Juan Carlos I pagará por los regalos de las cacerías tras un acuerdo con Hacienda
El exmonarca había sido investigado por los viajes que había realizado desde su abdicación en el año 2014 y quién había pagado los mismos
El rey Juan Carlos I tendrá que pagar por las cacerías con las que fue obsequiado una vez había abdicado de la corona, en 2014, tras alcanzar un acuerdo con la Agencia Tributaria para cerrar la inspección que le fue abierta. Hacienda había asegurado que el exmonarca debería haber declarado los desplazamientos en avión con los que los empresarios le regalaron para llegar a estos eventos, tal y como ha desvelado el diario El Mundo.
De esta forma, el don Juan Carlos pone fin a la última causa judicial que quedaba en su contra tras haber realizado varias regularizaciones voluntarias para normalizar su situación fiscal. El proceso administrativo había solicitado que el emérito acreditara a cuántas cacerías había acudido tras dejar de ser el jefe del Estado y que explicara quién había pagado los mismos.
Don Juan Carlos I no había sido el responsable de abordarlas -tal y como admitieron sus abogados-, por lo que la Agencia Tributaria no ha podido demostrar ningún enriquecimiento ilícito por parte del exmonarca, aunque le ha pedido que regularice los mismos al encontrarse por debajo del umbral de los 120.000 euros, donde se fija el mínimo penal establecido.
Existía el riesgo de que el padre del actual rey fuera condenado a un delito fiscal, aunque la información detallada entregada por sus asesores han evitado que se reabriera el proceso contra el monarca por el regalo de vuelos privados a través de la Fundación Zagatka, controlada por su primo Álvaro de Orleans, o aquellos llevados a cabo por el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause