Podemos celebra el «cambio de rumbo» de Sánchez con más gasto público e impuestos
El presidente del Gobierno tacha al PP de «curandero» y evita hablar en su discurso del giro diplomático con Marruecos
Belarra, Montero y Garzón. | Chema Moya (EFE)
Los ministros de Unidas Podemos celebran el «cambio de rumbo» del Gobierno después del discurso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el debate del estado de la Nación. A la salida del hemiciclo, la ministra de Derechos Sociales Ione Belarra ha mostrado su «satisfacción» por las 14 medidas anunciadas por Sánchez. Para Podemos se trata de un «cambio de rumbo» , resultado de las presiones recibidas por los morados, según ha mantenido la ministra. Sánchez ha centrado todo su discurso en la economía, de cuya crisis ha culpado a Rusia, obviando todo tipo de referencia a Marruecos.
Sánchez ha anunciado esta mañana más gasto público para el aumento de las becas y ayudas al transporte público con la bonificación total de los abonos de toda la red de Renfe a nivel nacional a partir de septiembre. El Ejecutivo también confirma el impuesto extraordinario a las empresas energéticas a partir de 2023 y un nuevo impuesto al sector financiero, todavía por concretar. Estas medidas son la prueba para Podemos de un «cambio de rumbo» que «va más allá de las medidas concretas», según ha deslizado Belarra.
Antes del discurso del presidente, la ministra de Trabajo Yolanda Díaz afirmó desconocer las iniciativas que iba a presentar Sánchez. Lo dijo para criticar el escaso diálogo interno en el Ejecutivo, aunque tras la sesión parlamentaria, la dirigente gallega ha reculado en su crítica. Su entorno asegura «no haberse sorprendido» por los anuncios de Sánchez, y ha explicado que, en realidad, sí habían sido avisados el día anterior. Díaz aplaudió solo en algunos momentos puntuales al presidente del Gobierno, aunque salió del hemiciclo con una sonrisa y manifestó su satisfacción por las palabras del presidente.
Sin mención a Marruecos
Durante su discurso de más de una hora, Sánchez abordó todos los asuntos más críticos para la economía en la actual situación. Desde la pandemia hasta la guerra en Ucrania, con muchas reflexiones sobre el aumento «desbocado» de la inflación. Sánchez ha prometido «dejarse la piel» para «ayudar a las clases medias», y ha desglosado una serie de medidas centradas en favorecer a las familias que más sufren el deterioro de la economía: desde el tope al aumento del alquiler hasta un incremento del gasto social.
El presidente ha también defendido el apoyo a la resistencia de Ucrania y su posición europeista. Con respecto a la situación económica, Sánchez ha sostenido que de facto el ataque de Rusia es el responsable de las dificultades que experimenta todo el conjunto europeo, pero ha sostenido que España se encuentra en una situación mejor que otros socios comunitarios. El presidente ha obviado todo tipo de referencia a Marruecos y Argelia.
Ataque al PP
Sánchez también ha atacado a la oposición, señalando sobre todo el Partido Popular, a quien ha tachado de «curandero», porque ofrece propuestas «no realistas» y dirigidas a aprovechar la crisis para su beneficio electoral. Sánchez ha afirmado que el Ejecutivo es consciente de la crisis, pero que pretende resolver todos los problemas desde el punto de vista «científico». Aun así, Sánchez ha mantenido que quiere «escuchar las propuestas de todos» y tender su mano a la «derecha democrática».
«Incomodaremos a los más poderosos», ha lanzado Sánchez. Este enfoque ha sido aplaudido por los diputados y ministros de Unidas Podemos, que consideran que las palabras del presidente responden a una voluntad firme de acabar la legislatura. Quedará por ver si el planteamiento de Sánchez, más allá de una «lluvia de millones» y una «campaña publicitaria», en palabras de sus socios independentistas, también pasará por cambios en el Consejo de Ministros.
