Robles medita cambios en la cúpula del Ejército del Aire
La ministra debe sustituir al segundo Jema y buscar un militar que ocupe la Orden de San Hermenegildo: todas las miradas están puestas en el general Salto
Margarita Robles y Javier Salto presiden una reunión del Consejo Superior del Ejército del Aire. | Foto: Flickr M. Defensa
La ministra de Defensa, Margarita Robles, medita cambios en el Ejército del Aire y del Espacio una vez que el segundo Jefe del Estado Mayor, el teniente general Ignacio Bengoechea Martí, deja el puesto este miércoles al pasar a la reserva. Si bien fuentes militares indicaron a THE OBJECTIVE que tenía decidido el relevo del superior de Bengoechea, el general del aire Javier Salto Martínez-Avial, después de casi seis años en el cargo, desde el equipo de Robles se subraya que este último goza de su «absoluta confianza».
El hecho de que en el Ejército de Aire se hablase del posible cese de Salto, a escasos diez meses del final de la legislatura, se debe a la necesidad para Robles de tener un recambio a mano para elegir nuevo gran canciller de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo en sustitución de Jaime Domínguez Buj, subrayan las citadas fuentes.
La ministra se ha encontrado que no puede disponer de los únicos tres candidatos que había en liza: los exjefes del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) Fernando Alejandre y Miguel Ángel Villarroya; y el exjefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (Jeme), Francisco Javier Varela, según reveló este periódico el lunes.
Al frente de la principal orden militar solo puede estar alguien con el máximo empleo en cada ejército: general de Ejército (en Tierra), almirante general (de la Armada) o general del Aire. Con las opciones de Villarroya, Varela y Alejandre cerradas por la negativa de los dos primeros a ocupar el cargo y la incomodidad de ofrecérselo al tercero, a Robles solo le quedan dos caminos: forzar la ley de la Carrera Militar con una prórroga del mandato de seis años para Domínguez Buj o realizar algún cambio en la cúpula militar y que uno de los cesados tome el mando de la Orden de San Hermenegildo, aunque esto último está descartado por el momento.
El Jema es el único miembro de la cúpula heredada de María Dolores de Cospedal que seguía en su puesto desde el 1 de abril de 2017 cuando fueron nombrados. El almirante Teodoro López Calderón también lleva seis años en la cúspide castrense pero repartidos entre su etapa inicial al frente de la Armada (Ajema) y luego como Jemad, desde enero de 2021 hasta la actualidad.
Robles evitará cambiar al Jemad
Robles generaría una gran polvareda si cambiase al almirante López Calderón en estos momentos, con la legislatura casi vencida, puesto que el cargo de Jemad es muy sensible y dejaría atado de manos a su sucesor -en el caso de que lo haya tras las elecciones generales- a la hora de confeccionar la nueva cúpula militar.
La renovación de la cúpula del Ejército del Aire empezará, por tanto, por el segundo Jema. Precisamente, el hecho de que Robles haya dejado que Bengoechea pase a la reserva para realizar los cambios ha generado «malestar» entre varios de sus conmilitones, que veían a este último como el candidato «natural y mejor preparado» para suceder a Salto. De ahí que la propia ministra viajase a Málaga el pasado lunes para presidir la reunión del Consejo Superior del Ejército del Aire, al que estaban citados los ocho tenientes generales en activo de esta rama de las Fuerzas Armadas, para así calmar las aguas.
Bengoechea se despidió hace unos días como segundo Jema subiéndose a un caza y compartiendo un último vuelo de entrenamiento con dos de sus hijos, también pilotos de combate del Ejército del Aire, tal y como atestiguó uno de ellos en las redes sociales el pasado viernes (ver abajo), cuando su padre ya sabía que no ascendería al puesto de Salto.
Fe de erratas
El artículo ha sido corregido tras recibir información adicional de fuentes próximas a la ministra de Defensa que matizaban la información inicial.
