El sindicato independentista se desvanece: ni siquiera gana entre los maestros catalanes
La Intersindical, aupada por el Govern en los años del ‘procés’, no logra imponerse en los comicios de educación y se espera otro batacazo en los de sanidad
Conferencia nacional de La Intersindical. | Twitter
El sindicato La Intersindical, aupado por el independentismo para convertirlo en la central por antonomasia durante los años del procés, va perdiendo adeptos a marchas forzadas. En las elecciones sindicales de Educación de esta semana, sufrió un batacazo sin precedentes en las urnas: obtuvo 32 representantes frente a los 47 que cosechó hace cuatro años. En la misma línea, en las próximas elecciones de Sanidad, no ha conseguido presentar candidaturas en cuatro zonas clave de Cataluña, lo cual hace muy improbable su victoria.
Estas dos áreas, educación y sanidad, son significativas porque La Intersindical siempre había sido fuerte entre el funcionariado catalán. Desde el inicio del plan rupturista, entre 2010 y 2012, el movimiento independentista ha mantenido mayores apoyos entre los funcionarios catalanes. Cuenta con mucha menor presencia y arraigo entre los trabajadores de las grandes empresas o el sector privado.
De hecho, durante las grandes movilizaciones separatistas o «paros de país» se llenaban gracias al activismo de estos sectores vinculados a la educación y a la administración pública. Una de las bazas a su favor es que se celebraban en jornada laboral, pero a diferencia de las huelgas no perdían parte del salario. Y todo ello permitía contar con más afluencia y procedentes de sectores sin nada que perder, ya fueran funcionarios o jubilados.
En la misma línea, y como informó THE OBJECTIVE, en varias ocasiones se han alienado con el poder político sin funcionar como contrapeso o en favor de los derechos de todos los trabajos. El ejemplo más llamativo fue cuando se dieron a conocer el caso de los funcionarios del Parlament que cobraban sin trabajar, la Intersindical optó por el silencio y no criticó dicha decisión. Dicha central es la única con presencia en la Cámara catalana, pero no se pronunció sobre el hecho de que el personal de la institución pudiera jubilarse cinco años antes de lo previsto y con sueldo íntegro.
Blandos en demandas educativas
El sindicato Ustec venció en los comicios del personal docente no universitario en los 12 servicios territoriales, con 161 delegados. Otra central, Aspepc-sps, dobló su resultados respecto a las elecciones de 2019, con 81 delegados. En los últimos tiempos se han sucedido las protestas contra el Departamento de Educación, liderado por Josep González Cambray, y su plan de avanzar el calendario electoral y finalmente se impuso el sindicato más beligerante contra las políticas gubernamentales.
En estos comicios fueron a las urnas un total de 80.174 docentes de educación primaria y secundaria, si bien la participación fue más baja que en las anteriores elecciones (38,4% respecto al 42,8% de hace cuatro años).
En paralelo, los comicios sindicales de Sanidad, de los próximos 28 y 29 de marzo, apuntan a una nueva debacle electoral de los nacionalistas. Hay varias razones que lo explican. Por un lado, que la central no ha logrado presentar candidaturas en cuatro áreas de Cataluña, como son la ciudad de Barcelona, el área metropolitana norte, Gerona o el área metropolitana sur. El otro motivo que puede estar detrás es las purgas que la dirección realizó en plena pandemia. Como informó El Español, la dirección expulsó a algunos de su afiliados tras solicitar las cuentas anuales y mayor transparencia.
La fortaleza de CCOO y UGT
Otro de los escollos que ha encontrado siempre este sindicato es la gran fortaleza de Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de los Trabajadores (UGT). El movimiento independentista no es mayoritario entre los entornos trabajadores. Más bien se caracteriza por ser un movimiento de clases medias y altas, y de entornos educativos y que trabajan en la administración catalana.
Además, en la mayoría de cuestiones, como es la oposición al 25% de castellano en las escuelas de Cataluña, los dos grandes sindicatos han cerrado filas con el Govern, pese a que la mayoría de sus afiliados siguen sin ser independentistas.
Esta adscripción a las tesis progubernamentales catalanas se explica también por las subvenciones que reciben. En los Presupuestos de la Generalitat de 2023 se incorporan por primera vez subvenciones directas de 500.000 euros a CCOO, UGT, y las dos patronales catalanas, Foment del Treball y Pimec.
En su momento, el independentismo más maximalista, como el que representa la Asamblea Nacional Catalana (ANC), intentó desprestigiar a estas dos centrales con el fin de que La Intersindical ganara terreno. La expresidenta de la ANC Elisenda Paluzie les calificó, junto a la patronal CEOE, de ser «los principales actores del régimen del 78». Sin embargo, no han logrado su objetivo. Y a día de hoy, el que atraviesa su momento más difícil es el sindicato promovido por el independentismo.
