Sáenz de Buruaga: «Feijóo es el primer activo del PP y Sánchez es tóxico para el PSOE»
Conversamos con la candidata del PP a Cantabria sobre el ocaso político de Miguel Ángel Revilla, el descontento de sus vecinos y sus perspectivas electorales
Para esta abogada las cosas no han sido fáciles en el seno del PP. María José Sáenz de Buruaga (Suances, Cantabria, 1968) era ya líder del PP y se disponía a encabezar la candidatura a las elecciones de 2019 cuando el tándem Pablo Casado-Teodoro García Egea decidió cerrarle el paso y nombrar a la exatleta Ruth Beitia como candidata-estrella a la presidencia del Gobierno cántabro frente al actual presidente, Miguel Ángel Revilla. Sáenz de Buruaga, no obstante, rehúsa mirar por el retrovisor y fija su vista en el 28-M, en esta nueva oportunidad que le ha concedido el equipo de Alberto Núñez Feijóo para afrontar la contienda electoral que -ella no tiene la más mínima duda- va a ganar. Otra cosa serán los pactos posteriores. Por ello, su objetivo consiste en impedir que el PSOE de Pedro Sánchez y el PRC de Miguel Ángel Revilla puedan llegar a sumar los 18 escaños que concederían la mayoría absoluta a ese bloque.
PREGUNTA.- ¿Qué expectativas electorales tiene el PP en Cantabria de cara al 28-M?
RESPUESTA.- Todas las encuestas dicen que esas expectativas son estupendas, diría yo. El PP, sin ninguna duda, sería hoy la primera fuerza política en Cantabria, ganaría con absoluta claridad en las elecciones en nuestra comunidad, el próximo 28-M. Nos dicen que absorbemos el voto de Ciudadanos; que estamos siendo capaces de contener muy bien a Vox, por esa percepción de voto útil que tiene el Partido Popular y también demuestra un importante desgaste de la coalición de gobierno. Todos los datos dejan clara esa pulsión de cambio que se está respirando en este momento. Queda clara la confianza creciente en este proyecto del PP y también un desgaste imparable de Miguel Ángel Revilla. Hay una mayoría en Cantabria que piensa que su tiempo político ha pasado.
«El 28-M podemos asistir al ocaso político de Miguel Ángel Revilla»
P.- ¿Lo dice usted por la edad del candidato Revilla?
R.- No, quiero decir que, en estas elecciones, podemos asistir al final, políticamente hablando, de Miguel Ángel Revilla. Es el tiempo de su ocaso político, no tanto por cuestiones de edad, que no creo que eso suponga un hándicap, no, sino por sus actitudes, por esa sucesión de errores, su mala gestión y, sobre todo, por la falta de resultados, que es lo que hay que pedir a un gobernante.
P.- ¿Se refiere a las irregularidades descubiertas en la Dirección General de Carreteras? ¿Entiende que ese caso de presunta corrupción podría ser el principio del fin de Miguel Ángel Revilla?
R.- Creo que últimamente Cantabria, que es una comunidad tranquila, poco acostumbrada a sacudidas que la desestabilicen, está en un sinvivir. Nos atropellan los escándalos constantemente y a este gobierno se le está haciendo muy difícil llegar al final de legislatura. Pasan muchas cosas, que son un síntoma de que en Cantabria no gobierna nadie; no hay nadie a los mandos. Ese escándalo del que habla no tiene precedentes en nuestra comunidad. Esa trama de corrupción en el seno del Gobierno de Cantabria, en la Consejería de Obras Públicas, es, con toda probabilidad, el mayor que se recuerde, que se haya vivido en nuestra comunidad autónoma. Es muy preocupante, porque es una trama continuada en el tiempo que empieza en el año 2003, que se prolonga hasta el año 2023 con el único paréntesis durante el gobierno del PP, entre el año 2011 y 2015. Por lo tanto, es una trama de corrupción que está vinculada a una etapa de gobierno en concreto, que es la de Miguel Ángel Revilla, y también a un partido político en concreto, que es el PRC. Revilla tiene que explicar qué amparo tenía o creía que tenía ese funcionario, que aparece en este momento como cabecilla de la trama, para actuar de esa manera cuando gobernaban unos y dejar de hacerlo cuando gobernaban otros.
