Isabel Díaz Ayuso: «La marihuana me sienta a matar»

En esta segunda parte de la entrevista con THE OBJECTIVE, Ayuso admite con naturalidad haber fumado marihuana. Además, acostumbra decir lo que piensa cuando lo piensa, pero reconoce que, en su vida, hay tres conversaciones pendientes con tres líderes políticos: Adolfo Suárez, Ronald Reagan (que siempre le gustó) y Julio Anguita (por «curiosidad periodística»).

P.- Si Feijóo consigue un resultado amplio en las generales a final de este año, ¿usted es partidaria que gobierne sin Vox, o solo con el apoyo externo de Vox, como ha hecho usted?

R.-  Creo que no hay que ponerse en los escenarios que no se sabe si van a suceder. ¿Para qué? Lo he hecho así desde que llegué: cuando fui elegida candidata, tenía 22 escaños. Trabajé todo lo que pude para llegar a los 30, a formar gobierno. Después a los 65. No me he puesto en los «y si…». Simplemente, vamos a ganar con ganas y con ilusión. Yo lo espero y así lo estoy intentando. Desde luego, vamos a trasladar en Madrid que no es simplemente por errores ajenos o «en contra de», sino «a favor». A favor de ver la vida de una manera liberal, abierta, plural, con incentivo, a lo grande y recuperando España para los españoles. Porque esto nos lleva a un camino muy difícil. Eso es lo que tiene que hacer ahora el PP, no ponerse en el siguiente escenario. No romper puentes, pero no perder ni un ápice de personalidad.

«No me puedo ensimismar en los temas de Madrid»

P.- A usted siempre se la señala como la aspirante a lideresa nacional. En fin, que siempre se dice que está preparada, por si Feijóo pincha. ¿Usted lo descarta absolutamente o lo descarta ahora y en el futuro… ya veremos?

R.- Esto es como decir que mi jefa de protocolo está haciendo bien su trabajo, porque me quiere sustituir a mí. Uno hace bien su trabajo, porque es su obligación y no tiene que aspirar a nada más, porque significaría o sería como decir que, para mí, Madrid es poco. Madrid es inmenso. Es un proyecto al servicio del país inconmensurable, que además va creciendo cada día más y más, que se ha convertido en el lugar de referencia en muchos lugares del mundo, por su libertad; por su forma de vida y por la de oportunidades que llegan; por nuestro estilo a la hora de afrontar las cosas; por cómo vivimos en Madrid y todo lo que hemos puesto en marcha en esta legislatura, con un balance impresionante, cumplido.

No me lo quiero perder. No me han votado para que lo deje. Y todo esto está al servicio de España. Pero no pueden pretender que me invente un país donde no lo hay. Madrid no es un país. Entonces no me puedo ensimismar en los temas de Madrid, como si fuéramos una isla, porque todo lo que pasa aquí tiene relación directa con todo el país. Yo entiendo que la gente pueda preguntarme si es por una aspiración mayor o algo así. Pero creo que no volveré a vivir algo semejante, tan importante y, por supuesto, tan bonito.

P.- En todo caso, si hablamos del futuro del PP, Feijóo es un señor que tiene sus límites políticos. De hecho, él mismo lo ha dicho, mientras que usted tiene por delante una carrera más larga… aunque solo sea por cuestión de edad.

R.- Pero ¿quién nos dice que después del gobierno de Feijóo, si los españoles le dan su confianza, no hay un líder emergente en cualquier lugar? ¿Por qué ha de ser uno? En política las cosas son tan cambiantes de un mes para otro… ¿Cómo vamos a saber lo que ocurrirá dentro de 15 o 20 años? ¡Madre mía! Yo sólo espero que las cosas cambien, porque no puedo imaginarme otros cuatro años con este Gobierno y solo quiero que cambien. Nada quisiera más que Alberto Núñez Feijóo fuera el presidente del país y tener la oportunidad de cohabitar durante esos años. Yo desde Madrid, al servicio de España, y él al servicio de España y también de Madrid, por supuesto. Es que somos círculos concéntricos, no somos islas, ni creo que haya que gobernar siempre pensando que esto se queda corto. Eso sería meter la pata una vez tras otra, no conocer Madrid. ¿Cómo voy a pedir algo mejor que esto?

«No pienso eternizarme. En el momento que vea que algo me empieza a molestar… sabré cómo hacer las cosas»

P.- Si me permite hacer hoy un flashback, en la entrevista que hicimos en octubre de 2021 , usted decía que no iba a estar muchos años al frente de la Comunidad de Madrid porque 16 horas diarias de pico y pala no hay cuerpo que lo aguante. ¿ Ha pensado en autolimitarse el mandato en la Comunidad de Madrid?

