Los socios de Sánchez exigen que el asturiano y el aragonés también sean oficiales
Los grupos parlamentarios que sostienen el Gobierno lanzan un manifiesto en el que denuncian «el supremacismo lingüístico español»
Los socios de investidura de Pedro Sánchez, junto a Junts per Catalunya y la CUP, se han unido para reclamar un cambio en el reglamento con el fin de que se pueda hablar en catalán, euskera o gallego en el Congreso, con servicio de traducción simultánea para el resto de diputados que no entiendan estos idiomas. A la espera de la votación en el pleno del próximo jueves, y ante la negativa del PSOE de apoyar la propuesta, los grupos parlamentarios que apoyan la iniciativa han enviado un manifiesto en el que reclaman que el asturiano y el aragonés sean también oficiales.
«El futuro de nuestras lenguas es crítico. La lucha por la oficialidad es un primer paso para el asturiano y el aragonés. Pero en el caso del catalán, el euskera y el gallego, pese a su reconocimiento oficial, los datos de uso social son preocupantes», denuncian en el punto dos de este manifiesto que este martes han leído en el patio del Congreso ante la prensa.
Este guiño al bable y al aragonés, explican las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, es una tentativa para «ampliar la base social» en estos territorios cada vez más sensibilizados con su diversidad lingüística. Asimismo, es una forma de presionar al Gobierno para poner en evidencia su oposición a dar mayor estatus al resto de lenguas de España. Y, con ello, «alinearse con las derechas» de PP, Vox y Ciudadanos.
Presión al PSOE de sus socios
Los dirigentes de los grupos parlamentarios de ERC, Junts, PDeCAT, la CUP, EH Bildu, PNV, BNG, Compromís, y en Comú Podem han criticado, de forma velada, a PSOE y Podemos por su ausencia. Joseba Aguirretxe, del PNV, ha cargado contra quienes tienen «miedo a lo diverso» y ha lamentado que es posible que se pueda hablar euskera antes en Bruselas que en la Cámara Baja.
En la misma línea, el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha resaltado el contrasentido que, desde su punto de vista, supone que España vaya a pedir que se puedan hablar las lenguas cooficiales en el Parlamento Europeo, pero el PSOE lo niegue en el Congreso.
En el manifiesto rubricado por estos partidos también se afirma que hay una «ofensiva del supremacismo lingüístico español» para que «otras lenguas ganen espacios en ámbitos como, por ejemplo, la producción audiovisual».
En el Senado, sí
Por su parte, el PSOE ha venido descartando el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso alegando que el castellano es el único idioma reconocido en todo el Estado y la lengua común de todos los españoles. Desde la época del socialista Manuel Marín, lo que se permite en el pleno es pronunciar citas o frases en lenguas cooficiales, facilitando la correspondiente traducción a los servicios de taquigrafía.
Los socialistas remiten el uso de las lenguas cooficiales al Senado, por ser la Cámara de representación territorial. En la Cámara Alta el uso de estas lenguas está permitido para los debates de mociones en el pleno y recientemente se tramitó, con apoyo del PSOE, una propuesta de Junts para universalizar su uso en todos los debates y trámites.
Oficialidad del asturiano
Los socios del Ejecutivo, no obstante, quieren aprovechar la actual coyuntura para pujar por todas las lenguas de España. Son conscientes de que el bable -o asturiano- sigue sin ser oficial en Asturias. El Congreso aprobó en su momento una ley del uso y promoción de dicha lengua, pero la falta de acuerdo político ha impedido ir más allá. Después de meses de negociación entre FSA-PSOE, Podemos Asturies, IU-IAS y Foro Asturias, el presidente del Principado y dirigente socialista, Adrián Barbón, dio por hecho que no se abordaría ninguna reforma estatutaria para reconocer el bable como lengua oficial.
Cuestión parecida sucede con el aragonés. El Estatuto de Aragón solo reconoce como oficial el castellano y su enseñanza es obligatoria en todos los niveles. El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, se ha dirigido en el debate de este martes sobre la reforma del reglamento del Congreso en aragonés para reivindicar su uso. No obstante, más allá de gestos y guiños, sin el apoyo del PSOE la iniciativa no podrá salir adelante.