«Queda clara la doble moral de Miguel Ángel Revilla»
P.- ¿Considera la destitución del consejero de Obras Públicas suficiente como forma de asunción de responsabilidades?
R.- Este asunto no está zanjado ni muchísimo menos. No sabemos prácticamente nada: la envergadura, el calado que tiene esta trama… Nos faltan muchísimas cosas por saber. Hay dos ámbitos de responsabilidad diferenciados. Por un lado, las responsabilidades jurídico penales, que corresponde dilucidar a los jueces. Ahí es donde aparece ese funcionario, el jefe de Servicio de Carreteras. Por otro, están las responsabilidades políticas, que apuntan de forma clarísima hacia la cúpula de Obras Públicas, al consejero de Obras Públicas, al director general e incluso a un subdirector. Además del escándalo de corrupción en sí mismo, hablamos de una trama continuada durante 20 años, prácticamente, en los que los regionalistas han tenido responsabilidades. Lo verdaderamente sorprendente es que nadie se enterara de nada en esa Consejería. No hay ningún miembro del Gobierno, ningún político que esté implicado en ningún procedimiento judicial de momento, pero hay una responsabilidad política, aunque sólo sea por omisión. Yo he sido consejera en el Gobierno de Cantabria. Conozco perfectamente cómo son los procedimientos de contratación. Cuesta mucho creer que quien impulsa el procedimiento de contratación, quien licita, quien adjudica y quien firma esos contratos, que es el órgano de contratación y el consejero, no pregunten.
Miguel Ángel Revilla, tanto como presidente del Gobierno como líder del Partido Regionalista de Cantabria, en lugar de pedir perdón a los cántabros, dice con recochineo que este señor, el consejero que tiene que cesar, es su mejor hombre y le organiza un homenaje. Me parece una ofensa y una burla a todos los cántabros, porque la víctima en este asunto no es Miguel Ángel Revilla, sino Cantabria. No se ha sabido velar por el interés general y el uso de dinero público. Ha quedado de manifiesto de una manera muy cruda la verdadera cara de Miguel Ángel Revilla y, sobre todo, esa doble moral, ese doble discurso, esa doble vara de medir.
P.- ¿A qué se refiere?
R.- Pues que Revilla ve la paja en el ojo ajeno, pero no ve la viga en el propio. Es implacable y predica ejemplaridad en sus actos de televisión. Todavía recordamos sus palabras en el caso Chaves, en el caso Griñán, cuando decía: si lo sabían, son unos delincuentes, pero si no lo sabían son dos incapaces y deberían irse mañana. Ahora, que le afecta a su Gobierno, vemos cómo se minimiza, cómo se oculta, cómo se justifica, cómo pretende ser la víctima y no se asume ningún tipo de responsabilidad.
«Hay un engaño del Gobierno de la nación y del de la región a todos los cántabros en el caso de los trenes que no llegaron a Cantabria»
P.- Otro asunto que ha tenido mucha repercusión recientemente es la no llegada de los trenes a Cantabria, ni en tiempo ni en forma, porque se encargaron más grandes los trenes que el túnel. ¿Cree que este asunto puede provocar la derrota en las urnas de la coalición de Gobierno?
R.- Este es el otro escándalo. Cantabria entra en una deriva en la que es noticia nacional por cosas que rozan el ridículo. Este asunto refleja la decadencia de un proyecto agotado. Aquí no gobierna nadie, nadie se ocupa de lo importante, de lo que hay que ocuparse. No se hace seguimiento de los temas que de verdad importan y preocupan a los cántabros, como ha sido este caso de los trenes. Hay una clara dejación de responsabilidades, porque el Gobierno nacional cometió el error, pero es que el Gobierno de Cantabria tampoco se enteró absolutamente de nada. Es un tema muy sensible, porque afecta a la vida cotidiana de los cántabros. Todos los días miles de cántabros se levantan y cogen un tren de cercanías para ir a trabajar, para estudiar, para ir al médico, al Hospital Valdecilla, para hacer sus gestiones, y que llevan soportando una legislatura caótica, o sea, un calvario, porque, cuando no son los trenes, que son tercermundistas, es la catenaria; cuando no es la implantación del sistema de seguridad, son averías, retrasos y cancelaciones permanentes. Se trata de un tema político de mucho calado, porque es uno de los compromisos que figura en ese pacto de gobierno entre Revilla y Sánchez, que justificó además el acuerdo en Cantabria. Pero lo grave es el engaño manifiesto por parte del Gobierno de la región y el de la nación, puesto que esto se sabía desde hace dos años y se ha estado tapando y demorando la solución, no sé si deliberadamente o no todo este tiempo.
