Sánchez arrinconará a Feijóo con su rechazo al decreto de la guerra y a la reforma laboral
El presidente prepara a conciencia su primer cara a cara con el nuevo líder del PP con quien se centrará en la cuestión económica
Es la cita marcada en rojo en el calendario del presidente del Gobierno esta semana. Pedro Sánchez prepara a conciencia su primera prueba de fuego con el nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Ambos se medirán el martes en la sesión de control del Senado que estará centrada en la economía. Según adelantan fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE, el presidente pretende aferrarse a dos bazas fundamentales: el paro y el decreto de las medidas derivadas de la guerra de Ucrania.
El jefe del Ejecutivo pretende arrinconar a Feijóo por los datos del paro sacando pecho del «datazo» de lograr rebajar el umbral de los tres millones de parados y sacando los colores al líder del PP por hablar del maquillaje estadístico de estas cifras. Pero, sobre todo, quieren aprovecharse del «desliz» del líder popular esta semana en una entrevista a Onda Cero: «Le dijo a Alsina que no pretende derogar la reforma laboral» del PSOE, algo de lo que pretende aprovecharse el Gobierno para poner en evidencia su crítica al falseamiento de la estadística oficial.
Dos filones económicos
El segundo filón económico será la negociación del nuevo decreto de medidas para paliar los efectos de la guerra de Ucrania, que prorrogará las medidas del anterior texto, como la bonificación de 20 céntimos por litro en el precio de la gasolina o la limitación de la subida del precio del alquiler. Un texto al que el PP votó en contra y ahora vuelven a amenazar con rechazar por no recoger ninguna de sus propuestas como la rebaja de impuestos. El presidente Sánchez ya se mofó el pasado miércoles de Feijóo en la reunión del grupo socialista cuando ironizó: «A ver si esta vez tenemos más suerte y los que dicen que aman a españa apoyan medidas que son buenas para los españoles».
Sánchez lo intentará. Evidenciará el patriotismo de ‘cartón piedra’ de su contrincante y le apremiará a sumarse a un nuevo paquete de medidas en el que no se descarta que se incluyan nuevas medidas electoralistas como un incremento en pensiones, la rebaja del abono transportes a 10 euros o la financiación del bono social y el bono eléctrico del PP. Y hacerlo en plena campaña electoral andaluza, antes de la cita con las urnas el 19-J, le permitirá encontrar una fisura por la que colarse para erosionar el discurso del nuevo PP de Feijóo y Juan Manuel Moreno Bonilla por no respaldar medidas sociales que mejoran el bienestar de la ciudadania.
Semanas de estudio en Moncloa
En Moncloa llevan semanas cuadrando agenda para elegir el mejor momento para el primer rifirrafe parlamentario. La primera fecha que habían barajado fue el martes 21 de junio, pero tuvieron que retrasarla al percatarse de que era apenas 48 horas después de las elecciones autonómicas en Andalucía en las que el PSOE preve una debacle para su candidato, Juan Espadas. Motivo por el cual decidieron anticipar la convocatoria con la excusa de que la agenda internacional del presidente le había impedido participar en el control parlamentario de la cámara alta el mes anterior, en mayo.
Una manera de evitar que Pedro Sánchez tenga que encajar y asumir el mal resultado en Andalucía y regalarle la victoria de Juan Manuel Moreno Bonilla al PP. Pero, sobre todo, una artimaña para evitar que su primer cara a cara verse sobre las cuestiones políticas que en estos momentos asoman a pedro Sánchez (Andalucía, Pegasus, Sáhara, OTAN…) y pueda centrarse en la economía y los primeros «brotes verdes» de los datos del paro y el turismo.
Según Moncloa, el presidente está «deseando medirse con Feijóo» y auguran que va a ser «más fácil que con Casado» porque se trata de un perfil «más previsible» y a quien se le notan las costuras de la política gallega, «menos necesitada de la agilidad y rapidez de la Corte madrileña». Las valoraciones de los estrategas del presidente no se han hecho a humo de pajas. Llevan semanas revisando todas sus comparecencias parlamentarias en Galicia, sesiones de control, plenos, entrevistas en medios de comunicación… El objetivo es tomarle la medida, conocer sus flaquezas y buscar su punto débil. Y en Moncloa aseguran que tiene mucho más que temer el líder gallego y que Sánchez le tiene ganas.
