Podemos amenaza a Díaz con el regreso de Pablo Iglesias si no cede a sus exigencias
Iglesias envía sus condiciones a Díaz y en Podemos aseguran que si se llega a un choque definitivo con Sumar, el exlíder acompañará a Irene Montero en las listas
El partido morado, dirigido formalmente por Ione Belarra en tándem con Irene Montero, espera que Yolanda Díaz ceda a sus peticiones de aquí a las próximas semanas. Como desveló en exclusiva este diario, Pablo Iglesias entregó a los emisarios de Díaz tres condiciones: decidir si prefiere defender Unidas Podemos o a los aliados de Íñigo Errejón; aclarar su posición antes del 21 de mayo y hacer campaña para los morados en Madrid. Díaz, de momento, se niega a aceptar ese diktat, y de cara a un posible choque que acabe en las próximas elecciones generales con dos candidaturas diferentes -una de Podemos y otra de Sumar-, los morados avisan de que no se puede excluir el regreso de Iglesias en una «candidatura» opuesta a la de Díaz.
Díaz no tiene ninguna intención de asumir un diálogo paritario, de tú a tú, con los morados. Y no quiere ceder en cuanto a su planteamiento de neutralidad hasta las elecciones de mayo. Pero en Podemos avisan de que si no se llega a un pacto antes de mayo, no habrá vuelta atrás. Irene Montero está dispuesta a liderar una candidatura para las generales. Así lo señalan varias fuentes moradas, y algunas de ellas afirman que Pablo Iglesias también puede formar parte de ella. «Pablo hará lo que tiene que hacer», asumen.
Según estas fuentes, el planteamiento que se maneja ahora mismo es un «cierre de filas absoluto» con Irene Montero. La ministra de Igualdad está recibiendo el apoyo de los miembros del Congreso afines a ella. Pero también da un paso más. Sostienen que Iglesias se puede involucrar en una candidatura opuesta a Díaz, si las dos partes no llegan a un acuerdo.
Está por ver el tipo de papel que pueda tener el exlíder morado, pero nadie duda de que respaldará a Montero según la fórmula más conveniente. «Puede ser cerrando la lista, de manera simbólica, o también como integrante con la posibilidad de volver al Congreso», explican, lo que significaría poner el nombre y apellido del fundador de Podemos en la lista electoral. El esquema que esbozan estas fuentes es que Irene Montero ejercería de cabeza de lista, con Iglesias en uno de los pocos puestos de salida que tenga el partido, razonablemente en Madrid, donde también se quiere presentar Yolanda Díaz.
Canal de televisión
El objetivo general de este proyecto es «cerrar las filas de los votantes de Podemos». Pero también lanzar un mensaje que asuste a Díaz y que revele que los morados irán a por todas si se llega a un choque. Los morados recuerdan que el nuevo canal de televisión de Pablo Iglesias, Canal Red, arrancará «cuanto antes» y que eso tiene que ver con el pulso con Díaz.
Esta semana, Iglesias ha viajado acompañado por Alfredo Serrano a México donde se ha reunido con el presidente del país José Manuel López Obrador. Serrano colabora con Iglesias en su nuevo canal de televisión y destaca por sus contactos en las cancillerías de los países de América Latina, gracias a la dirección del CELAG, el centro de estudios heredero de la fundación CEPS. El encuentro de Iglesias con Obrador se realiza pocas semanas después de que la propia Díaz viajara a México, en el marco de una operación de proyección de su figura a través de varios viajes oficiales.
La última entrevista radiofónica de Irene Montero ha sido la demostración de que Podemos ha subido la apuesta y que la dirección morada da un plazo límite a Díaz para mover ficha. Todavía no ha trascendido exactamente cuál es el calendario que Iglesias y Montero tienen sobre la mesa. Lo que sí se sabe, tal y como publicó este diario, es que la dirección de la formación está presionando para que Díaz aclare su posición «cuanto antes» y que el acuerdo electoral para las listas se selle «por escrito». Recuerdan que la propia Díaz negociaba así cuando exigía formar parte de las listas electorales autonómicas y generales durante su etapa en Izquierda Unida.
Presencia en los debates más importantes
La fórmula más probable es que Iglesias se involucre a una candidatura de Irene Montero pero manteniendo su presencia como simbólica. Algunos hablan de la figura de Xosé Manuel Beiras, el exlíder de AGE, la coalición entre soberanistas gallegos y la izquierda de Díaz en el parlamento gallego en 2012. Beiras se limitaba a participar en los grandes debates, dejando a Díaz la portavocía en el día día.
Según ese esquema, Iglesias podría participar en los debates parlamentarios más importantes, como el del estado de la nación, pero evitar las labores diarias del Congreso. La presencia en el Congreso, aunque sea part time, garantizaría a Iglesias un «púlpito» institucional desde el que seguir influyendo en la política nacional, que sería también rentable para sus proyectos mediáticos, reflexionan en Podemos.
El ex secretario general y vicepresidente ha afirmado varias veces que su paso por la política ha sido más difícil de lo que algunos observadores creen. Lo dijo en una conversación con Juan Carlos Monedero después de la salida del Gobierno de Sánchez, y lo ha repetido en otra charla con la plataforma Spanish Revolution. Aun así, en el partido aseguran que si no se llega a un acuerdo satisfactorio con Yolanda Díaz, el exlíder morado dará un paso adelante. Y afirman que, de hecho, así se ha trasladado al equipo de la política gallega.
Podemos, en definitiva, quiere cortocircuitar la red de alianzas que está intentando tejer Díaz. Y lo quiere hacer dejando claro que Podemos no aceptará negociar a la baja con Díaz después de las elecciones de mayo. De no llegar a un entendimiento, Podemos asume que la unidad de acción con la gallega es impracticable. Pero intentará culpar a Díaz de ese fracaso.
La estrategia de Podemos se construye sobre la idea de que si Díaz fracasa en su plan de rassemblement de la izquierda, quedará tocada en su imagen de «ministra pactista» (una fórmula acuñada por El País hace más de dos años y que generó mucho recelos en el ministerio de Montero). Iglesias y los suyos ya tienen lista la artillería para tachar a la gallega de «traidora», pero también para devolver al ex secretario general cierto papel activo en la futura candidatura de Podemos si se presenta al margen de Sumar. La épica siempre ha formado parte del estilo de Iglesias, y los suyos saben a qué apelar si las cosas se tuercen de forma definitiva. «Pablo hará lo que tiene que hacer», aseguran en un partido morado, donde se oyen cada vez más fuerte los tambores de guerra.