Podemos se asoma a la extinción en Madrid tras no encontrar perfiles con tirón: «Nadie quiere»
La formación elige a Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor como candidatos a la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Tendrán difícil superar el umbral del 5%
La historia corre rápido. Y para la nueva política más aún. Ya en 2021, Podemos afrontó las elecciones autonómicas con enorme preocupación. Los sondeos internos dibujaban, con Isa Serra al frente, resultados inferiores al 4%, cuando en la Comunidad existe una barrera del 5% para tener representantes. La cúpula ‘morada’ se reunió para buscar una solución. Se esbozaron nombres como los de Alberto Garzón, Rafa Mayoral y hasta Irene Montero para salvar los muebles, y con ellos el partido. Nadie quiso dar un paso al frente. Así que intervino, ya cansado de todo, Iglesias.
Era el 15 de marzo de 2021 cuando Pablo Iglesias difundió un vídeo desde su despacho gubernamental. Anunció su decisión de dejar el Ejecutivo para bajar al ruedo de la política autonómica. Tenía una misión: frenar el «enorme riesgo» de un pacto de gobierno entre el PP y Vox. Propuso a Más Madrid crear una lista conjunta bajo su liderazgo. Ellos la rechazaron.
Iglesias logró entrar (por lo pelos) en la Asamblea regional, pero en la noche electoral acabó su carrera en «la primera línea» de la política. Ahora, dos años después, Podemos afrontará otra vez a Ayuso y Vox, pero sin Iglesias de candidato ni otro miembro de la cúpula. Alejandra Jacinto, jurista cercana a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), actual coportavoz de Podemos en Madrid, será su sustituta. Y lo hará sin el apoyo de nadie en la izquierda: ni Más Madrid, ni Izquierda Unida ni Yolanda Díaz. Para muchos en el partido la decisión revela el cierre de una época.
Nuevos rostros poco conocidos
Antes del verano, los círculos de Podemos se preparaban para una candidatura en solitario tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad madrileña. Este diario adelantó esta estrategia. Era todavía junio, antes de las elecciones en Andalucía que probarían un roto en Unidas Podemos y del pulso con Yolanda Díaz. Ya olía a tormenta, aunque faltaba por concretar los nombres de los candidatos.
En los mentideros de la izquierda madrileña empezaron a sonar grandes firmas de la marca morada para evitar un descalabro en Madrid, donde nació oficialmente Podemos hace algo más de ocho años. Se hablaba otra vez de Rafa Mayoral e Irene Montero, además de Juan Carlos Monedero: «Él lo desea, pero va a ser difícil», comentaban en el partido.
También aparecía un rostro nuevo, símbolo del cambio en la cúpula: Lilith Verstrynge. Su nombramiento en la secretaria de Estado para la Agenda 2030 animó esas tesis. Pero finalmente ninguno de ellos ha decidido enfrentarse a un ciclo electoral muy complejo.
Así que han tenido que dar un paso perfiles menores, dispuestos más que otros a jugárselo todo en una apuesta muy improbable de ganar. Entre paracaidistas y kamikaze. El exdeportista Roberto Sotomayor será el candidato de Podemos para el Ayuntamiento. Y Jacinto para la Comunidad. Carolina Alonso, actual portavoz de Podemos en el Comunidad, será la número dos de Sotomayor. Se trata de perfiles internos, poco conocidos y poco mediáticos, y que ratificarán su candidatura en unas primarias que desde hace años han acostumbrado a no sorprender a nadie.
Estos candidatos in pectore despiertan, sin embargo, más de una duda. Los más optimistas sostienen que al ser «nuevos rostros» pueden intentar desmarcarse del desgaste de la marca. Pero otros tiene una lectura más pesimista. «No tienen a nadie», afirman algunos para explicar la dificultad de Podemos de ofrecer candidatos atractivos. «Es que nadie ya quiere» ir de candidato y jugarse su carrera política, agregan. Uno de los últimos fichajes, María Eugenia Rodríguez Palop, también sonó como candidata alternativa a Serra en 2019. Pero entonces ya lo rechazó. Ahora goza de un escaño en el Parlamento Europeo, al menos hasta el mes de mayo de 2024.
Podemos fuera de Madrid
Se han agotados los recursos de popularidad que hace unos años permitían a la formación sumar miembros de la sociedad civil, admiten varias fuentes del partido ‘morado’. Sotomayor, de hecho, ya formaba parte de la Ejecutiva del partido, el Consejo Ciudadano Estatal, aunque muchos no saben prácticamente nada de él.
La sensación de defunción es palpable. Las últimas encuestas vaticinan una exclusión de los ‘morados’, mientras que señalan que Más Madrid, la formación liderada por excluidos del partido como Rita Maestre o Tania Sánchez, mantiene su liderazgo. Iglesias respaldó en las redes sociales la candidatura de Sotomayor. Pero difícilmente será suficiente para que se pueda imponer en el Ayuntamiento contra José Luis Martínez-Almeida. «Es un candidato débil», aseguran casi todos en Podemos Madrid.
En la Comunidad el partido tiene alguna esperanza de entrar en la Asamblea. Pero la misión es igualmente titánica. Jacinto, por su pasado como activista de la PAH, es un perfil «muy izquierdista», reflexionan observadores externos a Podemos pero activos en ese espacio político. Todos son consciente de ello. En IU zanjan que «Podemos fuera de Madrid está muerto». Lo decían en 2019 y lo reiteran ahora.
Puede que este lunes haya empezado algo parecido a una marcha fúnebre. El anuncio de Jacinto y Sotomayor ha quitado la poca esperanza que quedaba de ver a un dirigente histórico o de renombre dando la cara en una plaza complicada. Mientras, los nuevos y escasos cuadros que se han sumado a Yolanda Díaz sonríen. Su plan es sencillo: dejar que Podemos e incluso IU se estrelle en mayo, para llegar y recoger las cenizas. Aunque los más duros del partido ‘morado’ avisan: «No vamos a rendirnos». La épica, por lo menos, no falta.