Iglesias vuelve al 'tamayazo' de 2003 y las tarjetas black en busca del voto de los mayores
Pablo Iglesias centra su discurso de cierre de campaña en lo ocurrido en Madrid hace veinte años y en tachar a Yolanda Díaz de «izquierda cómoda»
Hubo cierta sorpresa entre los miembros y dirigentes de Izquierda Unida cuando el pasado jueves 25 de mayo Pablo Iglesias volvió a hablar del tamayazo de 2003 y de las tarjetas black para intentar levantar los ánimos de los suyos. El ex secretario general y hoy director de Canal Red, televisión considerada el órgano audiovisual oficial de Podemos, se dirigió a unos centenares de presentes durante un acto en Madrid para arropar a los candidatos de Podemos, IU y Alianza Verde a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, y al Ayuntamiento de la capital, Roberto Sotomayor. A la salida, Iglesias se paseó por el barrio de Lavapiés con un megáfono en la mano, un guiño a la presentación del partido en enero de 2014.
«Es una vuelta al pasado», comentan sin medias tintas desde Unidas Podemos, coalición que en Madrid todavía sigue integrada por Izquierda Unida y el partido morado. Iglesias ha recordado en su mitin la votación que en 2003 tumbó la votación de Rafael Simancas como nuevo presidente regional por la abstención de dos diputados del PSOE. Aquel acontecimiento se conoció en las crónicas periodísticas como el tamayazo y permitió al PP hacerse con el Gobierno regional en segunda votación.
Iglesias resucitó dos temas que sirvieron a Podemos para desmarcarse de IU en sus primeras campañas electorales. El ex secretario general también sostuvo que él fue siempre favorable al pacto con IU, aunque exdirigentes del partido lo niegan. Y hasta recuerdan en conversación con este diario que fue Iglesias quién favoreció la ruptura de Tania Sánchez. «Iglesias miente, es indignante», acusan los sectores de IU que se vieron perjudicados en su momento por la opa hostil de los morados. Estas fuentes creen que la recuperación de lemas electorales de hace años revela la debilidad de Podemos, y el hecho de que se dirige a votantes de mayor edad para intentar «salvar los muebles» el próximo 28 de mayo.
«Podemos no es una izquierda cómoda»
«Estamos dispuestos a gobernar con todo el mundo. Eso es lo que temen de Podemos, que no es una izquierda cómoda, que el plan de Florentino es una izquierda como la de antes, como la de Ángel Pérez, como la de Moral Santín (exdirigentes de IU), como la que se podían comprar, y a Podemos no se lo pueden comprar y por eso machacan», afirmó Iglesias, en declaraciones recogidas por Europa Press. Así, ha mencionado casos de «mafia» en Madrid como el tamayazo, antes de arremeter contra Yolanda Díaz y Sumar.
Podemos busca alcanzar el umbral del 5% en la Comunidad de Madrid, aunque internamente no se percibe optimismo. En la Comunidad de Madrid la formación morada tiene más probabilidades de lograr su objetivo, mientras que en el consistorio capitalino alcanzar ese fin resulta algo más difícil. Los morados saben que mucho dependerá de su resultado en la capital, donde sin embargo está luchando con Más Madrid para liderar el espacio de la izquierda alternativa al PSOE.
Hace seis días, Iglesias acudió a otro mitin de Podemos en Palma de Mallorca. Y también en ese foro volvió a hablar del pasado de IU y de Podemos. Esa «vuelta al pasado» del ex secretario general se enmarca en una línea de campaña que también abarca ataques a presentadores de televisión como Ana Rosa Quintana y Pablo Motos. Todo orbita alrededor del choque con Yolanda Díaz y sus aliados en diferentes territorios. Así lo expresan diferentes fuentes de Podemos, que en algunos casos cuestionan la decisión de los estrategas de su propio partido porque creen que limita su proyección entre los más jóvenes.
Fascismo y racismo estructural
«En los mítines debe de haber una media de edad de 80 años», ironizan algunos en Unidas Podemos para reflejar el envejecimiento de una propuesta política que en su día quiso disputar al PSOE la hegemonía de la izquierda. Ahora, sin embargo, estas fuentes aseguran que Podemos no mira más allá del 5% de votos. Para algunos es una «desconexión» de la sociedad, que quieren aprovechar Yolanda Díaz y formaciones como Más Madrid, los de Ada Colau o Compromís.
La última campaña lanzada en las redes sociales, en la que aparecen los principales candidatos y dirigentes del partido disfrazados de superhéroes, también enrojece los rostros de las fuentes consultadas. Las referencias al «fascismo» que también recuperan una y otra vez los candidatos de Podemos y el propio Iglesias, para hablar de las parrillas de los programas de televisión y también del caso sobre un presunto «racismo estructural» en España a raíz del caso Vinicius, tampoco convencen. «Es un delirio. Deben de haber detectado un 5-6% de electorado que se traga eso y lo consolidan para ellos», sostienen los sectores críticos del partido, que sin embargo advierten: «Van a dar más votos a Vox».