Adolfo Suárez Illana deja su escaño y la presidencia de la principal fundación del PP
El hijo del expresidente del Gobierno ha compartido una carta en la que explica que su adiós a la política de primera línea se da tras cuatro años «convulsos»
Adolfo Suárez Illana, diputado del Partido Popular e hijo del expresidente del Gobierno, ha anunciado que abandona la primera línea de la política nacional y que en los próximos días dejará su escaño en el Congreso de los Diputados y su puesto en la Mesa del Congreso.
En una carta, Suárez Illana agradece a la dirección del PP «su ayuda y comprensión» estos años, pide disculpas por los «errores cometidos» y hace llegar su «más profunda gratitud» a os que le han permitido desarrollar su trabajo. Además explica que ha acordado con Feijóo su relevo al frente de la fundación Concordia y Libertad, la principal del partido.
El Grupo Popular le agradece la labor realizada durante estos años como representante del PP en el Congreso de los Diputados, especialmente su tarea institucional desde de la Mesa. «Su esfuerzo y dedicación en este tiempo han contribuido a lograr que el PP se haya convertido en la única alternativa al Gobierno de PSOE-UP», ha señalado el grupo parlamentario en un comunicado.
«Su esfuerzo y dedicación en este tiempo han contribuido a lograr que el Partido Popular se haya convertido en la única alternativa al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos», señala el grupo parlamentario en un comunicado.
Con su abandono de la política, Suárez Illana deja un hueco en la Mesa del Congreso que ahora el Grupo Popular debe cubrir y asegurar que va a obtener apoyo de otros grupos para mantener esa plaza en el órgano de gobierno de la Cámara Baja.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha querido reconocer su trabajo en estos cuatro años a través de un mensaje en Twitter.
Suárez, un viejo conocido del PP
Suárez Illana entró en política hace 20 años cuando el PP le propuso como candidato a la Presidencia de Castilla-La Mancha, si bien fue derrotado en los comicios de mayo de 2003 por el veterano socialista José Bono. Entonces decidió retirarse de la política y volver a su vida profesional, sin ni siquiera recoger su escaño en las Cortes regionales.
A finales de 2018, poco después de la llegada de Pablo Casado a la Presidencia del PP tras el congreso extraordinario que eligió al sucesor de Mariano Rajoy, Suárez Illana fue designado presidente de la Fundación Concordia y Libertad.
Pocos meses después, en las elecciones generales de abril de 2019, concurrió como número dos de Casado por Madrid y, en la repetición electoral de noviembre de ese mismo año pasó a ocupar el tercer puesto, detrás de Ana Pastor.
En la carta que ha hecho pública exponiendo los motivos de su decisión, Suárez Illana explica que hace algo más de cuatro años fue «llamado a la política», un paso que le llevó a dejar toda su actividad profesional «y casi» su vida personal, para «ayudar» a su partido.
El diputado que ascenderá en su lugar es Miguel Ángel Quintanilla, ex asesor del expresidente del Gobierno José María Aznar.
Puede leer la carta íntegra aquí
Hace algo más de cuatro años fui llamado a la política, lo que me llevó a dejar toda mi actividad profesional -y, casi, mi vida personal-, para ayudar a mi partido. Este estaba inmerso, entonces, en un proceso de transición, tras la crisis desatada en su seno por la inesperada moción de censura que se presentó contra el presidente Rajoy. Han sido cuatro años muy difíciles para nuestro partido; marcados por procesos electorales de todo tipo, de forma casi permanente y con distintos resultados.
Durante todo este tiempo, he tratado de dar lo mejor de mí mismo al servicio de mi país a través del Partido Popular. Debo destacar, en este sentido, el haber tenido el privilegio de poner los cimientos de la que será, sin duda, una magnífica herramienta en favor del entendimiento entre distintos: la fundación Concordia y Libertad.
He tenido también el honor de formar parte de la Mesa del Congreso de los Diputados en dos legislaturas muy controvertidas, desde el punto de vista institucional. He tratado de servir en ese órgano de gobierno con toda la diligencia de la que he sido capaz. Es difícil transmitir la satisfacción y el orgullo que, para una persona amante del derecho y de las instituciones, significa trabajar en un órgano así.
En cualquier caso, yo soy un profesional del derecho comprometido con su país, no un político de carrera; y lo digo con todo el respeto que ello merece. Siempre he mantenido que todos debemos aceptar nuestra cuota de responsabilidad en los asuntos públicos y, en aquel entonces, asumí las que se me propusieron en coherencia con lo predicado. Pero el tiempo pasa y las circunstancias cambian. Hoy, gracias a Dios, al esfuerzo de muchos y a la buena gestión del presidente Feijóo, mi partido ha superado, con éxito muy notable, la crisis pasada y se encuentra, al fin, en una situación que augura la victoria en los próximos comicios. Por mi parte, siento que debo retomar ya las obligaciones profesionales y familiares que, en su momento, entendí debía aparcar de forma temporal.
Agradezco profundamente a la dirección de mi partido su ayuda y comprensión durante todo este proceso. Y quiero hoy, tras acordar con el presidente Feijóo mi relevo al frente de la fundación Concordia y Libertad y de mis obligaciones en el Parlamento de la Nación, pedir disculpas por los errores cometidos y hacer llegar mi más profunda gratitud a todos aquellos que, con su ayuda, me permitieron desarrollar ese trabajo y hacerlo lo mejor posible.
Quiero hacer especial mención de todos aquellos con los que he tenido el honor de compartir escaño en el Congreso y, también, de los militantes de mi partido, con quienes he pasado muchas horas de intenso trabajo. Estoy inmensamente orgulloso de todos ellos y profundamente agradecido. Como hice en el pasado, estaré siempre dispuesto a seguir ayudando, desde el lugar en el que me encuentre, a fomentar la Concordia entre los españoles, sin renunciar por ello a mis convicciones personales y políticas, lo que incluye seguir apoyando al Partido Popular, para escribir, entre todos, las mejores páginas posibles de nuestra historia común.