El CGPJ alerta a la misión de eurodiputados que el daño por el 'solo sí es sí’ es «irremediable»
Los magistrados habrían trasladado que a pesar de las reformas de las leyes de Igualdad se seguirán excarcelando a delincuentes sexuales
La misión de eurodiputados que se encuentra en España para recabar información sobre los efectos de la ley del solo sí es sí se ha topado con el malestar de los jueces españoles por la aplicación de la norma del Ministerio de Igualdad —que ha beneficiado a más de 500 agresores sexuales reduciendo sus penas—. Tal y como revelan fuentes de Justicia a THE OBJECTIVE, los políticos han sido informados de los «irremediables» daños de la norma.
Los magistrados habrían trasladado que a pesar de las reformas de las leyes de Igualdad —negociaciones en punto muerto tras las desavenencias entre PSOE y Podemos—, aún habrá miles de delincuentes sexuales que vean reducidas sus penas al tener que aplicarse en su favor la norma más beneficiosa.
Según las estimaciones del Poder Judicial, esta cifra se elevará hasta los 4.000, aunque este es un proceso que puede durar meses porque, al menos por el momento, se están revisando las de aquellos cuya excarcelación es inminente.
Montero sostiene que los datos son falsos
Los eurodiputados también se han mostrado sorprendidos con las diferencias existentes entre las posturas de la ministra Irene Montero y los jueces. La líder de Podemos ha acusado a los instructores de ser los responsables de las excarcelaciones y reducciones al estar aplicando mal la norma estrella de su ministerio, lo que choca con la realidad: la reducción de las penas mínimas beneficia a los agresores sexuales en al menos cuatro de cada 10 revisiones de sentencias.
Además, en las cifras que se habrían presentado desde Igualdad se habrían presentado muchas menos reducciones de penas que las anunciadas por los juzgados de toda España. Montero habría trasladado a la misión que los datos que se publican en los medios de comunicación —y que son comunicados por las audiencias provinciales de todo el país— no son reales, pues no son oficiales.