Yolanda Díaz huye de la polémica sobre las listas de Bildu y deja solo a Podemos
La vicepresidenta segunda y lideresa de Sumar se limita a comentar que «las diferencias políticas en democracia se dirimen votando»
Díaz ha respetado el guión de otros ministros socialistas tras la decisión de Bildu de incorporar a sus lista 44 ex etarras. | Europa Press
La vicepresidenta segunda y lideresa de Sumar, Yolanda Díaz, está intentando escabullirse de la polémica sobre las listas electorales de EH Bildu, donde se han incluido a 44 condenados por su vinculación a ETA (siete de los cuales por asesinatos). La ministra de Trabajo intentó en un primer momento evitar hacer cualquier tipo de declaración sobre una polémica que amenaza seriamente con condicionar la campaña electoral del 28-M. Después se limitó a afirmar que «las diferencias políticas en democracia se dirimen votando». Una postura ambigua que mantiene a Podemos como único defensor del partido vasco.
Díaz ha respetado el guión de otros ministros socialistas en el día que se supo que el partido de Arnaldo Otegi había elegido incluir en sus listas para las elecciones del 28 de mayo a 44 exmiembros de ETA condenados por la Justicia. Guardó silencio con la esperanza, al igual que sus compañeros de la bancada socialista, que la polémica quedara relegada por el consejo de ministro extraordinario fijado para el pasado jueves, en el que el Ejecutivo anunciaba ayudas extraordinarias a la agricultura para hacer frente a la sequía.
Este silencio, sin embargo, duró tan solo un día. El jueves algunas ministras del gobierno de Sánchez, entre ellas Pilar Alegría, Isabel Rodríguez y Margarita Robles cuestionaron la decisión de los abertzales. El presidente del Gobierno está de viaje a Estados Unidos, y mientras en Podemos justifican la decisión de Bildu. Díaz intentó entonces mantener el foco en la cuestión laboral: “Vamos a prohibir el desempeño de las actividades profesionales cuando la AEMET de aleta roja o naranja”, afirmó. Su operación pasaba por evitar pronunciarse sobre las listas de Bildu y centrar su proyección en el terreno de las propuestas legislativas, que es donde se siente más cómodas.
Entente parlamentaria
Lo cierto es que en estos meses Díaz siempre ha evitado alinearse con Bildu y ERC en asuntos que pueden considerarse polémico para el segmento de votantes de izquierdas al que se dirige. «Yolanda tiene un problema con ERC y Bildu, no sabe hablar con ellos», explican desde Podemos para reivindicar su cercanía a las formaciones nacionalistas. Para Podemos es una cuestión esencial de alianzas. Quiere confirmar su cercanía a dos partidos políticos que tanto en Cataluña como en el País Vasco están al alza. Y de ahí reeditar la entente parlamentaria de esta legislatura.
Yolanda Díaz tiene en ese ámbito un problema que resolver. Si bien es cierto que en sus primeros indicios programático se apunta a la cuestión «plurinacional» de España, la verdad es que personalmente Díaz nunca se ha pronunciado al respecto. De momento, las líneas programáticas de Sumar son solo aportaciones de los equipos técnicos, que deberán ser filtrados por el verdadero equipo de campaña electoral.
Díaz, al igual que Íñigo Errejón en los primeros años de Podemos, es partidaria de evitar mojarse en exceso con temas que conciernen a las cuestiones nacionales. Su vocación se centra en proyectarse en el futuro, ofrecer un nuevo modelo de sociedad y no en disputar el pasado. De ahí que las palabras de Díaz sobre las listas de Bildu han resultado una vía intermedia entre la legitimación plena por parte de los dirigentes de Podemos, entre ellos Irene Montero, y los primeros reproches de los socialistas. Todo ello confirmando la elección del equilibrismo cada vez que decantarse por un bando o el otro puede acarrear costes políticos.