R.- No puedo limitarme el mandato o no lo puedo decir precisamente en el mejor momento, como tampoco lo puedo hacer cuando ya algunos ciudadanos me han echado la bronca, me han regañado y me han dicho: «En el momento en el que te hemos votado, deja de pensar en ti y no digas eso, porque parece que piensas en ti y no en los demás. A lo mejor los demás queremos que tu proyecto siga».  Pero tengo claro que me gustan los contrapesos, los contrapoderes y las limitaciones. Y yo, por ejemplo, parte de lo que estoy haciendo dentro del PP en Madrid tiene mucho que ver con eso. Ahora que todo indica que vamos a tener una mayoría más amplia, he hecho una renovación profunda dentro de la casa, para que todos entendamos que todo es limitado, que no podemos estar toda la vida y que es un grandísimo pecado relajarse en política, porque no vas a las batallas de la misma manera, no porque el cuerpo no lo aguante, es que se perjudica a los demás. Hay que estar despierto, fresco y nunca, nunca relajarse. Y no quiero que nadie de mi entorno lo haga tampoco. Lo que sí tengo claro es que no pienso eternizarme. En el momento en el que vea que algo que no me debería molestarme, me empieza a molestar, porque estoy cansada, porque ya no soy la misma… sabré cómo hacer las cosas, desde luego.

P.- ¿Cómo es su relación con Alberto Núñez Feijóo? ¿Se llaman a diario? ¿Le informa o le comunica determinados pasos que va a dar como presidenta de su Gobierno, que puedan tener repercusión en el debate político nacional?

R.- Depende de las circunstancias. Hay veces que hablamos varias veces a lo largo del día y otras veces que en unos días, no. Si vamos a hacer anuncios importantes, por supuesto que lo sabe. Si tenemos que hacer las listas, hemos hablado para hacer los equipos. De vez en cuando, quedamos para para hablar tranquilamente, y como no tenemos vida, tomamos algo y aprovechamos para comer o para cenar.

P.- ¿Mantienen reuniones secretas?

R.- No son muy secretas, la verdad. La mitad de la gente se levanta al baño y viene a hablarnos… En Madrid lo gracioso es que es muy difícil estar escondidos.

Conversaciones con Feijóo: «Siento que se me escucha»

P.- ¿Y usted siente que se le escucha?

R.- Por supuesto. Y además muchas cosas que le he ido recomendando de Madrid, como peculiaridades de Madrid, las ha tomado en cuenta.

P.- Póngame un ejemplo….

R.- Siempre le he dicho que en Madrid no estamos para perder el tiempo, que en Madrid somos muy directos hablando, pero que vamos de frente. Y entonces le digo: «Todo lo que tengas que decir, dilo rápido, sin anestesia y como lo veas, porque en Madrid eso de hacerte perder el tiempo, dudar… no entender…». 

«El Gobierno intenta vender a Feijóo como un insolvente, cuando se ha demostrado que el insolvente era el presidente Sánchez»

P.- ¿Decirle eso a un gallego no es hacerle una enmienda a la totalidad?

R.- Como Madrid no es una economía subvencionada, la gente trabaja mucho, madruga un montón, paga… Tenemos una vida muy acelerada, por supuesto no deshumanizada, pero es un motor que no duerme en Madrid. Nos gusta que nos digan las cosas como son y no que nos den dos palmadas. Las buenas palabras sin una conclusión no nos valen.  Al principio, siempre le daba estos consejos y… hoy ¡qué le voy a decir! Es que dar consejos suena un poco prepotente y yo, muchas veces, le doy mi opinión, mi punto de vista en algunas cuestiones en base a lo aprendido después de estar cuatro años viendo cómo es este Gobierno desde Madrid, que no ha sido igual que desde otras regiones. Luego Feijóo toma sus decisiones, sólo faltaba. Él ya ha gobernado con amplias mayorías… Sabe lo que hay. El Gobierno de Sánchez lo intenta vender como una persona insolvente y como si acabara de nacer en política, cuando el que era un insolvente y evidentemente se está viendo era el presidente Sánchez. Cuando llegó con las urnas de cartón a la Moncloa, bueno, primero llegó a la presidencia de Gobierno y luego ya llegó a la Moncloa con las urnas bien puestas.

