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El legado de Irene Montero: más maltrato, más delitos sexuales y 115 violadores en la calle

El presupuesto de Igualdad ha batido récords a lo largo de la legislatura, pero no ha logrado una reducción clara de la violencia contra las mujeres

El legado de Irene Montero: más maltrato, más delitos sexuales y 115 violadores en la calle

La ministra de Igualdad, Irene Montero. | (Juanma Serrano / Europa Press)

La promesa del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de cerrar el Ministerio de Igualdad si se convierte en presidente del Gobierno tras las elecciones del 23-J ha avivado el debate sobre la relevancia del departamento que dirige Irene Montero.

Fue la entrada de Podemos en el Ejecutivo, el primero de coalición en democracia, la que propició la vuelta del Ministerio de Igualdad como organismo independiente. Hasta hoy, la norma había sido que esta área estuviera integrada en otras carteras como Trabajo, Asuntos Sociales o Sanidad, primero como secretaría general (2004-2008) y después como secretaría de Estado (desde 2010). Sólo en el breve periodo entre 2008 y 2010 había tenido Igualdad rango de ministerio, con Bibiana Aído al frente, en época de José Luis Rodríguez Zapatero.

La legislatura de Igualdad, en cifras

Cabe preguntarse, no obstante, si la mayor visibilidad que la Igualdad ha tenido en esta legislatura al gozar de ministerio propio no habrá podido redundar en una mejora de los indicadores asociados a la situación de las mujeres. Por ejemplo, si nos fijamos en los datos de las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, vemos que las cifras han sido constantes durante la legislatura: 50 víctimas en 2020, 49 en 2021 y 49 en 2022. Son valores muy similares a los de 2012 (51), 2016 (49) o 2017 (50), en legislaturas de Mariano Rajoy.

En el apartado de violencia doméstica, el número de denuncias y de víctimas ha alcanzado durante esta legislatura el máximo de la última década. Si nos fijamos concretamente en los datos de 2022, observamos que están en lo más alto desde el trienio 2008-2010, precisamente los años en que también existió el Ministerio de Igualdad, bajo la dirección de Bibiana Aído. Esto no conlleva necesariamente que la violencia doméstica haya crecido justamente en los periodos en que la Igualdad contaba con representación propia en el Consejo de Ministros, ya que la mayor visibilidad de esta área pudo contribuir a que se interpusieran más denuncias. Tampoco puede afirmarse, no obstante, que la labor del departamento que en su día presidía Aído, o ahora Irene Montero, haya reducido el problema.

Sí parece más conclusivo el hecho de que en 2021 (el último año con datos disponibles) el número de delitos sexuales (agresiones, violaciones, etc.) fuera el más alto del último lustro. Aunque en 2020, primer año del Ministerio de Montero, se produjo una bajada con respecto al año anterior, esta responde a la situación originada por la pandemia. En 2021, primer año de cierta normalidad poscovid, la cifra aumentó casi un 18% sobre 2019.

Un presupuesto que no para de crecer

La cifra sobre la que no hay dudas al respecto es la del dinero destinado a políticas de Igualdad. Durante los dos mandatos de Pedro Sánchez esa partida ha estado siempre en valores récord. Si bien es cierto que el presidente socialista mantuvo congelados durante dos años los 181 millones que el ejecutivo de Rajoy presupuestó para Igualdad para el ejercicio 2018, cuando Podemos entró en escena la partida se disparó hasta los 459 millones, más del doble. No contento con ello, los fondos aumentaron de nuevo en 2022 (525 millones) y en 2023 (573 millones).

Incluso concediendo el beneficio de la duda a los datos sobre feminicidios, violencia doméstica y violencia sexual, lo que es evidente es que la situación no ha mejorado en la medida en que se han llenado las arcas de Igualdad.

El escándalo del 'sólo sí es sí'

Claro que, al margen de disquisiciones estadísticas, la acción del Ministerio de Igualdad —y cabría decir que del Gobierno en su conjunto— ha estado marcada en esta legislatura por el fiasco de la llamada ley del sólo sí es sí. Precisamente este miércoles el Tribunal Supremo puso el último clavo en el ataúd de la polémica, avalando las rebajas de penas a agresores sexuales que provocó la deficiente redacción del texto.

Es así como, de entre la maraña de números, la cifra que presidirá el legado de Irene Montero al frente de Igualdad será la de los 1.127 delincuentes sexuales que han visto reducidas sus condenas, 115 de ellos habiendo sido excarcelados.

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