El País Vasco tiene el peor nivel de España en comprensión lectora y su nueva ley lo agravará
En el último ‘Estudio Internacional para el Progreso de la Comprensión Lectora’ (PIRLS) la región quedó por debajo de la media europea y a la cola de España
El País Vasco estuvo en la cola de España y por debajo de la media de la Unión Europea en comprensión lectora en el Estudio Internacional para el Progreso de la Comprensión Lectora (PIRLS) de 2016. Este estudio, que se realiza de forma quinquenal, evalúa a los estudiantes de 4º de Educación Primaria en casi 500 centros del territorio nacional y, posteriormente, se compara con el resto de resultados de la Unión Europea. Los datos de 2016 son los más actualizados y concluyentes de los que se dispone, ya que el último informe, de 2021, se dará a conocer el próximo 16 de mayo y el Gobierno vasco rehusó a última hora a participar con una muestra propia ampliada pese haberse comprometido a ello.
Como se observa en la gráfica elaborada por THE OBJECTIVE de acuerdo con los datos PIRLS, de las siete comunidades autónomas que participaron en la muestra ampliada, el País Vasco es la que presenta peores resultados (en una escala cuya puntuación máxima es de 555). Le siguen Cataluña y Andalucía (ambas también por debajo de la media española y europea). En sentido contrario, la Comunidad de Madrid (con una puntuación de 549), el Principado de Asturias (548) , La Rioja (546) y Castilla y León (546) lideran la clasificación con mejores resultados en comprensión lectora.
Los expertos consultados por este periódico alertan de que la nueva ley de educación del País Vasco sólo agravará esta situación. La nueva legislación quiere que el actual modelo D, de inmersión lingüística en euskera, sea el único válido para las escuelas públicas de la región. Este es el modelo que en los últimos diez años se ha extendido en mayor medida, siendo el sistema lingüístico en el que está escolarizado más del 75% del alumnado de los niveles de Educación Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria. Además de ser hegemónico en la red pública, es ya mayoritario en la enseñanza concertada.
Mayor fracaso escolar entre hispanohablantes
Al mismo tiempo, este modelo es el que presenta mayores tasas de fracaso escolar entre los alumnos hispanohablantes y de entornos más vulnerables. El profesor Ricardo Arana, que fue asesor de Educación durante el Gobierno socialista en el País Vasco, alertó de estos efectos cuando se debatía la nueva ley en el Parlamento autonómico. En el informe que presentó en la Cámara vasca, al que THE OBJECTIVE ha tenido acceso [leer aquí], se concluía que la «extensión del modelo D como única alternativa de escolarización era injusta e ineficiente».
En las evaluaciones de diagnóstico realizadas desde 2009, tanto en la Educación Primaria como en la ESO, existe un porcentaje indeseado en el nivel inicial de las principales competencias, y nunca había sido tan numerosos: pese a la mayor exposición al euskera, el 24,4% del alumnado de Primaria y más de la mitad del de la ESO (53,5%) se encuentran actualmente en el nivel inicial, según señala el informe presentado en el Parlamento vasco.
Las evaluaciones de diagnóstico no son las únicas investigaciones externas a los centros que certifican los resultados descendentes que está obteniendo el alumnado vasco de enseñanza obligatoria. Tanto en la competencia lectora como en la competencia matemática, el conocido Informe Internacional PISA, que se realiza periódicamente cada tres años, subraya en los últimos ejercicios la insuficiencia de los resultados en las aulas vascas, con un número creciente de alumnado en los niveles iniciales de estas competencias que alcanza, en el caso de la competencia lectora, a casi uno de cada cuatro alumnos/as, y un número decreciente en los niveles avanzados.
Las matemáticas también se resienten
En 2019 el Gobierno vasco accedió a hacer públicos los distintos datos oficiales que existen sobre éxito escolar, como son el informe PISA, el Estudio Internacional para el Progreso de la Comprensión Lectora (PIRLS), así como las evaluaciones de diagnóstico que se realizan anualmente en 2º y 4º de la ESO. De estos informes se extrae que el grueso de estudiantes que presentan mayores tasas de fracaso son también quienes tienen familias procedentes de fuera de la región y que más bajo puntúan en el Índice Socioeconómico y Cultural (ISEC).
En paralelo, si se observa el análisis elaborado por el Consejo Escolar del País Vasco sobre el modelo D que aparece en su Informe sobre la situación del sistema educativo vasco, de 2020, los datos por zona lingüística indican claramente que allí donde el euskera está muy presente y el ISEC es alto (en el que solo reside el 5% del alumnado), la competencia comunicativa en esta lengua alcanza un buen nivel, pero es muy preocupante el nivel que alcanza la competencia lingüística en castellano. No obstante, no se ve afectado el conjunto de los aprendizajes y la competencia matemática no desciende a bajos niveles.
En sentido opuesto, donde la presencia del euskera es menos relevante y el ISEC es bajo (las zonas en las que se escolariza la gran mayoría del alumnado vasco), los rendimientos son mucho menores. Los resultados de competencias no lingüísticas, como la competencia matemática, se resienten, ya que no es posible el apoyo en la lengua en la que los estudiantes obtienen mejores resultados.
Curiosamente, el País Vasco era la región que tenía mayor viento a favor para obtener buenos resultados en esa evaluación. No en vano, su muestra concurría con el ISEC más alto (+0,3). Es la comunidad autónoma que dedica al ámbito lingüístico mayor tiempo del currículo (11 horas en este nivel educativo según el decreto curricular en vigor, esto es, algo más del 40% del total), la que escolariza al alumnado más tempranamente (más del 90% desde los dos años de edad), la que poseía en se momento más recursos humanos ocupados en actividades educativas y la que contaba y sigue contando con un mayor gasto público y privado en educación, tanto si se analiza el gasto por alumno/a como si se compara con el gasto por habitante.
Con todo, y pese que los sucesivos gobiernos nacionalistas en el País Vasco y sus universidades no han querido financiar investigaciones que incluyeran directamente la variable de la lengua en la medición del éxito o fracaso escolar, otros artículos académicos también han demostrado mediante los datos socioeconómicos que los alumnos hispanohablantes que se matriculan en el modelo inmersivo tienen peores resultados.
El artículo Comparing Teacher and External Assessments: Are Boys, Immigrants, and Poorer Students Undergraded?, de los investigadores Lucas Gortázar, David Martínez de la Fuente y Ainhoa Vega Bayo, de 2021, destaca por sostener que no solo los alumnos hispanohablantes obtienen peores resultados en las pruebas del País Vasco, sino que los profesores les aplican un sesgo negativo en sus evaluaciones.