Sánchez promete 20.000 casas y Feijóo ve en el anuncio el «milagro de los panes y los pisos»
El nuevo cara a cara entre el presidente y el líder de la oposición ha permitido a ambos dar el pistoletazo de salida a la campaña electoral con medidas y reproches
Cuarto cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Senado. La proximidad de las elecciones ha marcado el tono del debate con la intervención del presidente del Gobierno más larga hasta al momento, en la que ha querido confrontar el «modelo neoliberal del PP» y ha aprovechado para anunciar la construcción de 20.000 vivienda públicas. El líder de la oposición lo ha tildado como «el milagro de los panes y los pisos», después de que el Ejecutivo haya anunciado hasta 183.000 nuevos inmuebles públicos en las últimas semanas.
Abrió el turno de intervenciones el presidente del Gobierno con un monólogo largo y denso, aprovechando el tiempo ilimitado que le otorga el reglamento de la cámara, para repetir el guion de otras ocasiones: presumir de su acción de gobierno y atacar las políticas del pasado y el presente del Partido Popular. Además, aprovechó para informar sobre la construcción de 20.000 viviendas públicas, que se unen a las 50.000 anunciadas la semana pasada, y que hacen que la suma total de inmuebles prometidos por el Ejecutivo lleguen a las 113.000.
«Se rescataba a los potentados, a los bancos en apuros, las autopistas ruinosas mientras la mayoría social solo podía esperar recortes de ese Gobierno», ha señalado Sánchez, en el inicio de sus ataques a la formación de Núñez Feijóo, en la que ha vuelto a resaltar los «recortes en sanidad y educación», las diferencias que existen a su juicio de afrontar las crisis -gasto frente a recorte- y en el que identificado al PP con el «neoliberalismo» en numerosas ocasiones.
Según Sánchez, con el neoliberalismo de los Gobiernos del PP gana «la misma élite de siempre», alegando que aunque los populares dicen querer una libre competencia saben que los dados están «trucados» y las «cartas marcadas».
Así, ha advertido de que sin la acción de lo público, «la movilidad social queda gripada» y se «perpetúan dinastías y linajes» al frente de los poderes económicos. Sin embargo, ha advertido de que para que la competencia sea beneficiosa para todo el mundo debe ser «justa» y su Gobierno, ha añadido, «tiene mucho que hacer y muy poco que inhibirse».
También ha querido enviar un nuevo recado a los empresarios, a los que ha pedido que vuelvan a la mesa de diálogo sobre la negociación colectiva con los sindicatos para aprobar «definitivamente» una senda de incrementos en los salarios reales y ha resaltado que «los márgenes empresariales están aumentando más que los salarios».
Asimismo, ha tachado el cambio de sede social de Ferrovial de España a Países Bajos como un intento de «evadir impuestos», por lo que ha advertido al resto de grandes empresas que pudiesen querer seguir el mismo camino. Por ello, les ha instado a conseguir esos beneficios por el «talento de su gente», la «calidad de sus infraestructuras», la «estabilidad regulatoria», la «capacidad innovadora» del país y la disponibilidad de energía «limpia y barata» y no «a base de exprimir la mano de obra» o por «evadir impuestos moviendo la sede a otros países».
En esta línea, ha explicado que el Ejecutivo tiene que estimular la innovación, apoyar a las empresas todo lo que se pueda, pero también «regular su actividad» y evitar que se produzcan abusos, corregir los fallos que tiene el mercado para que «la gente viva mejor ahora y también en el medio y largo plazo».
Y en referencia a esta idea de que la gente viva mejor ha considerado necesario que para ello deben tener un empleo estable con salarios dignos que les permita ahorrar y «disfrutar de la vida». Algo que en su opinión no lograron los Gobiernos de Rajoy que, según ha dicho, dejaron un «legado de cenizas» apostando por salarios bajos y quitando impuestos a las grandes empresas como forma de competir.
Por el contrario, ha recordado que su Gobierno ha subido el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), para apuntar que es «falsa» la «dicotomía» que plantea el liberalismo de que hay que elegir entre creación de empleo o mejorar las condiciones laborales o elegir entre prosperidad del presente o del futuro, como lo demuestran la creación de empleo y la reforma de las pensiones. Tampoco hay que elegir, ha dicho entre crecimiento económico y protección del medio ambiente. Según Sánchez «se puede tener todo a la vez».
También ha apostado por el acceso a una vivienda digna frente a lo que ha llamado la «cultura del pelotazo» del PP que ha resumido en dejar de construir viviendas pública, vender a fondos las pocas que hay, liberalizar terrenos y dar rienda suelta a las constructoras.
20.000 nuevas viviendas
Según Sánchez, esta política convirtió a España en el país con más vivienda vacía de Europa y uno de los países en que resulta más costoso comprar o alquilar una vivienda.
