Clamor en el PSOE contra el dedazo de Sánchez en las listas: «Se ha cargado el partido»

El desencanto es total. El partido se pregunta qué fue del primer secretario general elegido por la militancia que ahora pisotea a las bases con la imposición total de la cultura del dedazo en la elaboración de las listas electorales al 23-J. «Sánchez se ha cargado las primarias, se ha cargado a la militancia y se ha cargado el partido», denuncian fuentes socialistas a THE OBJECTIVE en los distintos territorios donde se han producido las injerencias de Ferraz y el desembarco de ministros y cargos gubernamentales de Moncloa desplazando a los lugartenientes más sanchistas de la provincia. Fieles escuderos que hoy se entregan a una crisis de fe hacia el líder y su emblema: «Un militante, un voto». 

«¿Qué valor tiene ser militante ahora si no puedo votar?», se preguntan muchos tras el proceso asambleario que se ha desarrollado en las agrupaciones socialistas de toda España para elevar una propuesta a la dirección del PSOE que ya venía con «los nombres marcados desde Madrid». Unas asambleas en donde los candidatos «sólo se cantaban pero no se podían votar» porque la votación no era vinculante pese a tratarse oficialmente de una elección a través de «listas abiertas». El otrora líder de las bases, Pedro Sánchez, quien según la direccion sigue contando con el apoyo de la militancia, motiva en los afiliados socialistas comentarios como éste: «Se ha cargado la esencia del PSOE, de ser un partido de bases… ¿De qué vale mi voto si no nos han dejado votar?», se preguntan tras confesar su bochorno por la injerencia de Moncloa y Ferraz en sus candidaturas. 

«Nos hemos convertido en un partido cesarista»

«Nos hemos convertido en un partido cesarista y presidencialista. Pedro utilizó la democracia para volver a la secretaría general y cuando volvió dijo ‘se acabó, no me volvéis a echar’». Una denuncia que se hace con más fundamento en Madrid, donde llueve sobre mojado. «Aquí nos han colocado a Maroto y Enma a dedazo. No ha habido primarias, nadie las ha votado. Antes, la elección de Mercedes González en la agrupación Madrid Ciudad fue «una cacicada». Se acortaron los plazos para impedir candidatos alternativos», recuerdan dirigentes regionales.  

«Desde luego, no tiene ningún sentido el desgaste interno de hacer primarias para que nos sirvan para absolutamente nada. Porque luego llega la dirección y dicen ‘no sirve para nada’». El malestar y la indignación con este asunto salpicó las intervenciones de los presentes en la ejecutiva regional del PSOE-M el pasado jueves. Tanto las intervenciones internas como los comentarios a las puertas de la sede de la UGT, donde se celebró la reunión, siguieron esa línea de denuncia. Hasta el propio secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, recogió el guante: «Sabéis que yo hablo muy claro. Yo había dicho que estos procesos tenían que ser más participativos. Yo no estoy de acuerdo con este procedimiento porque es jugar con la ilusión de la gente». 

Lobato: «No estoy de acuerdo con el procedimiento»

Una ejecutiva regional en la que llamó la atención el inquietante silencio de los alcaldes y representantes del sur de Madrid, empezando por el poderoso Javier Ayala, ex contrincante de Juan Lobato en las primarias a la secretaría general, y siguiendo por Parla, Leganés, Pinto… El ruido de las bases y cuadros medios contrasta con el silencio de los cargos públicos y la cúpula del partido, donde no son pocos los que verbalizan en privado que «ya todos sabemos que vamos a un Congreso Extraordinario. Para mes y medio que queda nadie va a hablar ni se va a quemar. Queda poco…Esto va a saltar por los aires».

Según las fuentes socialistas consultadas «se han acortado los plazos y todo el mundo está pensando en el 24, en el batacazo» porque el PSOE está a la deriva, a la espera de dirección. Y no se refieren sólo a un nuevo líder que reafirme su compromiso con la militancia sino a «pararnos y volver a pensar qué coño somos. Necesitaremos pensar… hacer una conferencia política» y recordar qué era el PSOE antes de Pedro Sánchez y sus bandazos ideológicos y orgánicos, como las falsas primarias a la militancia».