Pedro Sánchez teme un motín del sector del automóvil en plena campaña electoral de 2023
Grupos del sector cuestionan la política del Gobierno sobre las baterías. Se celebran reuniones discretas a los más altos niveles para evitar el choque
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sectores destacados del Ministerio de Industria temen un motín de parte del sector del automóvil en plena campaña electoral de las próximas municipales y autonómicas. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, altos directivos de al menos una marca internacional que tiene fábricas en España se han reunido con la ministra de Industria, Reyes Maroto, para manifestarle su malestar con respecto a las últimas decisiones del Ejecutivo. Estos altos directivos, explican fuentes conocedoras de las negociaciones, defienden que sus quejas son compartidas por otros gigantes del sector.
Hace tan solo un mes, la ministra de Industria viajó a Valencia para acudir en la Noche de la Economía Valenciana. Su objetivo era mostrar el compromiso del Gobierno con la continuidad de Ford en su factoría de Almussafes, pese a la renuncia de la empresa a los fondos del Perte del automóvil. «El Gobierno se compromete a apoyar a Ford en todas las inversiones presentes y futuras en España», dijo Maroto delante de un millar de empresarios y representantes de la sociedad valenciana, según recogió el diario económico El Economista.
Ford no es una empresa cualquier entre las grandes marcas que tienen establecimientos y producciones abiertas en España. Pero es la firma que en este momento manifiesta su crítica de forma más explícita con el Ejecutivo de Sánchez, según ha podido saber este diario de fuentes gubernamentales. Si esta crítica no se resuelve, en el ministerio temen que puede desembocar en vía crucis de cara a las elecciones.
Sector estratégico
La perspectivas electorales de Sánchez y del PSOE no son buenas. Desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo el PP ha ido recuperando terreno hasta convertirse en la primera fuerza en intención de votos. Queda, no obstante, por ver el equilibrio de fuerzas a nivel regional. En ese contexto comunidades autónomas como la valenciana, donde se concentran muchas de las fábricas de coches de España, son clave para el próximo ciclo electoral. El PSOE quiere revalidar el Gobierno de Ximo Puig, mientras que los populares aspiran con recuperar el control de la Generalitat y lanzar un mensaje nacional de cara a las generales del próximo año.
Uno de los elementos que están generando tensiones entre el Gobierno y la industria de la automóvil atañe a la fabricación de baterías para coches eléctricos. En España se van a instalar dos nuevas grandes gigafactorías (Sagunto, en Valencia, y Mata, en Extramadura). El Ejecutivo liderado por Sánchez lanzó un Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del coche eléctrico con un presupuesto a ejecutar de 5.900 millones de euros, que se resolverá antes de que acabe el año. Pero no todos lo respaldan.
Compromiso de Ford con Valencia
Ford se descolgó del plan del Gobierno (según el Ejecutivo por un calendario de inversiones que chocaba con los planes de la empresa). Desde la marca explican: «Ford actualiza regularmente su ciclo de producción global. Recientemente revisamos nuestras previsiones para Europa, que introducen un retraso en nuestros planes de producción para España, lo que significa que no podemos aprovechar el programa de financiación PERTE».
El fabricante de coche reitera, por otro lado, su compromiso con las fábricas que tiene en España: «Nos gustaría reiterar el compromiso con nuestra planta de Valencia ya que las operaciones de Ford en España siguen siendo una parte fundamental de nuestra estrategia para Europa. Agradecemos al gobierno español por su cooperación y esperamos trabajar en colaboración con el gobierno de España y la Generalitat Valenciana para buscar oportunidades de financiación adicionales a medida que avanzamos hacia una gama de vehículos de pasajeros totalmente eléctricos para 2030″.
Reuniones discretas
Un frenazo en las inversiones de los grandes grupos del automóvil en España podría tener un efecto notable en unos comicios en los que el PSOE tiene que remontar los malos sondeos. En España se calcula que hay más de 500.000 empleados del sector. Es por lo tanto un sector estratégico para la campaña que prepara el equipo de Sánchez, que pretende reivindicar los buenos datos de empleo a pesar de la crisis.
Según ha podido saber este diario, se están celebrando reuniones discretas a los más altos niveles, pero con mucha tensión entre las partes. En lo económico, un motín de la industria del automóvil al Gobierno de Sánchez sería de per sí muy grave. Pero en el contexto actual de crisis y caída electoral del PSOE, abrir esta caja de Pandora en plena campaña electoral podría ser demoledor para las expectativas de los socialistas.
