una campaña electoral nacional con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intensificando su presencia en Andalucía, así como el resto de miembros del Consejo de Ministros y la dirección federal del PSOE. Este jueves, la tradicional pegada de carteles contó con la presencia de la vicesecretaria general, Adriana Lastra, en un acto deslucido, con caras largas, en el que el propio Espadas verbalizó el problema que tiene el PSOE andaluz con la desmovilización de sus votantes, como reflejan las encuestas. «Los andaluces decidirán lo que quieran decidir. No lo que digan las encuestas», vociferó el candidato a la Junta.

El recuerdo de la petición de Ábalos

Pero parece ser que la llamada a la movilización se produce con el efecto contrario al deseado, es decir, en favor del PP. Hasta el propio barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas reconoció este jueves las nulas posibilidades de Juan Espadas para gobernar en la Junta y la solida mayoría de su contrincante popular para revalidar su mandato. Sin embargo, los 32-36 escaños que le atribuye el CIS al PSOE son bastante más generosos que las encuestas internas que guardan con celo en Ferraz y que algunas fuentes socialistas rebajan hasta los 31 escaños para los socialistas frente a un poderoso PP que superaría los 50 escaños de forma holgada

Se confirmaría así la sospecha adelantada por fuentes socialistas a THE OBJECTIVE en relación a que Espadas hundiría aún más el suelo de Susana Díaz en diciembre de 2018. Muchos recuerdan hoy en Andalucía como ese 2 de diciembre el entonces secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, compareció la noche electoral en Ferraz para señalarle a la baronesa andaluza el camino de salida. Ferraz no consiguió forzar su dimisión, Díaz se atrincheró y logró continuar hasta tres años después, cuando se enfrentó al candidato oficialista en las primarias de julio del 2021. 

Sánchez quiere sostener a Espadas 

Pero en la cabeza de muchos resuenan las palabras de Ábalos esa noche en Ferraz sobre una necesaria renovación en San Vicente: «Nuestro papel siempre está ligado al éxito de nuestro proyecto político y a disposición de la organización». Ferraz es consciente de que sonarán los tambores de guerra. Fuentes de la dirección consultadas por este periódico aseguran que «Espadas va a resistir porque la intención de Pedro Sánchez es darle tiempo».

Pero también asumen que «será difícil sostener a Espadas si queda por debajo del millón de votos». El miedo de Ferraz es que «se nos revuelva el partido» pidiendo su cabeza como cortafuegos para cambiar la tendencia de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023. Y enlazan el inicio del ruido interno del PSOE con los rumores de crisis de Gobierno, que hacen circular los territorios para buscar ese intento de cambiar la tendencia, aunque no esté en la cabeza del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE. 

«Ya veremos», dicen con resignación en el PSOE, a la espera de medir el comportamiento de la federación andaluza tras la noche electoral. Porque la inquietud de la dirección socialista radica en que aquí «ya no hay dos bandos» entre susanistas y sanchistas o espadistas. El consenso que generó la presentación de Espadas, aupada por Ferraz y el propio Pedro Sánchez para enterrar a su otrora todopoderosa rival andaluza, se está empezando a desgastar también en estos momentos porque el candidato andaluz «no controla al partido, no hace caso a nadie y es un desastre»

Fuentes de Moncloa y Ferraz argumentan que «no vamos a forzar su dimisión la primera vez que pierde cuando no lo hicimos con Luis Tudanca tras dos derrotas en Castilla y León hace dos meses». Pero los más críticos aseguran: «Andalucía no es Castilla y León. Es nuestra federación más numerosa, nuestro principal bastión electoral y lo perdemos a un año de la siguiente prueba de fuego electoral. Por eso, nuestro modelo no puede ser Castilla y León, sino Madrid».

A nivel de repercusión, la debacle madrileña se antoja más parecida a la andaluza, en términos cuantitativos y cualitativos. Entonces Ferraz forzó la dimisión tanto del candidato, Ángel Gabilondo, como del secretario general, José Manuel Franco, un mes antes de culminar la operación con una crisis de gobierno en Moncloa. Recuerdos y tambores de guerra se entremezclan en el cuartel general de Ferraz, 70.

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