Yolanda Díaz ficha como número dos en Madrid a un diplomático trotskista defensor del 'procés'
El fichaje estrella de Díaz empezó su carrera diplomática en Pekín y La Habana; en 2017 criticó bajo seudónimo en una revista marxista la intervención policial del 1-O
Yolanda Díaz hizo el pasado lunes uno de sus anuncios para presentar el proyecto Movimiento Sumar. «Quiero contaros una muy buena noticia», escribió en las redes sociales para explicar el fichaje del embajador Agustín Santos Maraver como su número dos en la lista por Madrid. Santos Maraver ejerce de embajador de España ante Naciones Unidas, pero es también conocido por su cercanía a un pequeño partido de ideología trotskista y también por sus escritos favorables al procés independentista en Cataluña y críticos con la reacción del Estado, bajo el seudónimo de Gustavo Buster, según aseguran fuentes próximas a Sumar y tal y como recoge la página oficial de la revista de corte marxista Sin Permiso en la que colabora.
«Se le conoce como el Buster, y es miembro de un partido trotskista revolucionario, un partido muy pequeño. Fue número dos de Moratinos, aunque no es un socialista. Moratinos le eligió porque hay muy poca gente de izquierda en el cuerpo diplomático», explican fuentes conocedoras del perfil del nuevo fichaje de Díaz cercanos a la plataforma de la ministra de Trabajo.
«Su elección no es un guiño al PSOE, es porque se trata de un hombre con habilidad en las relaciones públicas. Fue un gran anfitrión que le causó una buena impresión a Yolanda, que le eligió para su proyecto«, agregan para enfriar la teoría del perfil vinculado al PSOE en las filas de Sumar. Según estas fuentes y también de Exteriores, su perfil político está bastante más a la izquierda del PSOE: «Proviene de Izquierda Unida-PCE», afirman, a la vez que deslizan una relación algo conflictiva con el ministro socialista José Manuel Albares.
Se venía especulando desde hace tiempo que Díaz quería incorporar a la lista de Madrid alguien con llegada en la política internacional. Agustín Santos Maraver la tiene, sin duda. Ingresó en la carrera diplomática en 1982, y su primer destino fue Pekín. Después viajó a La Habana, Washington, Canberra, Ciudad del Cabo y Nueva York, donde la ONU tiene su sede. Según las fuentes consultadas, Díaz tuvo un contacto personal con él en uno de sus viajes institucionales, y ahora le ha fichado, obteniendo el visto bueno de Más País, formación que según varias fuentes de la confluencia se está haciendo con un hueco importante en Sumar.
«Lucha pacífica de la población»
Trabajó como segundo de Moratinos, el exministro de Exteriores de José Luis Rodríguez Zapatero. Según las fuentes consultadas, el nuevo fichaje de Díaz fue elegido por Moratinos sobre todo para paliar la ausencia de perfiles izquierdistas en el cuerpo diplomático, más que por una cercanía al PSOE. Y es que Santos Maraver no solo se mueve en los círculos de los movimientos trotskistas, concretamente del Partido Obrero Revolucionario (POR), sino que también tuvo palabras muy comprensivas y hasta elogiosas del procés independentista de Cataluña en la revista marxista Sin Permiso, en la que colaboró durante años.
En la página oficial de la revista Sin permiso su nombre aparece asociado al de seudónimo en el comité de redacción de la misma. El grueso de sus artículos llevan la firma de Buster. En uno de ellos, publicado en octubre de 2017, cofirmado con Daniel Raventós y titulado La revuelta democrática catalana y la reacción de Rajoy, afirmaba: «El referéndum del 1 de octubre, pase lo que pase en los próximos días y semanas, será recordado, y no sólo en Cataluña, como una de las jornadas más espectaculares de lucha pacífica de la población por el derecho a la autodeterminación, y en contrapartida, también como una de las más contundentes represiones de las fuerzas policiales contra los derechos de reunión, expresión y voto».
En muchos artículos de esa época, el nuevo fichaje de Díaz se pronuncia también sobre el llamado «régimen de 1978». En el artículo mencionado elogió, por ejemplo, la «participación» de dos millones de personas «en las condiciones de represión que hubo». Y añadió: «Lo hemos dicho muchas veces en Sin Permiso: un referéndum legal en Cataluña sobre cómo quiere vivir políticamente y cómo quiere relacionarse con los demás Estados sería el final técnico del régimen de 1978. Solamente así puede entenderse la intransigente y violenta oposición del Gobierno y partidos dinásticos a la autodeterminación catalana legal y pactada».
El «régimen de 1978»
Los artículos de Buster, nombre ficticio con el que escribe Santos Maraver (algo muy conocido en la izquierda), ofrecen argumentos para defender tanto el derecho a la autodeterminación de Cataluña como a criticar la reacción del Gobierno de Mariano Rajoy. Para el autor de aquellos escritos, la intervención policial fue uno de los cuatro momentos más delicados para el «régimen»: «Es la cuarta vez en la historia del régimen que esta amenaza se hace patente: en el momento de su constitución, en el 23-F, en el referéndum de la OTAN y ahora tras el 1 de octubre catalán».
Esta misma línea discursiva la mantenía en otros escritos a lo largo del año pasado. Según recoge la revista Sin Permiso en un resumen anual de fin de año, Buster insistía en la relación entre la reacción del Estado y la solución de la cuestión catalana: «No es un problema catalán, sino un problema democrático que afecta al conjunto del Estado. Si avanza el discurso, las amenazas y la alianza de los sectores más reaccionarios del Estado -ejército, iglesia, jueces, monarquía, cuerpos represivos- con las derechas, serán los derechos y libertades quienes se verán (más aún que ahora) afectados y entonces perderemos todos», recordaban.
«Es un trotskista que aplica el método del entrismo, que se puede resumir en ocupar espacio dentro de lo que hay. Estuvieron en IU, después en Más País, para influir y promover su revolución social. Como él hay gente en Cataluña que se pasaron de EUiA a ERC», afirman las fuentes consultadas, que mencionan el caso de Joan Josep Nuet, y que recuerdan que su proyecto de fondo consisten en agotar lo que definen como el «régimen del 78».
Además de Sin Permiso, las fuentes consultadas recuerdan la revista Aurora, que aspira a la «reconstitución del comunismo». Esta última es una publicación asociada a la sección trotskista mencionada por las fuentes consultadas. El fichaje de Díaz llega a la primera línea de Sumar en un momento en el que su impulsora sigue sin pronunciarse con claridad sobre el encaje territorial y lo que Pablo Iglesias llamó la «plurinacionalidad». A falta de que Díaz defina su propuesta política, este fichaje ya ofrece algunas pistas sobre el equipo de los que se convertirán en su núcleo de confianza de la próxima legislatura.