P.- ¿Las dimisiones forzadas en el Gobierno de España son suficiente asunción de responsabilidades políticas en este caso?
R.- Parece que al Gobierno de Revilla no le importa que le engañen, si es el Gobierno de Pedro Sánchez. En cuanto a la solución, no es solución porque seguimos sin trenes. Hubo dimisiones al más alto nivel que exigió el presidente de Cantabria, sí, pero a nosotros no nos devuelven los trenes. El día a día de los usuarios de la red de cercanías es igual, si no es peor. Y el hecho de que te compensen con la gratuidad de un abono cuando no tienes trenes que te llevan donde te tienen que llevar en el momento que te tienen que llevar, no es consuelo. Ahora entramos de nuevo en una campaña de publicidad, de propaganda y de banderines electorales, no de banderas electorales, en la que se adquieren nuevos compromisos por parte de quien incumplió los anteriores.
«Llevaron a Cataluña los trenes de Cantabria para contentar a los socios de Sánchez y no fabricaron los que tenían que circular por Cantabria en 2023»
P.- Vamos, que no se cree nada.
R.- Creo que el Ministerio no tiene ninguna credibilidad en Cantabria. Vuelve a tener una actitud del que se cree que los cántabros no se enteran de nada. Vuelve a ser una actitud de falta de respeto, porque vienen los que permitieron que los trenes llegaran a Cataluña en el año 2019, porque el problema de los trenes es peor que los que teníamos en condiciones. Llevaron a Cataluña los trenes, en el año 2019, para contentar a los socios de Sánchez y no fabricaron los trenes que en el 2023 tenían que circular por Cantabria. Ahora nos dicen que traen un plan de cercanías extraordinario y maravilloso para Cantabria… pero en 2026 o 2027. Creo que asistimos otra vez a una serie de comportamientos que los ciudadanos no entienden. O sea, el Gobierno es responsable de todo esto. Se cree que los ciudadanos entramos en un estado de amnesia, se nos olvida todo y los que nos han dejado sin trenes ahora vienen vendiéndolos y sacando pecho porque traen unos trenes que nos llevaron en el 19 y que no vinieron en el 23 para el año 27. Esto es muy poco serio y no hay comunidad autónoma que lo aguante.
«Tenemos un objetivo doble: ganar las elecciones e impedir que PSOE y PRC sumen mayoría absoluta»
P.- Visto el escenario, que ha obligado a pactos en los últimos años ¿Van a poder gobernar en Cantabria?
R.- Nuestro objetivo es ganar las elecciones, no para sacar más votos, ni para adelantar al PSOE o al PRC, sino para pilotar la transformación del desarrollo de Cantabria, para poder gobernar. El reto es importante y es un objetivo doble. Tenemos que ganar las elecciones, pero el segundo objetivo pasa por ser capaces de impedir que PSOE y PRC sumen los 18 diputados que les daría la mayoría absoluta, porque a estas alturas nadie duda que si los números dan y esa aritmética parlamentaria se produjera, estaríamos otra vez abocados a más de lo mismo: otro pacto de Gobierno; otra vez Pedro Sánchez sentado en el Gobierno, en el Consejo de Gobierno de Cantabria, con los nefastos resultados y las consecuencias tremendas también para nuestra comunidad. Todo va muy bien, pero hay que seguir trabajando como lo estamos haciendo, con seriedad y convicción, pero también con muchísima humildad, para transformar las buenas expectativas de las encuestas en apoyos en las urnas.
P.- Recientemente, Revilla no descartaba pactar con el PP. ¿Pactaría usted con Revilla?
R.- En eso consiste el populismo: en decirle a cada uno lo que quiere oír y casi siempre en lo que conviene a uno mismo, que eso es lo que ha hecho Miguel Ángel Revilla. Él es perfectamente consciente de que el PP va a ganar con claridad las elecciones en Cantabria. Miguel Ángel Revilla es consciente del desgaste que tiene su coalición y su alianza con Pedro Sánchez y, sobre todo, del desgaste de su propia marca y liderazgo.
