El PP catalán asegura que Feijóo no mantendrá la mesa de negociación si gobierna
Alejandro Fernández ha afirmado que las negociaciones entre la Generalitat y el Ejecutivo «no ha dado ningún resultado tangible»
El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha asegurado que los populares «no mantendrían» la mesa de diálogo en caso de que Alberto Núñez Feijóo gobernara en la Moncloa ya que se trata de un «invento» que «no ha dado ningún resultado tangible» y que solo es «una tomadura de pelo para ganar tiempo».
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Fernández ha respondido así a las palabras del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que aseguró hace días que él estaría a favor de mantener la mesa de diálogo con el Estado, aunque hubiera un cambio de color en el Ejecutivo central y gobernasen PP y Vox.
«La mesa de diálogo es un invento que no encaja en el sistema (autonómico) y no tiene ningún tipo de sentido; nosotros evidentemente no lo mantendríamos», ha señalado Fernández.
El dirigente popular ha considerado que esa mesa de diálogo Estado-Generalitat «no ha dado ningún resultado tangible», algo que —ha recordado— «dicen los mismos participantes».
Una mesa «para ganar tiempo»
La mesa de diálogo es, a su juicio, «un mecanismo que se sacaron de la manga para ganar tiempo». «¿Por qué lo tenemos que mantener?», ha insistido, dejando claro que en España hay dos mecanismos de diálogo entre Estado y comunidades: «La conferencia de presidentes autonómicos y la negociación parlamentaria».
Pero las críticas de Fernández también se han dirigido a acuerdos de la mesa de diálogo actual, como la desjudicialización del conflicto catalán, un término «casi metafísico, sin concreción, una entelequia y una tomadura de pelo para ganar tiempo», ha lamentado.
Sobre una posible reforma del delito de sedición, ha explicado que cualquier reforma puede pactarse «si no se vulnera ningún artículo de la Constitución», pero se ha mostrado en contra de una reforma «ad hoc para personas concretas»: «Si has de reformar una figura delictiva tiene que hacerse con vocación de permanencia en el tiempo, no para solucionar situaciones personales concretas y con una vocación retroactiva: eso no tiene sentido y no es el camino».
Por otro lado, ha considerado que «no es ninguna novedad» que Aragonès intente «conseguir la complicidad de los comunes» para acercarlos a una propuesta sobre la autodeterminación más allá del independentismo.
Respecto a la situación de Laura Borràs, suspendida como diputada y presidenta del Parlament por un juicio por corrupción, el líder del PPC ha esgrimido el reglamento para defender que «lo que se debería hacer es una votación para un nuevo presidente y ya está. Pero claro, aquí todo el mundo se dedica a hacer malabarismos políticos absurdos y después pasa lo que pasa».