Díaz da por hecho haber 'robado' a Podemos el voto de los mayores y se lanza a por los jóvenes
Podemos busca los microdatos del CIS y Sumar se prepara para una batalla que se decidirá en la recta final de la campaña electoral
Irene Montero y Yolanda Díaz. | Europa Press
Podemos, el partido liderado por Irene Montero y Ione Belarra, está esperando que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publique los microdatos de su última encuesta. «Del CIS de abril aún no disponemos de microdatos. Tezanos solo se los hace llegar al PSOE y quizá a Sumar a través de Ramón Luque, pero no los he conseguido…», escribió Pablo Iglesias en su columna en al diario catalán cercano a ERC, Ara. Los morados quieren ver esa encuesta porque el instituto que dirige José Félix Tezanos mide por primera vez a Podemos y Sumar por separado. Y temen que eso pueda dar amargas sorpresas.
Iglesias cita en su artículo a Ramón Luque. Se trata de un dirigente que proviene de las filas del PCE catalán (el PSUC), y que también ejerció cargos relevantes en Iniciativa per Catalunya y Esquerra Unida i Alternativa. Para muchos en Cataluña está ejerciendo de enlace entre el sector de Ada Colau, los Comunes, las demás familias de la izquierda poscomunista y ecologista y Sumar. Es uno de los estrategas o fontanero de Díaz, de los tres cuadros más cercanos a ella y por ello Iglesias le menciona en su tribuna. La razón es que Podemos teme que Sumar quiera dar el asalto al votante joven que todavía se decanta por el partido morado. Y lo peor es que aciertan en el diagnóstico.
Fuentes gubernamentales tienen esos datos en su cabeza desde hace al menos una semana, tal y como ha podido saber THE OBJECTIVE. Ya han sido analizados y ordenados, y uno de los resultados revela que la plataforma de Yolanda Díaz goza de un granero de posibles votantes (son siempre encuestas) más repartido que el de Podemos.
Voto más repartido
Las fuentes gubernamentales consultadas sostienen que, según los primeros datos del CIS, Sumar está logrando interés y apoyos de forma más equilibrada. Los morados, admiten estas fuentes, mantienen buenos resultados entre los más jóvenes, pero han perdido el respaldo de los mayores. Esto significa que la revolución de Sumar ya se nota. En ese segmento Sumar está logrando que los votantes históricos de Izquierda Unida y de opciones poscomunistas vuelvan a decantarse por una formación que, según sostienen los afines a Yolanda Díaz, es «menos ruidosa».
No se trata de algo baladí. Podemos ha ido paulatinamente perdiendo el apoyo de los electores de entre 35 y 65 años. Pero sí tenía cierta penetración entre los más jóvenes y las personas mayores. En la formación morada sostenían que era el resultado de sus posturas radicales en temas feministas y de la lucha sobre el aumento de las pensiones, tal y como desveló este diario y después confirmaron pesos pesados como Juan Carlos Monedero. Ahora, sin embargo, con un nuevo actor dispuesto a pugnar por la hegemonía del espacio de la izquierda alternativa al PSOE aumentan los problemas para Podemos tanto entre los mayores como con los jóvenes.
Los últimos microdatos del CIS disponibles públicamente revelan, de hecho, que el voto joven del que dispone Podemos es muy volátil. Uno de cada dos jóvenes (el 51,2%) de 18 a 24 años vota al partido que más le convence en el momento del voto. Y eso puede favorecer a Sumar si es capaz de conectar con este segmento de aquí al próximo diciembre. Muchos de ellos votarán por primera vez este año, pero en general son el colectivo que menos repite su elección. Una marca nueva, como la de Sumar, puede despertar sin duda su interés.
Un de última hora
Hay más datos relevantes. Los menores de 24 años tienen un idea de voto muy poco preconcebida. Son los que más deciden su preferencia en la recta final de la campaña. El 17% lo establece en la «última semana de la campaña electoral». Y entre los de 25 a 34 años, esta cuota aumenta hasta el 21%. El 10% de los jóvenes llega a decidir su partido hasta el último día, en la jornada de reflexión, víspera de los comicios. Todo lo contrario que la población mayor de 55 años, que en un 70% de los encuestados dice saber lo que votará «mucho antes del inicio de la campaña electoral».
Según el barómetro del CIS de marzo, el 8,6% de los menores de 25 años y el 9,9% de los de 35 se decantarían por votar a Unidas Podemos. Se trata de cifras que los dirigentes morados han cuestionado duramente acusando a Tezanos de «manipular» los datos en plena polémica sobre la modificación de la ley del solo sí es sí para favorecer al PSOE. En enero, en efecto, los morados cosechaban apoyos entre los más jóvenes del 14,2% y 13,8%. El hecho de que se haya duplicado la cifra de indecisos entre enero y marzo genera sospechas entre los morados.
El problema es que las encuestas hasta ahora se medían a través del bloque de Unidas Podemos, mientras que ahora el CIS desglosa los apoyos de Sumar y de Podemos, como si se tratara de dos partidos diferentes. Y en términos generales da la ventaja a la plataforma de Yolanda Díaz, quien, mientras tanto, no está perdiendo tiempo.
Díaz ya ha decidido centrar el tiro en los votantes más jóvenes. Sus primeros esbozos de propuestas programática van hacia ese segmento. De ahí la idea de crear una «herencia universal» de unos 20.000 euros que los jóvenes recibirían al cumplir la mayoría de edad, o de reducir la jornada laboral, una iniciativa que cosecha mucho interés entre el público más joven.
Y siempre con el visto bueno del PSOE, que sabe que en este segmento ha ido perdiendo fuelle y necesita a un aliado que evite que los más jóvenes se queden en su casa. La lucha por el voto joven y muy joven condicionará sin duda las propuestas tanto de Sumar como de Podemos, siempre y cuando los dos actores acaben enfrentados en los próximos comicios, algo que también se vislumbra cada día como más probable.
