Liz Cheney pierde su escaño en el Congreso y Trump gana un afín en las filas republicanas
La política ha sido una de las principales detractoras del expresidente, aunque se queda sin cargo tras perder las primarias en Wyoming
El camino de Donald Trump hacia una nueva candidatura para liderar Estados Unidos se ha allanado tras la derrota de Liz Cheney —una de las figuras más críticas de la formación con el expresidente— en las primarias republicanas por el estado de Wyoming. Su rival y vencedor, Harriet Hageman, contaba con el apoyo del magnate.
Cheney, quien votó a favor de acusar a Trump por el asalto al Capitolio y es vicepresidenta del comité que investiga al exmandatario, ha perdido las primarias del Partido Republicano, por lo que pierde su escaño en el Congreso, según los medios estadounidenses.
Después de que los resultados preliminares hayan dado la victoria a Hageman, Cheney ha afirmado en declaraciones desde la ciudad de Jackson que «defender la verdad honra a todos los que lo dieron todo».
Cheney liga su derrota a su enemistad con Trump
«Debemos comportarnos de forma digna con los hombres y mujeres que llevan el uniforme de esta nación y, en particular, con aquellos que han dado el último sacrificio», ha afirmado. Así, ha indicado que «esto no es un juego»: «Cada uno de nosotros debe estar comprometido» con la defensa de Estados Unidos, según ha recogido el canal CNN.
En este sentido, ha asegurado que su victoria habría estado asegurada si hubiese estado «de acuerdo con la mentira del presidente Trump sobre las elecciones de 2020». «Hace dos años, gané estas primarias con el 73% de los votos. Podría haber hecho fácilmente lo mismo de nuevo. El camino estaba claro», ha declarado.
Cheney ha agregado que «ningún escaño en la Cámara, ningún cargo en esta tierra es más importante que los principios que todos hemos jurado proteger».
La republicana, ante sus partidarios, ha reconocido la derrota de su oponente. Así, ha indicado que traicionar los principios democráticos —en el caso de no reconocer una derrota electoral— precipita a la nación hacia una crisis de anarquía y violencia, refiriéndose a la actuación de Trump tras las elecciones de 2020.
«He dicho desde el 6 de enero que haré lo que sea necesario para asegurarme de que Donald Trump no vuelva a estar cerca del Despacho Oval y lo digo en serio», ha zanjado.