«El único pacto que está hecho en Cantabria es el que busca Revilla con el PSOE»
Se empieza a ver un distanciamiento y maniobras de despiste por parte de Revilla, pero todo el mundo que conoce cuál es la trayectoria tiene clarísimo que esto no es verdad, que si Miguel Ángel Revilla está en condiciones de elegir y los números le dan, el único pacto que está hecho en Cantabria y que busca Revilla es el pacto con el PSOE. Ahí están los hechos: 16 años, uña y carne, Revilla y el PSOE. Y ahora, con Sánchez, el PRC ha ido a decir amén, a votar ‘sí’ a todo lo que plantea Pedro Sánchez. Lo he dicho con muchísima claridad: no voy a ser presidenta de Cantabria si no gano las elecciones en Cantabria. Eso es lo que me gustaría oírle decir a Miguel Ángel Revilla. Es el único pacto posible que espera el PP con Miguel Ángel Revilla: que sea capaz de respetar la lista más votada.
P.- ¿Estaría dispuesta a gobernar con Vox?
R.- Me gusta muy poco hablar de pactos antes de las elecciones, porque creo que en una democracia los ciudadanos hablan, los políticos interpretamos el resultado y la voluntad de los ciudadanos y de ahí derivan como consecuencia los pactos. Lo único que puedo decir es que el PP sale a ganar, no a empatar, ni a pactar. Los pactos dependerán de lo que digan los ciudadanos.
P.- El presidente Revilla dice que se presenta a las elecciones por última vez, para evitar que usted le dé entrada en el Gobierno de Cantabria a Vox.
R.- Pues lo tiene en su mano Miguel Ángel Revilla: que respete la lista más votada, que va a ser el PP. Por otra parte, me siento con capacidad de llegar a acuerdos y de sellar pactos incluso con la oposición, para gobernar mi tierra y para sacar adelante todos esos proyectos estratégicos de la región.
Sobre los pactos con Vox: «No es mi modelo. Quiero gobernar en solitario»
P.- En todo caso, vista la experiencia de gobierno en Castilla y León, ¿le preocupa la posibilidad de tener que gobernar o pactar con ellos?
R.- Mire, la gente que en Cantabria ha votado a Vox, en el Ayuntamiento de Santander, por ejemplo, ve cómo Vox es el que está haciendo inviable la aprobación del presupuesto municipal de la ciudad. Yo lo que le digo a la gente es que si quieren que gobierne el PP, que voten directamente al PP. No voy a engañar a nadie, no es mi modelo. Quiero gobernar en solitario y además yo soy una persona sensata. No me gustan los extremismos, ni la inflamación ideológica, o la hipérbole. Me parezco mucho a la mayoría de la sociedad española que quiere calma, tranquilidad y políticos sensatos que no crispen ni eleven el tono, sino que se ocupen de las cosas importantes que son las cosas de comer y que les solucionen los problemas. Quieren, sobre todo, gestores, especialmente cuando las cosas van mal en Cantabria. Mi modelo, el modelo que yo busco, es el de Madrid, el de Galicia y el de Andalucía.
P.- Ya que cita a Madrid. La presidenta Ayuso acaba de decir que hasta aquí hemos llegado y que no quiere saber nada de Vox…
R.-Perfecto. La presidenta Ayuso hace lo que me gustaría poder hacer y decir a mí. Gobernar en solitario para poder tener un gobierno fuerte, estable, sólido y además sin ningún tipo de servidumbre, sin ningún tipo de ataduras. Pero, como digo, al final la última palabra la tienen los ciudadanos en las urnas y hay que trabajar para eso. Claro que sí, que a España y a Cantabria le va mejor cuando gobierna el PP.
«Las elecciones del 28-M tienen más que nunca un componente nacional»
P.- Cree que los posibles pactos que se suscriban en comunidades autónomas entre PP y Vox pueden perjudicar las aspiraciones posteriores de gobierno de Feijóo de cara a las elecciones generales?