P.- Ha anunciado usted que no aplicará la Ley de Vivienda. ¿No la aplicará en el margen de aplicación que se contempla para las comunidades autónomas o es una declaración de insumisión?

R.-No aplicaré la ley en los márgenes que se me permita, pero por supuesto que tendrá que ser cumplida allá donde sea obligatorio. Pero dentro de mis competencias y según los márgenes que permita la ley, como hice con la ley educativa, no estoy dispuesta a perjudicar a los madrileños con una ley que sólo fomenta la okupación y que, en cierto modo, expropia viviendas, mete la mano del Gobierno en las viviendas de los ciudadanos.

«Hay muchas reformas pendientes en España, no para retroceder, sino para recuperar el sentido común del Estado de derecho»

P.- Entre los consejos que le ha dado a Feijóo está el de derogar muchas de las leyes aprobadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en cuanto llegue al Gobierno? Mucho votante critica que Rajoy no lo hiciera con leyes de Zapatero… ¿Cree que eso es fundamental para dar credibilidad al proyecto de Feijóo? ¿Un decreto en el minuto uno con esas derogaciones?

R.- Desde luego, lo antes posible. El nuevo Gobierno debería derogar todas aquellas leyes que están escritas, no bajo un criterio jurídico científico, sino ideológico, y que minan la convivencia. Y dejar alguna- si la hay- que no vaya en ese sentido. No ya por la credibilidad del posible futuro presidente, sino por el bien de España, porque esas leyes, cada mes que pasa, están perjudicando a mucha gente. Pero, a su vez, hay que hacer otras muchas cosas. Hay que acometer muchas y profundas reformas para bajar impuestos, fomentar la atracción de empresas en toda España, ayudar a todos los autónomos, proteger a las víctimas, a todo tipo de víctimas que ahora mismo están en segundo lugar, en todo lo que propone este gobierno: víctimas de cualquier tipo de okupación, o de agresiones sexuales a manos de delincuentes multirreincidentes. Hay muchas reformas que necesita España, no para retroceder en nada, sino para  recuperar el sentido común del Estado de derecho, del ordenamiento jurídico, de las normas bien hechas, del rigor.

P.- ¿No cree que sería un golpe de efecto y un argumento en contra de los que critican a Rajoy, por no haber derogado leyes aprobadas por Zapatero, que en su día rechazaba y recurría el PP, pero que se han asumido también por el PP años después?

R.- Creo que es importante desde el primer momento demostrar que es un gobierno distinto, porque para eso se le va a votar, para ser una alternativa solvente que haga recuperar el rumbo del país y que cambie en todos los aspectos, no solo a la hora de redactar o de eliminar leyes, sino a la hora de dar cuentas en el Congreso de los Diputados. Atender a los medios de comunicación como ahora no se hace, reducir el gasto público y una actitud distinta, que no sea de una pretendida superioridad con la que tratan a todo aquel que no piensa como ellos, poniendo coto a los desmanes, ordenando todo y desde el principio con actitud distinta de la que se va viendo. El señor Feijóo es muy distinto a Sánchez, pero tiene que ser así. Una constante en la que todos aquellos que le voten vean que no se han equivocado y que no les decepciona. Y yo creo que está tomando buena nota de ello porque lo repite constantemente y él es el primero que lo dice.

P.- ¿Es cierto que se va a quedar sin jefe de Gabinete (Miguel Ángel Rodríguez) la próxima legislatura?

R.- Me enteré por los medios… Yo no lo sabía y le dije: «Qué pillín ¿no?». Y él a mí me escribió riéndose con lo del pillín,  porque deja las cosas en ese suspense que tanto le gusta, para hacer de todo algo interesante…

P.- Pero llegará un momento que no esté a su lado. ¿No se ha planteado alguna vez que ese momento puede llegar?.

 P.- Pues ahora no lo pienso. Vamos, ya sólo falta entristecerme, a estas alturas de campaña.

P.- Hablando de episodios tristes vividos. Uno de los que usted ha vivido en estos años sucedió con el anterior presidente del PP, con Pablo Casado. ¿Eso está perdonado y olvidado?

R.- Llevo un año diciendo lo mismo. No he tenido ni tengo tiempo para recrearme en él. Ni vivo odiando, ni vivo recreándome en las cosas que pueden entristecerme. Simplemente pasó. Allí se quedó y ya está. Creo que yo ya he hecho lo suficiente para que en la casa entiendan que esto nunca más se puede repetir. Lo he hecho donde ha tocado, donde tocaba y ha actuado en consecuencia con ello. Y ahora ni me acuerdo. Me acuerdo si me preguntan en las entrevistas, algunas veces me preguntan y siempre digo lo mismo.

