España recalcó ante la ONU que Ceuta y Melilla son españolas tras las amenazas marroquíes
El Gobierno defendió a través de una nota verbal que ambos territorios formaban parte del país y que su soberanía era «indiscutible»
El Gobierno hizo llegar la semana pasada una nota verbal al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que recalcó la españolidad de Ceuta y Melilla después de que el Gobierno de Marruecos hubiera puesto en tela de juicio este extremo en una misiva remitida a este mismo organismo.
Así lo ha desvelado la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Ángeles Moreno, durante su comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso para explicar los presupuestos previstos para su departamento en 2023.
«La soberanía de Ceuta y Melilla es indiscutible», ha recalcado Moreno, de ahí el que se enviara una nota verbal al organismo al que Marruecos había remitido su misiva, en la que sostenía que no tenía fronteras terrestres con España, al tiempo que ha recordado que Rabat se encargó de «desmentir» el contenido de la misma.
Ya el jueves pasado, cuando se conoció el contenido de la carta marroquí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había recalcado este extremo ante el Pleno del Congreso al ser interpelado al respecto por la portavoz del PP, Cuca Gamarra. «Ceuta y Melilla son España, punto», aseveró.
Marruecos reclamó a la ONU la soberanía
Marruecos remitió en septiembre una carta al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en respuesta a las aclaraciones que se le habían pedido por el «uso excesivo y letal de la fuerza» contra migrantes de origen africano en los sucesos en la valla fronteriza de Melilla el pasado 24 de junio.
En su misiva, a la que tuvo acceso Europa Press, aclaraban «de nuevo» que es «inexacto» referirse a «la línea de separación entre Marruecos y Melilla» como «frontera hispano-marroquí», como afirman en su texto relatores de la ONU, puesto que «el Reino de Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España y Melilla sigue siendo un presidio ocupado y por este motivo, no se puede hablar de fronteras, sino de simples puntos de paso».