R.- Yo no me atrevería a decir eso. Creo que en cada territorio se da una situación específica. Lo que sí me atrevo a decir es que estas elecciones van a ser la antesala y van a marcar el camino de lo que va a ocurrir en las elecciones generales. Vamos a elegir alcaldes, presidentes de CC.AA., pero desde luego que tienen más que nunca un componente nacional. Yo siento que los ciudadanos están deseosos de ir a las urnas para decir «basta ya», para frenar esa política, la deriva autoritaria de Pedro Sánchez, para no dar por bueno todo lo que está ocurriendo en este país y para tratar de impugnar y de enmendar estas políticas. Yo creo que esto puede ser el principio del fin de Pedro Sánchez y que estas elecciones le van a poner con un pie fuera de la Moncloa.
P.- ¿Confía en una ayuda adicional, procedente del ‘efecto Feijóo’?
R.- Feijóo ha sido un revulsivo en el PP y creo que el ‘efecto Feijóo’ va a ser lo mismo en España, en estas elecciones autonómicas y municipales. Feijóo es el mayor activo electoral que tiene el PP en este momento, igual que Pedro Sánchez es el activo más tóxico en el PSOE, para sus barones, en los distintos territorios. Tenemos un partido fuerte, renovado, unido e ilusionado en torno a ese liderazgo que une, que suma, que es Alberto Núñez Feijóo. Creo que tenemos un proyecto ganador. ¡Quién ha visto al PP hace un año y quién lo ve hoy! Creo que Feijóo va a ser el presidente de España. Pero eso lo vamos a empezar a construir el 28-M.
«Le debo una oportunidad a Feijóo y no le voy a defraudar»
P.-¿Se siente personalmente agradecida a Alberto Núñez Feijóo, por haberla ‘rescatado’ para liderar y encabezar la lista del PP en Cantabria después de que la anterior dirección, con Pablo Casado, la hubiesen relegado y promovido a la exatleta Ruth Beitia?
R.- Todos queremos y respetamos a Ruth Beitia, porque ha dado muchos momentos de gloria, por supuesto, al deporte español. No voy a negar lo que ha sido público y notorio durante mucho tiempo. Hubo una convivencia difícil con la dirección nacional del PP, en Cantabria y en otros territorios. Yo soy una persona que ha crecido y madurado dentro del Partido Popular. Pablo Casado ha sido mi presidente, como el resto de los presidentes con quienes he tenido el honor de trabajar y me merece muchísimo respeto, reconocimiento y gratitud. Una persona, como yo, que tiene la suerte de liderar el PP, de ser la candidata a la presidencia del Gobierno de su comunidad, no puede perder un minuto en mirar por el retrovisor ni hacia atrás, así que yo solamente miro para adelante. Mi fuerza estaba en mi tierra y en mi organización. Yo no sé lo que hubiera pasado y dónde estaría hoy, pero lo que sí sé es que llevo muchos años militando en un partido y que son los militantes los que me eligen. Le debo mucho a mi partido, a mi tierra y también le debo una oportunidad a Alberto Núñez Feijóo y no le voy a defraudar. Estoy muy agradecida y espero corresponder con lo que sé que tengo que responder, que corresponder, que es con unos magníficos resultados electorales.
P.- ¿Va a estar Feijóo en la campaña del PP en Cantabria?
R.- Espero que le guste venir, porque se le quiere mucho en Cantabria. Lo puede hacer tanto Alberto Núñez Feijóo, como otros muchos líderes nacionales del Partido Popular, como Cuca Gamarra, etc. Creo que en este momento el PP está en un gran momento. Es una marca fuerte, una marca prestigiada, una marca que suma, que aporta valor y que además es una referencia muy clara para los ciudadanos cuando vienen curvas.
P.- ¿Será una campaña plebiscitaria, la que se va a vivir en Cantabria?
R.- Va a ser imposible separar, porque estamos en el momento que estamos y porque yo creo que el componente nacional es muy importante y los ciudadanos es lo que tienen en la cabeza. Y cuando te los tropiezas por la calle, hablan. Los ciudadanos no separan, por lo tanto; creo que va a ser una campaña también en esos términos, pero no me gustaría plantearla así. La campaña que nosotros queremos hacer es una campaña que tiene como único protagonista a Cantabria, a los cántabros, a la sociedad de Cantabria y los problemas de Cantabria. Vamos a plantear una campaña en positivo, constructiva. No nos vamos a meter con nadie, no vamos a insultar a nadie, no vamos a aportar a la sociedad más crispación, porque creo que es lo que sobra. Vamos a proponer soluciones a los problemas de los cántabros.