P.- ¿Tiene la sensación de que le quedó alguna conversación pendiente?

R.-En absoluto. Creo que ha habido demasiado daño innecesario, gratuito. Y que nunca se había vivido algo así en un partido político. Parece que todo lo aguanto y que todo lo termino aguantando y ya está… y no pasa nada. Pero hay que ponerse un poco en mi lugar, para vivir aquello y añadir a todo eso los episodios que hemos vivido de pandemias, desgracias, adicciones… En fin, he pasado cuatro años increíbles, que es verdad que me han ayudado a tener un conocimiento de Madrid y del proyecto y de lo que quiero en la vida, como si llevara 12 en este puesto, pero a veces ha sido desmedido. Y quizás eso responde un poco a su pregunta anterior: que muchos ciudadanos ven que lo que aquí me ha pasado, en fin, no se ha visto nunca. Y tantos y tantos malos episodios, tan duros en tan poco tiempo…

El ‘test Jaén’

P.-¿ Ha fumado marihuana?

R.- Sí. Y me sienta a matar, porque tengo la tensión baja y, del mismo modo que después con la cervecita he seguido, con los porros no. Una de mis misiones en esta vida es que pongamos el acento sobre las campañas que hay sobre drogas, que nos las están colando a través de bálsamos labiales, productos farmacológicos… Se empieza por normalizar la marihuana para pasar a lo siguiente. Cualquiera que haya estado recientemente en EEUU sabrá lo que le digo.

P.- ¿Le gusta bailar?

R.- Con los años he ido mejorando, pero he sido siempre muy tímida y muy charlatana. Cuando salía con mis amigos, éramos mucho de grupo de amigos, de hablar un montón, de estar por la barra y esas cosas. Mis amigas eran más de bailar que yo. Ahora ya con los años, he perdido la vergüencilla y me cuesta menos.

P.- ¿Con quién bailaría una bachata?

R.- Con Sebastián Yatra. ¿Has visto?

«Me encantaría bailar con Russell Crowe»

P.- ¿Y un vals?

R.- Ahora ya no es el que era, pero Russell Crowe me encanta. Me encantaría bailar con él.

P.- ¿Con quién perrearías?

R.- Yo, de perreo… no. Perreo ya es otra cosa. Eso ya no… Para eso volvería con Anita, que se nos dio muy bien en la Gala de los 40 Principales.

P.- ¿Cómo describirías a Pedro Sánchez?

R.- Que actúa con otras reglas, que le da todo absolutamente igual y que él tiene su proyecto y no repara más que en él y en esto.

P.- ¿Y a Feijóo?

R.- Feijóo es un hombre muy solvente, muy buena gente y seguro de sí mismo y de lo que quiere.

«Pablo Iglesias es un agitador y desde el punto de vista político, un insolvente, como pocos»

P.- ¿A Pablo Iglesias?

R.- Pablo Iglesias… en fin… es un vividor de lo público que ha montado siempre negocios de leer cuatro libros malogrados y de alimentar espantajos. Es un agitador, que lo sabe hacer muy bien, desde la universidad y desde los medios, pero desde el punto de vista político, insolvente, como pocos.

P.- Por último, define a Yolanda Díaz…

R.- Es una persona que llegó ahí por Pablo Iglesias, así que bueno, es más de lo mismo… Después vio que se quería mantener y Pedro Sánchez vio que le interesaba que ella estuviera ahí, blanqueando la imagen, porque la parte de Podemos da vergüenza, es insostenible. Es un producto de Sánchez, para que no se le hunda del todo la muleta con la que, arañando, poder repetir… Pero la insolvencia también es algo que la caracteriza y no le hemos conocido una propuesta más allá de prometer con el dinero de los empresarios.

P.- ¿Se pueden hacer amigos en política?

R.- Conoces gente que después forma parte de tu vida, como amigos, pero yo intento no traspasar esa frontera por un motivo concreto. Y es que a lo mejor, sus políticas… Yo conozco muchos políticos de la izquierda que me caen muy bien, a los que tengo mucho aprecio, pero intento no encariñarme, no ahora, porque pienso que lo que están proponiendo, sus ideas, no son buenas. Y luego el colegueo lo estropea todo. Pero yo creo que hay personas, que igual que yo cuido mis amistades de siempre para que vuelva a tener la misma vida cuando esto acabe, sí que soy consciente de que a mi vida, afortunadamente, le incorporaré gente estupenda que he conocido en estos años como presidenta.