Y para cambiar el modelo y que la vivienda «sea un derecho» y no un problema ha anunciado un nuevo paquete de viviendas de alquiler asequible, 20.000, que construirá el SEPES en terrenos del Ministerio de Defensa y que sumados a los de SAREB, los que financiará el ICO y los que ya promueve el Ministerio de Transportes, sumarán en los próximos años 183.000 viviendas públicas.
En esta misma línea de crítica al neoliberalismo, Sánchez ha señalado que este modelo no cree en el Estado de Bienestar y por el contrario apuesta por que el dinero actúe como regulador social y por eso allá donde gobiernan «recortan servicios públicos y prestaciones sociales», según ha denunciado.
Feijóo: «El Gobierno está roto»
«Con la que están liando ustedes es asombroso que sigan en sus puestos», así ha comenzado su intervención el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, el cual ha denunciado que «el Gobierno está roto», en una primera réplica al discurso del presidente del Gobierno al que ha acusado de evadir los verdaderos motivos por los que se convoca el debate y de vivir de empobrecer a las clases medias y bajas, al tiempo que ha llamado a acabar con el ‘sanchismo’.
«Técnicamente nos venía a contar como estaba la guerra de Ucrania pero no nos ha anunciado e informado de nada. Usted lleva más de 400 días ocultando información sobre la participación de España en la guerra de Ucrania», ha señalado el líder de la oposición, mientras ha enumerado una lista de los principales problemas económicos de España entre los que incluye que aún no ha recuperado el PIB del 2019, es líder de «paro de toda Europa» y ha endeudado el país «más que ningún presidente del Gobierno en 44 años de democracia».
También ha querido mencionar el caso mediador para señalar las negligencias del líder del Ejecutivo: «Gestiona tan bien que hasta Tito Berni fue el ponente de su ley contra el fraude fiscal», para recordar a renglón seguido una conversación que mantuvo con un alcalde socialista de Galicia en el que le advertía de que Sánchez podría ser el «más neoliberal» si lo necesitaba, respondiendo así a la continua relación entre el «neoliberalismo» y el PP que Sánchez realizó durante su primera intervención.
En materia de vivienda, el gallego le ha recordado a Sánchez que ésta es competencia de las autonomías y de los ayuntamientos al ser ellos los propietarios del suelo donde se podría construir y le ha señalado lo mismo en materia de sanidad, afirmando que la única huelga de sanitarios que hay en España se está realizando en Ceuta y Melilla, precisamente en los únicos lugares donde la Sanidad depende directamente del Gobierno central.
En cuanto a la reforma de la ley del solo sí es sí, Feijóo le ha espetado que «no hace falta que me dé las gracias», mientras denunciaba que las palabras de las ministras, señalando que la reforma de la norma puede llevar a las mujeres a un «calvario probatorio para demostrar que han sufrido una agresión sexual», pueden desincentivar las denuncias. Ante esta situación, Feijóo ha pedido a Sánchez que lo desmienta, que cese a alguien o que se vaya él mismo.
En su intervención, Feijóo ha explicado que él apoya esta reforma «convencido por las mujeres» y no como, a su juicio, lo hace el presidente del Gobierno, «avergonzado por las elecciones». De hecho, ha reprochado a Sánchez que no haya pedido perdón «con grandeza», sino «con la boca pequeña» y que no haya «tenido la valentía de votar a favor de la reforma», mientras «sigue insultando al PP».
«¿Le avergüenza corregir los desmanes de su gobierno? A mí me avergonzaría cometerlos. ¿A usted le avergüenza que el PP haya solucionado su peor equivocación? A mí me enorgullece ser útil a mi país. Esa es la gran diferencia entre usted y yo», ha manifestado.
«Engaño, oportunismo y fractura»
Según Feijóo, la gestión de Sánchez se resume en «engaño, oportunismo y fractura» y en practicar la política del «yo, yo, yo». «En términos estrictos, se ha contagiado del populismo de sus socios. Ha llegado incluso a hacer suyo el discurso de los cenáculos, de los puros, de los fachas. No solo ha copiado los eslóganes del populismo, sino que ha copiado sus métodos. «Señor Sánchez, usted se ha podemizado», le ha dicho.
Por todo ello, ha asegurado que «la reforma más urgente» y de «más calado» que tiene que hacer el país es «derogar el sanchismo». «Hay que derogar la mayoría de las políticas políticas de este Gobierno porque son las políticas de la minoría y de los socios minoritarios. Pero derogar el sanchismo no supone solo eso, derogar el sanchismo es derogar su forma de hacer política», ha manifestado, para añadir que «cada vez más españoles piensan que su tiempo se terminó».
En este sentido, se ha mostrado convencido de que el país va a abrir «un tiempo nuevo con un Gobierno mejor» en las urnas que «castigue sus mentiras y gobierne con la verdad, que fomente el entendimiento frente a la crispación y a la división».
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